La Caja de las Letras del Instituto Cervantes recibió, en Pekín, el legado del maestro de hispanistas chinos, Dong Yangsheng, que se guardará en la caja nº 1135 de la cámara acorazada de la institución en Madrid. La encargada de hacer el depósito, Dong Juan, hermana del profesor, hizo entrega a García Montero del método de aprendizaje de español canónico en todos los centros de enseñanza del país asiático «Sintaxis del español» —obra del hispanista—, una lupa con la que leía el profesor y una foto suya dando clase.
El legado, celebrado en el salón de actos del Cervantes de Pekín, ha comenzado con la participación del director del Instituto Cervantes, Luis García Montero, que ha calificado de “gran magisterio” el ejercido por el hispanista, inspiración por su método de “los grandes manuales de español-chino de los que fue precursor”. Tras él, ha intervenido el decano de la Universidad de Lenguas Extranjeras de Pekín, Chang Fuliang, que ha definido a Dong como un “gran intelectual”, autor de traducciones de “obras grandiosas de la literatura” en español y en chino al español. Y se ha mostrado seguro de que en “todas las clases de español nunca vamos a olvidar al profesor Dong” por su impronta como “modelo en la ética docente y en la personal”.
Un catedrático de español “nutritivo”
A continuación ha intervenido el profesor Liu Jian que ha desvelado el sobrenombre que le daban al catedrático sus alumnos: “nutritivo”. Porque, ha relatado, “alimentaba a los discípulos con un manjar intelectual”. “Se marcha una conciencia y una conducta”, ha sentenciado. Tras él ha tomado la palabra su discípulo Tian Ye, que de manera divertida ha relatado varias anécdotas que le marcaron con el profesor Dong -él mismo hacía gala de un fino sentido del humor-; y la consejera de Educación de la Embajada de España, María Luisa Ochoa, que ha subrayado la sencillez y calidez del profesor y su pasión por el español. “Estará siempre en un lugar privilegiado del panteón de los maestros chinos”, ha finalizado.
Tras las palabras de compañeros y discípulos, García Montero ha llamado al escenario a Dong Juan, que, muy emocionada no ha podido más que dar las gracias y depositar en el cajetín portátil de la Caja de las Letras los objetos de su hermano: el manual “Sintaxis del español”, mecanografiado, con el membrete de la Facultad de Español del Instituto de Lenguas Extranjeras de Pekín y fecha del 29 de abril de 1982; una lupa de doble lente, unos manuscritos a mano y a máquina sobre diferentes cuestiones gramaticales y literarias, y una fotografía donde aparece el hispanista, tiza en mano, delante de una pizarra en la que pueden leerse las palabras “felicidad”, “tener” o “glóbulos”.
El acto —enmarcado en el viaje de trabajo que lleva a cabo el director del Instituto Cervantes hasta el próximo sábado en el giange asiático— lo ha cerrado la embajadora de España en China, Marta Betanzos.
La trascendencia de Dong Yangsheng (Pekín, 1937-2024) a la difusión de la cultura española en China es inabarcable. El hispanista, que falleció el pasado mes de enero, era catedrático de la Universidad de Lenguas Extranjeras de Pekín y presidente de la Asociación Asiática de Hispanistas y autor de la considerada como mejor traducción de Don Quijote de la Mancha al chino mandarín.