El instituto de investigación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) comenzó su andadura en 1947, y cuenta con la Finca Experimental La Hoya, que actualmente alberga programas de conservación de cuatro especies de ungulados amenazados o en peligro de extinción
Desde su creación, por la EEZA han pasado más de 450 personas, un equipo humano que ha llevado a cabo desde entonces hasta ahora una actividad científica de prestigio, avalada por liderar proyectos de investigación competitivos y por una alta productividad científica
Su andadura comenzó en 1947, cuando el CSIC acuerda la creación del Instituto de Aclimatación de Almería, cuya actividad investigadora se enmarcaba en el campo de la ingeniería agrícola, con un interés particular en la aclimatación de variedades de plantas a zonas con limitación hídrica. Sus investigaciones fueron pioneras en diversos aspectos hoy cruciales para la economía de la provincia de Almería.
Durante los primeros años se realizaron estudios que fueron el origen de los cultivos en invernaderos, se hicieron los primeros ensayos de variedades de maíces híbridos y uvas resistentes a virus, y se consiguieron los primeros racimos de uvas sin pepitas.
Muy importantes fueron las expediciones florísticas y faunísticas que tuvieron lugar entre los años 60 y 80 del siglo pasado, en las que se describieron numerosas especies nuevas para la ciencia, algunas de ellas endemismos provinciales, las cuales se atesoran en las Colecciones de Historia Natural del Instituto, cuyos fondos albergan hoy en día más de 150.000 especímenes de invertebrados, fósiles, insectos, anfibios, reptiles, aves y mamíferos, destacando la colección de ungulados, así como un herbario.
Como consecuencia de cambios en las líneas de investigación, el Instituto comenzó un proceso de restructuración que culminó en 1979 con su integración en el Área de Recursos Naturales del CSIC y fue entonces cuando fue renombrado como Estación Experimental de Zonas Áridas (EEZA), evolucionando desde los iniciales estudios con marcado carácter agronómico, a las líneas actuales de investigación básica y aplicada sobre interacciones ecológicas, procesos evolutivos y geomorfológicos, “con el fin de resolver problemas de conservación y gestión del medio, en particular en zonas áridas o donde el agua es limitante, muy relevantes en el contexto actual de cambio climático”, señala Francisco Domingo, Director de la EEZA durante los últimos ocho años.
La sede del Instituto, construida en 1952, se localizaba en el centro de la ciudad de Almería pero con el tiempo quedó pequeña y obsoleta, lo que dio lugar a un traslado a una nueva sede en 2010 en el Campus Universitario de Almería.
La EEZA cuenta también con la “Finca Experimental La Hoya” una instalación de 20 hectáreas, resultado de la adquisición en 1950 y 1955 de dos propiedades diferentes destinadas a la investigación experimental agrícola desarrollada por aquel entonces. En ella se instalaron invernaderos y se realizaron las primeras experiencias a escala industrial de cultivos hidropónicos en nuestro país (1957,) y desde 1971 alberga los programas de conservación de cuatro especies de ungulados que se encuentran amenazados o en peligro de extinción.
EEZA, un centro de referencia a nivel nacional e internacional
Desde su creación, por la Estación Experimental de Zonas Áridas han pasado más de 450 personas, un equipo humano que ha llevado a cabo desde entonces hasta ahora una actividad científica de prestigio, avalada por liderar proyectos de investigación competitivos, nacionales e internacionales y por una alta productividad científica.
“Incrementar la transferencia de la investigación al tejido social y productivo, la captación de jóvenes investigadores/as para fortalecer las líneas de investigación, la captación de fondos tanto públicos como privados y la colaboración con organismos de investigación y académicos, así como aumentar la visibilidad de la EEZA son algunos de los retos futuros a los que nos enfrentamos”, señala su Director, Francisco Domingo.