Premiado con el mejor Trabajo Fin de Grado del curso 2020-21 de Ingeniería de la Edificación con Matrícula de Honor por su trabajo ‘Análisis del proyecto y seguimiento a pie de obra de la construcción de un edificio de nueva planta situado en el centro de la ciudad de Cuenca’, Álex Garriga lleva años compaginando su formación con su pasión por la escalada. Un deporte en el que se inició hace 7 años.
Álex Garriga lleva compaginando desde hace años sus estudios con su pasión por la escalada. Antes incluso de que comenzara sus estudios de Ingeniería de la Edificación en la Escuela Politécnica del Campus de Cuenca de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM) en el año 2016, con 17 años, hasta que los finalizó, en 2021, con 22 años.
Premiado con el mejor Trabajo Fin de Grado del curso 2020-21 con Matrícula de Honor por su trabajo ‘Análisis del proyecto y seguimiento a pie de obra de la construcción de un edificio de nueva planta situado en el centro de la ciudad de Cuenca’, Álex Garriga ha convertido un “momento de diversión” con los amigos en el rocódromo en una rutina que no ha parado desde que la iniciara hace 7 años.
Su dedicación en exclusividad a la escalada en roca le impide asistir a competición alguna. Una situación que no le preocupa. “Si quieres rendir a buen nivel en competición prácticamente debes dedicar todo tu tiempo y entrenamiento a ello. Sin apenas días para poder ir a escalar en roca. La verdad que mi interés por la competición es prácticamente nulo desde hace ya años y no creo que vaya a competir”.
Esta falta de conexión entre la competición y Álex no le separa de este deporte. Al contrario. Su dedicación a la escalada en roca (que consiste en ir a un trozo de roca y subirse por ella) y en sus diferentes modalidades -escalada deportiva, búlder, tapia o escalada clásica de varios largos y artificial- lo demuestran.
Precisamente, en escala deportiva, es dónde ha superado su ascensión más dura, Líder Ibérico, con una graduación de 9a+/b. La deportiva, como el propio Álex Garriga explica “son paredes de roca equipadas previamente con seguros”. Aquí, el escalador coloca un elemento -llamado cinta- por el que pasan la cuerda y, con la ayuda de un compañero, se protege en caso de caída.
En búlder, subida más explosiva en la que la dificultad se concentra en apenas 10 movimientos o en unos pocos metros, Álex ha logrado alcanzar dificultades de hasta 8b+. Logros a los que hay que sumar algunas escaladas en grandes paredes como el Pilar del Cantábrico (8a+) en el Naranjo de Bulnes (Picu Uriellu).
En cuanto a escalada a vista -ascensión sin recibir ninguna información de la vía y en la que se tiene un único intento- ha conseguido superar dificultades de hasta 8b+ en escala deportiva y de 8ª+ en búlder. Subidas que le han llevado a acumular más de 800 líneas de octavo grado (más de 120 a vista) y 39 vías en el noveno grado.
Para seguir creciendo y lograr mejores marcas, Cuenca y sus alrededores se convierten en el lugar idóneo de entrenamiento para Álex Garriga. En “este paraíso de la escalada con miles de vías al lado de casa”, este egresado de la UCLM ha comprobado como el papel desempeñado por la delegación española en los Juegos Olímpicos de Tokio ha contribuido a que este deporte reciba más atención. “A nivel de rocódromos se ha notado la medalla de oro, pero eso no quita que se necesite más promoción o ayuda”.
En este sentido, y debido a su mayor influencia y seguimiento, aboga por un mayor compromiso de las administraciones en su apoyo a la escalada. “Esperemos que todo este crecimiento se traduzca en más espacios para la práctica de este deporte, así como para el desarrollo de nuevas zonas y reequipamientos”, concluye.