Investigadores de la Universidad de Granada (UGR), en colaboración con la empresa Puratos, están estudiando el efecto saciante de un pan enriquecido con fibra soluble, proteínas y fruta desecada que resulta más saciante que el tradicional. El panecillo incorpora un 22 por ciento de frutas secas y tiene una mezcla equilibrada de cereales. Su efecto saciante ayudaría a reducir el consumo de alimentos entre comidas y, por lo tanto, a controlar también de forma adecuada la ingesta de energía, sin necesidad de consumir una gran cantidad para saciar el apetito.
Así lo demuestra el proyecto encabezado por el catedrático Ángel Gil Hernández y la doctora María Dolores Mesa García, ambos del departamento de Bioquímica y Biología Molecular II de la UGR, junto a Carolina González Antón, dietista-nutricionista y doctora por la Universidad de Granada, cuyo estudio fue parte de su tesis doctoral.
En concreto, los investigadores han estudiado cómo la ingesta de este tipo de pan enriquecido en fibra y proteínas, con un 22% de frutas secas en su composición (higos, albaricoques y pasas) y una mezcla equilibrada de cereales (trigo, avena, espelta) incrementa la saciedad y disminuye la sensación de hambre en personas sanas.
“Tomar alimentos ricos en fibra es importante para mantenernos saciados, puesto que así se evita el picoteo y, por lo tanto, ayuda a controlar mejor la ingesta de energía y elegir posteriormente alimentos más saludables”, explica una de las autoras de la investigación, Carolina González Antón.
El pan analizado resulta especialmente óptimo para el desayuno. “Saltarse el desayuno es un fenómeno frecuente, además, se abusa de la bollería, los dulces y los zumos –explica González-. Estos hábitos están asociados al sobrepeso y la obesidad. El pan rico en fibra soluble, con proteínas y fruta desecada, puede ayudar a que el desayuno sea equilibrado, rápido y fácil, mejorando el apetito a la vez que la respuesta glucémica e insulémica”.
Test a voluntarios sanos
La investigación se llevó a cabo a través de unos test realizados a voluntarios sanos de entre 18 y 29 años. Todos ellos tenían el desayuno como un hábito diario y empleaban pan en su dieta.
El desayuno experimental consistía en el mencionado panecillo junto a un vaso de agua, frente a un desayuno de control compuesto por 85 gramos de pan de molde, 10 gramos de mermelada y 2 gramos de margarina, además de un vaso de agua.
Los resultados de niveles de saciedad fueron positivos con el consumo del panecillo enriquecido en fibra y proteínas, con un 22% de frutas secas en su composición y una mezcla equilibrada de cereales, y se publicaron en la prestigiosa revista Journal of Nutrition. También fueron incluidos en la revisión sistemática sobre pan y saciedad realizada por este grupo de investigación y que fue publicada recientemente en la revista Critical Review in Food Science and Nutrition, ambas en el cuartil 1.