La cantidad de dispositivos electrónicos que se manejan a diario no deja de crecer; gran parte de ellos están conectados a Internet mediante una red inalámbrica, lo que convierte el entorno habitual en un entramado de campos electromágnéticos. ¿Qué consecuencias tiene para la salud la exposición a ondas como las de la wifi o el móvil? Pues esto mismo lo está estudiando un grupo del CSIC, en el marco del proyecto europeo NextGem.
El proyecto, que se inició en 2021, ha presentado sus resultados recientemente en un encuentro en Grecia, sede de la Fundación para la Investigación y la Tecnología – Hellas, entidad que coordina el proyecto.
Qué se ha logrado con este proyecto europeo sobre ondas electromagnéticas
Entre los resultados destaca el desarrollo de Ermes, un programa informático que modeliza la distribución de los campos electromagnéticos en diversos organismos y puede predecir su incidencia en las capas superficiales y profundas del cuerpo. Paralelamente, se están diseñando sensores portátiles para controlar en tiempo real la intensidad de los campos electromagnéticos absorbidos por los usuarios finales durante sus actividades cotidianas.
El proyecto, que cuenta con la participación del Instituto de Ciencia de Materiales de Barcelona (ICMAB) del CSIC, aglutina a instituciones de investigación, universidades, organizaciones públicas y gubernamentales, pequeñas y medianas empresas e industrias. “El proyecto ha logrado avances como la identificación de las necesidades y preocupaciones de las partes interesadas del sector de las telecomunicaciones y ha determinado los patrones y características de exposición a campos electromagnéticos”, señala Anna Larromaine, investigadora del ICMAB que trabaja en le proyecto.
Qué experimentos se harán para conocer los efectos de las ondas sobre el organismo
El proyecto realizará experimentos biológicos para evaluar la exposición de proteínas a campos electromagnéticos. También se están preparando experimentos con células humanas y ejemplares de C. elegans, un gusano de tierra que se usa como modelo de laboratorio. Los experimentos con voluntarios humanos se encuentran en las primeras fases, ya que aún se está tramitando la necesaria aprobación ética.
También se ha diseñado la arquitectura de la plataforma NIKH, para apoyar el ciclo de vida completo de los datos generados en Nextgem de forma inclusiva y abierta. NIKH, del inglés Innovation and Knowledge Hub, es una herramienta en línea dedicada a almacenar las innovaciones y los resultados de la investigación producidos en el marco del proyecto, incluidos los conocimientos científicos externos de investigaciones anteriores o colaborativas.
Nextgem forma parte del clúster europeo para estudiar la exposición a campos electromagnéticos CLUE-H, junto con los proyectos Seawave, Etain y Goliat. Los cuatro proyectos fueron seleccionados en el marco de la convocatoria del programa marco de I+DE de la Unión Europea Horizonte Europa: “Exposición en campos electromagnéticos y salud”. El cluster CLUE-H persigue optimizar las colaboraciones, establecer estrategias comunes, evitar solapamientos y aumentar el impacto de los proyectos individuales.