La situación crítica por la que pasan los colectivos más desfavorecidos es algo que no entiende de límites fronterizos, aunque sí los requisitos legales y procesales para poder ejercer la profesión según el país que se elija. Ante esta situación y ante la demanda del propio colectivo, el Consejo General del Trabajo Social ha editado una ‘Guía Internacional del Trabajo Social’. Esta publicación fue presentada en Almería recientemente por Encarna Peláez, presidenta del Consejo Andaluz de Trabajo Social, en un acto organizado por el Colegio de Trabajo Social de Almería y la colaboración de la Fundación Almería Social y Laboral y el Centro Universitario Adscrito de Trabajo Social.
“Se ha recogido la inquietud y las demandas del colectivo porque en los últimos años la situación se ha recrudecido en todos los países del mundo, sumado a un tiempo en el que se han realizado muchos recortes, son muchos los estudiantes y profesionales del trabajo social que han tomado la decisión de iniciar una nueva etapa en el extranjero, por los motivos que sean, necesidad laboral, formación, intercambio cultural… Siempre hay que buscar nuevas alternativas laborales y profesionales, más aún en tiempos de carestía”, asegura la presidenta del Consejo Andaluz.
La presentación contó con la intervención de Ana Belén Domínguez Milanés, técnica de Gestión Área Internacional del Consejo, que desgranó todos los puntos de la publicación; Ramón Herrera de las Heras, del Vicerrectorado de Estudiantes de la Universidad de Almería; y varios trabajadores sociales que relataron sus experiencias en el extranjero, respondiendo a las dudas de los asistentes.
“Desde el Consejo General de Trabajo Social entendemos que aún en estos tiempos aciagos, la profesión se puede beneficiar del intercambio cultural y profesional de aquellos profesionales que ejerzan en el extranjero y que puedan aportar su visión del trabajo social y de la intervención profesional en Europa o más allá. A la inversa, esta aportación puede enriquecer los diferentes sistemas profesionales internacionales donde nuestros compañeros y compañeras ejerzan la profesión o realicen sus estudios”, explicó Ana Belén Domínguez.
Los profesionales y estudiantes que asistieron a la presentación realizada en el Club de Actividades Náuticas conocieron, además de los requisitos mínimos para poder trabajar en el extranjero (pasaporte en regla, permiso de residencia o visado que habilita para trabajar, conocimiento y certificación del idioma…), las distintas regulaciones de la profesión de Trabajo Social. “Varía según la diversidad de modelos y ordenamientos jurídicos, tanto en la protección del título, como en la colegiación, la ordenación de la práctica profesional o los distintos órganos de control deontológico”, aclaró Domínguez Milanés.
En un trabajo exhaustivo, que ronda las 150 páginas, la guía recoge una completa información sobre las especificidades para ejercer el Trabajo Social en cada uno de los países, agrupados en varios modelos, como el anglosajón, el continental, nórdico, americano, canadiense, países del Oriente, África y hasta el modelo chino.