El director del Observatorio Astronómico Nacional de Colombia, Mario A. Higuera, reconstruye la historia del que fue el primer observatorio astronómico de toda América, fundado en Santa Fé de Bogotá por España en el antiguo Virreinato de la Nueva Granada (actuales Colombia, Venezuela, Panamá y Ecuador y partes de Perú, Brasil y Guyana) a principios del siglo XIX.
Artículo de Mario Armando Higuera.
Director del Observatorio Astronómico Nacional de Colombia. Facultad de Ciencias, Universidad Nacional de Colombia.
Llega, en 1760, a la ciudad de Santafé de Bogotá, el sabio español José Celestino Mutis en calidad de médico del Virrey Pedro Messía de la Cerda. En 1783, bajo previa aprobación de la Corona de España y después de dos fallidos intentos, se da inicio a La Real Expedición Botánica del Nuevo Reino de Granada, en el territorio que hoy ocupa la República de Colombia.
Apasionado Mutis por llevar a cabo estudios de la fauna y flora en este nuevo territorio, extiende igualmente su interés académico y científico hacia los estudios del cielo y sus cuerpos financiando la obra de un observatorio astronómico, según algunos historiadores, con recursos del comercio de la Quina. Previamente dos observatorios provisionales se tuvieron en las ciudades de Montevideo y Filadelfia; sin embargo, el de Bogotá se convirtió en el primer observatorio permanente en América y con fines para uso exclusivo en el estudio de la astronomía y la geografía. La construcción estuvo bajo la dirección del arquitecto capuchino fray Domingo de Petrés y se ubicó en la parte posterior del jardín de la Expedición Botánica. La obra da inicio el 24 de mayo de 1802 y se culmina el 20 de agosto de 1803.
Cómo era el observatorio astronómico de Santafé, el primero de América
El observatorio Astronómico de Santafé, hoy Observatorio Astronómico Nacional de Colombia (OAN), siguió en su construcción varios de los parámetros arquitectónicos y estructurales de los observatorios de París (Francia), Greenwich y Oxford (Reino Unido) y Madrid y Cádiz (España).
Según así lo expresa el profesor Jorge Arias de Greiff, director del Observatorio entre 1958 y 1998: “Fray Domingo Petrés tomó como modelo la primera construcción del observatorio de Greenwich, la Cámara stellata, y las torres octogonales del observatorio de París, ubicadas en los extremos norte y sur, obras de Claude Perrault. Lo hizo siguiendo las indicaciones de Mutis, quien tuvo acceso a alguna ilustración sobre el observatorio francés y reprodujo la imagen en Santafé. En cuanto a la escalera, ésta se dispuso como cuerpo adosado funcionalmente eficiente, sin mayores ornamentos, y siguiendo las instrucciones del tratado de arquitectura más empleado por Petrés: Arte y uso de arquitectura, de fray Lorenzo de San Nicolás (1667)”.
Dos años después de la muerte de Mutis (11 de septiembre de 1808), como producto derivado de los ideales de la ciencia y la ilustración en la Nueva Granada, se dio el grito de independencia, pensado y ejecutado por los herederos intelectuales más cercanos al sabio: Francisco José de Caldas, el gran científico neogranadino; Sinforoso Mutis Consuegra, sobrino de Mutis; Jorge Tadeo Lozano, el primer herpetólogo y zoólogo criollo; Salvador Rizo Blanco, el gran botánico y pintor; José Miguel Pey, el alcalde del momento; Antonio Nariño, el hombre de las leyes; Camilo Torres, el primer jurisconsulto de la Nueva Granada; Antonio Morales, el gestor del plan; José Acevedo y Gómez, quien mantuvo la fuerza del llamado al pueblo; Francisco Antonio Zea, posteriormente presidente del congreso de Angostura, reunión que dio lugar al nacimiento de la Gran Colombia; Antonio Baraya Ricaurte, primer jefe militar del proceso independentista; Joaquín Camacho, activo catedrático y precursor y finalmente José María Lozano, gran activista con formación militar.
