Hoy se cumple exactamente un siglo de la solemne inauguración del edificio Convalecencia. Desde 1987 el inmueble es sede del Rectorado de la Universidad de Murcia. Por el edificio han desfilado escritores y artistas, embajadores, rectores, empresarios y políticos, que han puesto de relieve la íntima relación con la sociedad de una Universidad centenaria.Y además de todo ello, ha sido el lugar de trabajo de numerosos profesionales de la Universidad de Murcia durante más de cinco lustros, al igual que de los seis equipos rectorales que durante este tiempo el gobierno de la principal institución murciana de estudios.
José Antonio Rodríguez fue el arquitecto municipal a cuyo cargo corrieron el proyecto y la dirección de la misma. Este arquitecto había ya realizado seis años antes la Casa Díaz Cassou, y casi al mismo tiempo que la Convalecencia realizó la Casa de los Nueve Pisos.
El edificio se sometió a una profunda remodelación en los años 80, liderada por el Arquitecto Manuel García Cerdán y, en junio de 1987, el equipo del Rector Antonio Soler y distintas dependencias comenzaron a trasladarse a la Convalecencia.
En sus casi 30 años como sede del Rectorado de la Universidad de Murcia, en sus dependencias se han celebrado miles de actos protocolarios, académicos e iniciativas culturales, y se han dado a conocer a la sociedad, a través de la prensa, los acontecimientos más diversos relacionados con el mundo académico.
Por el edificio han desfilado personalidades del mundo de las ciencias y de las letras, embajadores, rectores, empresarios y políticos, personalidades que han puesto de relieve la gran relación con la sociedad de una Universidad centenaria.
Hoy, la Convalecencia, es sinónimo de Universidad de Murcia. Y curiosamente, sus orígenes se remontan a idéntico momento histórico: ambos han celebrado este año su centenario, la institución de estudios en octubre, y el edificio del Rectorado en noviembre.