España se sitúa entre los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) con menor porcentaje de alumnos matriculados en ciclos formativos de Grado Medio de Formación Profesional, la que se estudia después de la Educación Secundaria Obligatoria (ESO), junto con el Bachillerato. Estos estudiantes sumaron en 2016 el 35%, una cifra que está por debajo de las medias de la OCDE (44%) y de la UE22 (48%). En los primeros puestos de la lista, se colocan Finlandia, Países Bajos, Italia y Reino Unido.
Así lo revela el informe Panorama de la Educación 2018: Indicadores de la OCDE (Education at a Glance. OECD Indicators, en inglés), elaborado por esta organización con datos de 2015 a 2017 y publicado este martes, y sobre el cual el Ministerio de Educacion y Formación Profesional ha realizado un informe sobre España. La publicación, de carácter anual, analiza la evolución de los diferentes sistemas educativos, su financiación y el impacto de la formación en el mercado de trabajo y en la economía de los 35 Estados miembros.
Alemania lidera el ranking de la Formación Profesional Dual (modalidad que combina la formación teórica práctica recibida en un centro educativo con la actividad práctica en un centro de trabajo) con el 31% de alumnos matriculados en 2016, frente al 1% de España. “Los programas de FP son un itinerario valioso para acceder al mercado laboral o continuar formándose”, destaca el documento.
En cuanto a las tasas de escolarización a los 16 años, desde 2010, España es uno de los países que presenta un mayor crecimiento, con un promedio de 9 puntos porcentuales. En todas las edades del segundo ciclo de Educación Infantil (de 3 a 6 años), las tasas superan el promedio de OCDE y de UE22. La matriculación en Educación Terciaria (FP Superior y Universidad en España) también es más elevada que la media de la OCDE y de la UE22.
En 2015, la escolarización en España era ya prácticamente total a los 3 años ya que alcanzó el 96%, mientras que la media de los países de la OCDE se situó en el 76%, y la de la UE22, en el 82%. Estos datos, junto a los de la alta escolarización a los 4 y 5 años, sitúan a España entre los países con las tasas de escolarización más elevadas en Educación Infantil.
Transición al mercado laboral
De entre los jóvenes españoles de 15 a 29 años, el 51,2% está estudiando, el 28,9% no estudia pero trabaja, y el 19,9% ni estudia ni trabaja, según datos de 2017. En comparación con el promedio de los países de la OCDE, el porcentaje en España es superior en el caso de los jóvenes que están estudiando (OCDE 47,4%), inferior en aquellos que no estudian y están ocupados (OCDE 39,1%) y mayor en el caso de los jóvenes que ni estudian ni trabajan (OCDE 13,4%). De 2007 a 2017, el número de españoles de entre 20 y 24 años que siguen estudiando aumentó 17 puntos porcentuales.
El informe revela que cuanto más elevado es el nivel educativo, mejores son los resultados en empleo y salarios. Las tasas de empleo en España, para todos los niveles de formación, son más bajas que el promedio de los países de la OCDE y de la UE22.
Con las tasas de desempleo ocurre lo contrario, en todos los casos son más elevadas las españolas. Para los jóvenes que no han completado la segunda etapa de Educación Secundaria (FP de Grado Medio o Bachillerato) es de un 28% , frente al 18% de aquellos que sí lo han hecho y el 14% para los que tienen Educación Superior (FP de Grado Superior o Universidad), según datos de 2017. El promedio de países de la OCDE y de la UE22 sigue esta misma tendencia, con el 15% y 18% en el primer caso, el 8% y 9% en el segundo y el 6% en el tercero.
Mejora el nivel educativo de la población adulta
Durante el periodo 2007-2017, el porcentaje de población adulta española con estudios inferiores a la segunda etapa de Educación Secundaria se redujo casi 9 puntos porcentuales, del 49,4% al 40,9%. A pesar de la mejora, los valores siguen siendo altos respecto al promedio de los países de la OCDE (de 28% a 21,8%) y de la UE22 (de 26,8% a 19,8%).
Las diferencias más significativas se dan en los adultos con estudios en esta segunda etapa de Educación Secundaria. Mientras que en España, el 22,7% tienen una titulación de este nivel, esta población supera el 40% en el promedio de la OCDE y de la UE22. Por el contrario, se da un alto porcentaje de esta población con estudios superiores en nuestro país (36,4%), similar al de la OCDE (37,7%) y superior al de la UE22 (34,3%).
En cuanto a las diferencias por generaciones, más de la mitad de los adultos en España (25-65 años) cuyos padres no alcanzaron la segunda etapa de Educación Secundaria (FP de Grado Medio y Bachillerato) tampoco han llegado a ese nivel de estudios. Sin embargo, una cuarta parte de ellos (24,4%) han obtenido titulación en Educación Superior.
Menor gasto en educación por alumno en España
En 2015, el gasto total por alumno en instituciones educativas españolas fue de alrededor de 7.300 euros (8.432 dólares), una cuantía inferior al promedio de los países de la OCDE y al de la UE22, en un 14% y 12%, respectivamente.
Durante este periodo, la mayoría de los países dedicó un porcentaje significativo de su presupuesto público a la educación. En España, alcanzó el 8,4%, por debajo de la media de la OCDE (11,1%) y de la UE22 (9,5%).
Los profesores españoles, a la cabeza en número de horas
Los profesores españoles de la escuela pública dedican más horas al año a impartir clase en todos los niveles educativos, con un 50% del horario laboral reglamentario en la primera etapa de Educación Secundaria (ESO), frente al 44% de media en los países de la OCDE. En cuanto a su salario, el informe concluye que en España, en todas las etapas educativas, es superior al de la media de la OCDE y de la UE22. Sin embargo, España es uno de los países en los que el profesorado necesita más años para alcanzar la retribución más alta en la escala. Además, el documento señala que la diferencia salarial entre directores y profesores es menor en España que en el promedio de los países OCDE y de la UE22.
En Educación Primaria, el número de alumnos por clase en las instituciones públicas españolas está en torno a los promedios de la OCDE. Sin embargo, en la ESO se incrementa hasta los 25 alumnos, frente a los 23 y 21 por clase en la OCDE y en la UE22, respectivamente.
En España, los centros educativos tienen menor autonomía en la toma de decisiones respecto al conjunto de los países de la OCDE. De esta forma, solo el 10% dependen exclusivamente del centro educativo, frente al 34% en la OCDE y al 38% en. la UE22.