El sobrepeso y la obesidad anulan la fertilidad

Gráfico de fertilidad en función del Índice de Masa Corporal.

El sobrepeso y la obesidad están asociados con diferentes problemas de fertilidad, tanto en la mujer como en el hombre. La probabilidad de infertilidad es entre un 5% y un 30% más alta en las mujeres con sobrepeso y puede llegar al 100% en casos de obesidad extrema. Además, en casos de embarazo, las mujeres con sobrepeso u obesidad tienen más riesgo de sufrir un aborto espontaneo y diferentes complicaciones de embarazo, tales como hipertensión (preeclampsia y eclampsia) o diabetes gestacional.

En el hombre, el exceso de peso afecta negativamente a la capacidad de sus espermatozoides para fecundar óvulos de forma natural. La producción de hormonas masculinas baja a menudo en los testículos de hombres obesos, lo que puede causar una disfunción eréctil. Aunque las técnicas actuales de reproducción asistida, en particular la fecundación por microinyección de espermatozoides en los óvulos (ICSI), pueden paliar este problema, hay anomalías asociadas al exceso de peso que son más difíciles a resolver como el daño (fragmentación) del ADN de los espermatozoides.

Sobrepeso y ovarios poliquísticos

En muchas mujeres con sobrepeso u obesidad, la causa de infertilidad está relacionada con diferentes grados del síndrome de ovario poliquístico (SOP), una enfermedad endocrina compleja y heterogénea que se caracteriza por trastornos en el ciclo menstrual, fallos de ovulación y hiperandrogenismo. El SOP suele ir acompañado por una resistencia a la insulina, un factor de desarrollo del diabetes mellitus tipo 2.

Según el trabajo, publicado recientemente en la revista estadounidense Journal of Gynecology and Women´s Healthpor un grupo investigadores de la Universidad de Granada y la Clínica MARGen de la misma ciudad, liderado por el doctor Jan Tesarik, la causa primaria de ciertos casos de SOP parece ser una coordinación defectuosa de reacciones hormonales en el hipotálamo, la glándula pituitaria y los ovarios. Sin embargo, según el doctor Tesarik, “incluso en estos casos, la resistencia a la insulina aparece a menudo y contribuye a la severidad de la enfermedad con la sobreproducción de hormonas masculinas -andrógenos-, el aumento de peso y el desarrollo de una obesidad de tipo masculina, con depósito de grasa en la región del abdomen. En estos casos, es necesaria una corrección medicamentosa de hyperinsulinismo y hyperandrogenia para conseguir óptimos resultados en los cambios de estilo de vida, como dietas o actividades físicas para reducir el exceso de peso.”

Otras enfermedades endocrinas, como el hipotiroidismo (insuficiencia de las hormonas tiroxina y triyodotironina de la glándula tiroidea) o el síndrome de Cushing (aumento de la hormona cortisol de las glándulas suprarrenales) pueden también causar sobrepeso y obesidad. Otro tanto ocurre con ciertas medicaciones, como algunos antidepresivos, ansiolíticos, corticoides o medicamentos para la hipertensión.

Todas estas posibles causas –subraya Tesarik- tienen que ser evaluadas y, si necesario, corregidas terapéuticamente. Si la simple reducción de peso no es suficiente para alcanzar un embarazo espontaneo y se necesita el recurso a la reproducción asistida, todos estos factores tienen que tenerse en cuenta para elaborar un protocolo adaptado a la condición de cada paciente para obtener un resultado óptimo”.

En el caso de los hombres con sobrepeso u obesidad, la calidad de sus espermatozoides suele mejorar después de una reducción de peso, “pero sería ilusorio confiar demasiado en una recuperación completa.” Según un artículo científico publicado recientemente por el doctor Tesarik en la revista Translational Andrology and Urology, la calidad de los espermatozoides, y de su ADN en particular, se tiene que evaluar caso por caso, y, de acuerdo a los resultados, se decide si el paciente puede tener hijos de forma natural, sin o con un tratamiento. Si la probabilidad de procreación natural es baja, queda por determinar la técnica la más adecuada de reproducción asistida, teniendo en cuenta también la edad y la salud reproductiva de la pareja.

Identificar la cadena causa y efecto

Sobrepeso y obesidad son condiciones multifactoriales. La predisposición puede ser genética en algunos casos, pero no es siempre la causa determinante. También pueden influir los factores socioeconómicos, psicológicos, inactividad física, hábitos alimentarios poco saludables, estilo de vida de la familia, falta de sueño, edad o embarazo previo. Sin embargo, existen diferentes desequilibrios hormonales que pueden ser la causa primaria del exceso de peso o un agravante en los casos provocados por las causas antes mencionadas.

El exceso de peso se determina mediante el índice de masa corporal (IMC) que se calcula dividiendo los kilogramos de peso por el cuadrado de la estatura en metros. Por ejemplo, el IMC de una persona que pesa 75 kg y mide 1,75 m es 75 dividido por 1,752, sea 24,5. Según los criterios de la Organización Mundial de la Salud, el límite superior del peso considerado normal es el IMC de <25. La condición de personas con el IMC igual o superior a 25, pero inferior a 30 se define como sobrepeso. Nos referimos a la obesidad cuando el IMC es igual o superior a 30. En las mujeres, la probabilidad de ser infértil aumenta un 5% por cada punto de IMC por encima de 25.

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