El profesor de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL), Carlos Vargas Hernández, ha descubierto que el flúor extraído de la hidroxiapatita (HA) anclado a nanopartículas de plata resulta útil para generar hueso nuevo en animales que hayan sufrido una fractura o pérdida ósea en algún accidente.
La hidroxiapatita (HA) es la fuente para darle consistencia, estructura mecánica, todo el engranaje a los huesos para desarrollar su proceso biológico. Se trata de un material con propiedades biocompatibles, lo que significa que se puede implantar al cuerpo de un ser vivo en elementos como prótesis y piezas dentales, entre otros.
Además, el material posee propiedades para integrarse como parte de los huesos y generar nuevo tejido óseo, cuando estos han sufrido algún desgaste o lesión.
“Durante muchos años hemos investigado en diferentes huesos de todos los animales, y elegimos el fémur de la vaca, que por ser el más grande nos permite obtener una mayor cantidad de HA, lo que baja los costos del procedimiento quirúrgico”, menciona el docente.
Para obtener el material, los huesos de res fueron sometidos a altas temperaturas, con el fin de retirarles todos sus componentes orgánicos, como grasas, proteínas y otras sustancias.
Un importante esfuerzo económico que ha merecido la pena
“Esta investigación nació de la necesidad que tenía el Hospital Veterinario de la Universidad de Caldas, en donde atienden animales atropellados o que tienen enfermedades, pero que sus dueños no cuentan con los recursos suficientes para pagarles los procedimientos clínicos que requieren”, destaca el profesor Vargas.
En ese sentido, vale la pena anotar que el alto coste de la HA sintetizada químicamente se debe a que parámetros como la temperatura, el pH y la pureza de los reactivos iniciales son fundamentales y deben ser constantemente controlados para alcanzar alta calidad.
El producto obtenido, que actúa como pegante o sellante de fisuras o de huesos deteriorados a causa de distintas enfermedades, es implantado por los médicos veterinarios durante las cirugías practicadas a gatos y perros.
Además, “la materia reivindicada es susceptible de aplicación industrial”, como lo menciona la Resolución 6821, por medio de la cual la SIC otorga la patente de invención correspondiente, que tendrá vigencia hasta el 30 de diciembre de 2035.