El Movimiento MeToo Universidad ha llegado a la Universidad de Almería, de la mano de Ana Joanpere, con una actividad en la que la vicerrectora de Estudiantes, Igualdad e Inclusión, Maribel Ramírez, ha recordado la existencia del ‘Protocolo para la prevención y el tratamiento del acoso sexual, por razón de sexo, orientación sexual e identidad de género’, un documento que se aprobó en 2018 y que fue consensuado con los estudiantes.
En palabras textuales, Ramírez ha reconocido que “es un honor acoger a este movimiento, que desde su nacimiento no ha parado de crecer y extenderse”. Ha explicado que “el objetivo de la ruta es poder dar a conocer la problemática en todo el país, llegando especialmente al alumnado de todas las universidades”. Ha puesto en valor el “romper el silencio de esta manera”, ante todo por estar alineado con el modo de actuación del vicerrectorado: “Para mí es especial por tratarse de prevención, una de las cosas que más trabajamos, y de actuación por parte de la comunidad universitaria”. Ha rememorado que “en 2018 se aprobó el protocolo, y por indicación de los estudiantes que estaban en la comisión se amplió a orientación sexual e identidad de género”. Además, hay disponible una guía rápida en papel y en la web, emplazando a las personas interesadas a consultarla.
La visita ha sido posible gracias a la acción del Defensor Universitario, cuyo titular, el catedrático Juan Sebastián Fernández, le ha dado también la relevancia que realmente tiene: “Cumple un rol importante, informar que existe el protocolo, pero además este movimiento en la universidad da la oportunidad a las víctimas de tener una red de apoyo, que es fundamental para que den el paso y para que se sientan arropadas y acompañadas”. Ha destacado que el hecho de “que se vaya expendiendo y que cree redes en las universidades españolas va a generar sensibilización, va a generar apoyo y diálogo, siendo la clave a atención a la persona, el que se le acompañe para que dé el paso, porque cuesta muchísimo y cuando se encuentra con la primera resistencia, da el paso atrás y no lo vuelve a contar a nadie más”. Así, que haya sensibilización y que haya personas que acompañen es fundamental”.
Ha dejado claro que “el Movimiento MeToo Universidad es necesario”, satisfecho de contar con Ana Joanpere en una doble cita, ya que, además del acto central, ha habido una charla previa en una clase. La protagonista, primera víctima que ganó un caso de acoso sexual en el ámbito universitario, ha agradecido a la Universidad de Almería su predisposición en todo momento y ha sido muy rotunda en la intención de “romper el silencio sobre el acoso sexual” y en la exigencia “a los representantes universitarios de un posicionamiento claro en contra de cualquier forma de acoso”, además de la petición de que “actúen de una forma científica y ética para proteger a las víctimas”. Ha remarcado que “existe tanto oscurantismo porque es muy difícil de entender, a nivel social, que dentro de las universidades hay acoso sexual, al tender a creer que las universidades son espacios científicos, de intelectuales, de gente ética, y eso pensar que aquí no se da ese tipo de actitudes y conductas”.
Así, “la idea del MeToo es poder romper con esto y que no persista el silencio sobre el acoso sexual”. Es más, la universidad tiene que ser el motor de los cambios sociales: “Estamos aquí por eso, saber que el hecho de ser muy buen científico y académico no quiere decir ser buena persona o tener conducta ética; en las universidades de prestigio en ámbito internacional se juntan estas dos cuestiones, buscan los mejores científicos, pero también las mejores personas, y eso es lo que estamos haciendo en esta ruta, reivindicar unas universidades que no solo sean buenas científicamente sino que también sean buenas ética y humanamente, ya que si no es muy difícil hacer ciencia que sea motor para avanzar”. La idea, “ir arropando a todas las victimas que ahora mismo están solas y no saben dónde acudir, que sepan que hay canales informales y redes solidarias de apoyo que están para ayudarlas”.
Ha insistido en que “es importante que haya protocolos, pero es fundamental que las personas que tienen que hacer cumplir esos protocolos, lo hagan, porque algunos excelentes, muy bien hechos, pero faltan las personas comprometidas en la superación del acoso sexual dentro de las universidades”. La Unidad de Igualdad de Género de la UAL, a través de su directora, Eva Díez, se ha centrado en darle visibilidad al documento, aprovechando la realización de la charla. Ha manifestado que “está vigente desde el año 2018, es público en la web de Igualdad y en el caso de fuera necesario se pondría en marcha, como cualquier normativa de la Universidad de Almería”. Se presta mucha atención a “hacerlo visible” y a “dar publicidad entre el alumnado a la existencia de este protocolo”. Además, “el año pasado se repartió una guía, un folleto informativo también entre el profesorado y el personal de administración y servicios, que deben conocerlo”. Con el acto de MeToo ha surgido una gran ocasión para volver a insistir en que está al alcance de las 15.000 personas de la comunidad universitaria: “En el Plan de Igualdad 2020-2024 la difusión es clave”.