Cuenta el relato que siguiendo el plan de Morales y ante la negación de prestar un florero por parte de José González Llorente, reconocido miembro pro-corona española, se dio lugar a un tumulto que gritando en las calles: “Están insultando a los americanos! Queremos Junta! Viva el cabildo abierto!” llevó a que pasadas 48 horas después de la reunión en el Observatorio Astronómico se firmará el Acta de Independencia.
De su creación a su abandono en tan solo diez años
En 1816, muere el sabio Caldas fusilado por Pablo Morillo quien es recordado por la supuesta frase “¡España no necesita de sabios!”. Con esta pérdida el observatorio astronómico abandona, casi en su totalidad, la actividad académica y científica hasta el año de 1823 cuando llega, por iniciativa del Libertador Simón Bolívar la Misión Boussingault para continuar con la actividad investigadora en la recién liberada nación; sin embargo, su actividad académica tan solo perduró por unos pocos años. Posteriormente, en 1848 y por orden de Tomas Cipriano de Mosquera, el observatorio pasa a ser parte del Colegio Militar y 20 años después, convertido en prisión, aloja en sus recintos al derrocado presidente Mosquera.
La Comisión Corográfica, liderada por el ingeniero militar Agustín Codazzi, entre 1850 y 1860, traza el primer mapa de la joven nación. En el marco de la organización de una universidad pública y estatal (ley 8 de 1866, de Instrucción Pública) y sesenta y cuatro años después de su fundación, el Observatorio Astronómico se incorpora, bajo la ley 66 del congreso del 22 de septiembre de 1867, como uno de los miembros constituyentes de la Universidad Nacional de los Estados Unidos de Colombia, cuyo primer rector, Manuel Ancizar, fue uno de los colaboradores de Codazzi en las primeras comisiones coreográficas que recorrieron el país y que tenían como objeto describir la estructura, paisaje, poblaciones y condiciones físicas de regiones que visitaban.
En 1881, el ingeniero Julio Garavito Armero fue nombrado para dirigir los destinos del Observatorio Astronómico Nacional, en reemplazo de José María González Benito quien, posterior a su retiro, construye en el parque de los Mártires el “Observatorio Flammarion” nombre que le asigna en honor a su colega y amigo el astrónomo Frances Camilo Flammarion, científico y divulgador muy recordado por la imagen conocida como el Grabado de Flammarion y que aparece publicada, en 1888, en el libro: L’Atmosphere: Météorologie Populaire.
Qué papel tuvo el observatorio en la organización de la carta de Colombia
Comenzando el siglo XX, Garavito propone al gobierno colombiano la organización de la carta de Colombia, usando métodos astronómicos y tomado como origen el Observatorio. El uso del telégrafo le permitió a Garavito introducir la hora oficial en el país, así como su diferencia (Huso Horario) con la hora del meridiano de Greenwich. Pero también le permitió establecer la longitud de las diferentes ciudades y poblaciones al comparar la posición del sol al medio día, en cada sitio, con la hora señalada en el reloj del observatorio tomado este como el meridiano cero. “La coordinación de la Oficina de Longitudes, asumida por parte de Garavito, fue fundamental para establecer y delimitar las fronteras del país, cuyo origen central, en el sistema geodésico clásico, se mantiene atado a una de las pilastras de la edificación”. Mario A. Higuera G. (9/27/2017).
Los trabajos de Garavito Armero en Mecánica Celeste, en particular en el estudio de las fluctuaciones en el movimiento de la Luna y su impacto en el clima terrestre y el estudio de la aceleración orbital terrestre, fueron muy importantes y reconocidos en textos de enseñanza universitaria, como “Methods of Celestial Mechanics”. Pero, por otra parte, al no poder profundizar a fondo, por no tener publicaciones a la mano y sin pares académicos para debatir, rechazó la teoría de la relatividad propuesta por Albert Einstein.
