Ante un salón de actos repleto de estudiantes de Medicina, Odontología, Ciencia y Tecnología de los Alimentos y Psicología, comenzaba su ponencia en la UCAM el investigador Juan Carlos Izpisua, especialista en biología del desarrollo y catedrático y doctor Honoris Causa por la UCAM, quien ha disertado sobre los 10 años de las células iPSCs como el presente y futuro de la medicina regenerativa. Estrella Núñez, vicerrectora de Investigación de la Universidad Católica, ha realizado la presentación del investigador.
El catedrático extraordinario de Biología del Desarrollo por la UCAM ha explicado a los asistentes el estado actual de la medicina regenerativa, una nueva rama de la medicina que trata de reemplazar las células o los genes que han dejado de funcionar, ya sea por el paso del tiempo, por una enfermedad o por un accidente, y en la que están trabajando en los últimos diez años laboratorios de todo el mundo.
Izpisua ha incidido en la necesidad de poder producir células, tejidos u órganos en el laboratorio “ya que el número de donantes no es suficiente para cubrir la demanda real que existe en toda la población mundial”, y ser capaces de corregir la función de genes, “que provocan enfermedades que hoy no tienen cura”. Cabe recordar que el catedrático lidera la investigación con la que se pretende obtener órganos humanos en cerdos para trasplantarlos en personas enfermas, trabajo promovido por la Universidad Católica de Murcia y que desarrolla junto a un equipo de científicos de Estados Unidos y España.
En este sentido, el doctor Izpisua ha resaltado que “en los dos últimos años hemos llevado a cabo un trabajo de investigación con la UCAM que a mi modo de ver ha sido excepcional, el cual nunca pensamos que podríamos realizar, y el apoyo de la Universidad Católica ha sido clave para algunos de los descubrimientos que hemos podido obtener” y ha recalcado el apoyo “desinteresado de la institución docente a la ciencia”.
Sobre el futuro de la medicina regenerativa, el investigador ha aseverado que se dirige hacia “el uso de células de recambio, aquellas que han dejado de funcionar o también al uso de genes; introducir genes en nuestro organismo que de alguna manera sustituyan a los que se han roto con el paso del tiempo”.
Izpisua ha mandado un mensaje de cautela ante los avances que están surgiendo. “La investigación ocurre en el laboratorio y para llevarla al hospital se necesita mucho tiempo y mucho conocimiento que todavía no tenemos. Es una esperanza, real, pero todavía no estamos ahí en la clínica. Desafortunadamente existen personas que se aprovechan de esa esperanza y tratan de engañar al enfermo diciendo que se pueden curar determinadas enfermedades con ciertos tratamientos que no son reales. Y eso es lo que tenemos que tratar de evitar”.