La catedral de Jaén está considerada como la obra más emblemática de Andrés de Vandelvira, gran artífice de la rica arquitectura renancentista de esta provincia. El templo aúna grandeza, majestuosidad y unas soluciones arquitectónicas que la hacen un modelo a seguir en esta época; tanto fue así, que este templo fue el ejemplo seguido para la construcción de las grandes catedrales en la América Virreinal española.

La influencia de la Catedral de Jaén puede observarse claramente en templos de Cuzco, Chiapas o Mérida, según se recoge en la tesis doctoral de la investigadora de la Universidad de Jaén, Mercedes Moreno Partal.
Para el desarrollo de su tesis doctoral, esta especialista en Historia del Arte de la Universidad de Jaén consultado documentos de una veintena de archivos históricos, entre ellos, los de Indias, Simancas o el de la Nobleza. En ellos buscaba pistas sobre la relación de Jaén con los nuevos territorios descubiertos por Cristóbal Colón.
Qué pistas confirman que la Catedral de Jaén fue el modelo seguido en la América Virreinal española
Así se topó con Fray Francisco Toral, un ubetense que llegó a ser obispo de Yucatán, y con Antonio de Raya, que trabajó como maestre escuela durante la construcción de la Catedral de Jaén y fue obispo de Cuzco. Estos dos personajes históricos fueron el hilo del que tirar, para descubrir que el parecido de los templos más emblemáticos de América con la catedral de Jaén no fue fruto de la casualidad.
La pista definitiva que confirmaba la teoría fue un plano de un proyecto para la catedral de La Habana, que finalmente no se llegó a construir, prácticamente igual que el de la catedral de Jaén, explica la investigadora al diario digital Jaén Hoy. El arquitecto de ese templo fue Juan de la Torre, un técnico que había trabajado con Alonso de Vandelvira, hijo de Andrés de Vandelvira y también arquitecto.

Qué elementos de la Catedral de Jaén heredan los templos americanos
Al igual que la Catedral de Jaén, los templos americanos cuentan con tres naves a la misma altura, cabeza plana y pilares compuestos. Además, sus fachadas presentan dos torres simétricas y se construyeron capillas entre contrafuertes.
A partir de estos elementos comunes, cada uno de los templos de la América Virreinal española fueron creciendo con decoraciones y elementos propios de su entorno que les dan su carácter diferenciado.