“La geometría y la mecánica han sido elaboradas por muchas generaciones y sufrido el tamiz de los siglos dejando entre sus mallas los defectos provenientes de tiempo y de lugar, y las previsiones fundadas sobre ellas han sido siempre coronadas por el éxito, mientras las modernas teorías no han tenido todavía la más ligera verificación experimental, sino todo lo contrario”. Julio Garavito permaneció liderando las actividades del Observatorio Astronómico Nacional por un periodo de 27 años. En 1903, funda la Sociedad Geográfica de Colombia.
Un cráter de la Luna dedicado a Garavito
En 1970, durante la XIV Asamblea General de la Unión Astronómica Internacional celebrada en Brighton (Inglaterra), el apellido del sabio colombiano, primer astrónomo Latinoamericano en recibirlo, obtiene el honor para ser asignado a un cráter en el lado no visible de la Luna: (latitud y longitud selenográficas sur y este). “167 años después de la labor pionera de Mutis y Caldas, el apellido de uno de sus herederos intelectuales se hace presente en esta frontera ultraterrestre”. Mario A. Higuera G. (9/27/2017).
En 1930 llega a la dirección del Observatorio, el ingeniero Jorge Álvarez Lleras, quien inicialmente como ayudante de Garavito, le es encomendada la tarea de organizar el servicio meteorológico nacional. Ya en la dirección del Observatorio, lleva a cabo la recopilación y publicación, de una gran parte de los trabajos de Julio Garavito, en los primeros números de la recién creada revista de la Academia Colombiana de Ciencias Exactas Físicas y Naturales.
La Academia de ciencias, cuyo origen se remonta en 1823, a la creación de la comisión científica permanente por parte del presidente Francisco de Paula Santander y bajo la dirección de Francisco Antonio Zea, se consolida, en 1936 bajo su actual nombre, con el decreto 1218 del 28 de mayo de 1936, firmado por el presidente Alfonso López Pumarejo. El emblema de la Academia comparte los elementos centrales del escudo del Observatorio Astronómico Nacional.
En 1949, sucede a Álvarez Lleras, el ingeniero Belisario Ruiz Wilches, quien, en 1952, lleva a cabo la construcción del edificio del Observatorio en el campus de la Universidad Nacional de Colombia y además promueve la creación del Instituto Geográfico Agustín Codazzi (IGAC). En 1968, llega a la dirección del Observatorio Astronómico Nacional, el profesor Jorge Arias De Greiff. Bajo su dirección, compartida en algunos años con el Ingeniero y astrónomo Eduardo Brieva Bustillo y que se prolongó por 30 años, se dictaron cursos en áreas como Astrofísica estelar, Plasmas y Fluidos, Astronomía galáctica, y más recientemente: Cosmología y gravitación, Núcleos activos de galaxias, Agujeros negros cuánticos, Astrofísica computacional, Introducción al viaje espacial, entre otros. Por otra parte, se gestionó el ingreso de Colombia a la Unión Astronómica Internacional, vinculación que se mantiene hoy como miembro nacional.
El Observatorio Astronómico Nacional de Colombia en la actualidad
Desde 1998 hasta la actualidad la dirección del Observatorio Astronómico Nacional ha estado a cargo de Benjamín Calvo Mozo, Mario Armando Higuera Garzón, William Cepeda, Juan Manuel, Tejeiro, José Robel Arenas y José Gregorio Portilla.
El 20 de agosto de 2003, en la celebración de los doscientos años del Observatorio Astronómico Nacional, y llevando el legado de Mutis, Caldas, Garavito y los demás colegas directores expresé: “Mi deseo es que las futuras generaciones de astrónomos colombianos, que se incorporen a él (refiriéndome al Observatorio Astronómico Nacional), mantengan esa fidelidad de trabajo de quienes soñaron y sueñan con esta institución y que su visión trascienda el tiempo y el espacio, tal vez ellos heredarán el honor de trabajar en una estación, en las altas montañas de nuestra patria, o tal vez en una extensión de nuestras fronteras nacionales, en aquel alejado cráter de la Luna bautizado con el nombre de nuestro sabio Garavito.” Mario A Higuera G. (2017). Hoy el proyecto, en fase de diseño, “2030, objetivo cráter Garavito” apunta en esa dirección.