El consejero de Universidad, Investigación e Innovación, José Carlos Gómez Villamandos, ha destacado que Andalucía actualizará, mediante el nuevo decreto de ordenación de enseñanzas universitarias y después de trece años, el mapa académico de las universidades para adecuarlo a la estructura socioeconómica del territorio y su tejido productivo, así como a las necesidades de su mercado laboral. Así lo ha puesto de manifiesto durante la Primera Jornada de la Red Universitaria de Estudios de Postgrado y Educación Permanente (RUEPEP) celebrada en Córdoba, una cita en la que se abordarán los sistemas internos de garantía de la calidad en las instituciones de educación superior.
En su intervención, Villamandos ha asegurado que ese catálogo “obsoleto” y sin actualizar desde 2010 ha motivado que las instituciones académicas hayan tenido que dar respuesta, a través de sus títulos propios, a las nuevas necesidades demandadas. Sin embargo, y sin menoscabo de esas titulaciones, ha añadido que el sistema universitario contará ahora por primera vez con una norma específica de carácter autonómico que reorientará el mapa hacia “una oferta que permita una mayor calidad, racionalidad y eficacia de la educación superior universitaria”.
El consejero de Universidad ha adelantado que el Ejecutivo autonómico aprobará en la primavera de 2024 la nueva programación de títulos para que pueda comenzar a impartirse durante el curso 2025/2026. “A partir de entonces, se confeccionará cada cuatro años y se revisará cada dos”, ha apostillado.
Para incorporarse a dicha programación, a las nuevas titulaciones universitarias se les exige, en el caso del sistema público universitario, una demanda real, tanto por parte de la sociedad andaluza como del estudiantado, que habrá de fundamentarse adecuadamente en estudios y referentes externos. En lo que respecta a la demanda de alumnos de nuevo ingreso se ha de tener en cuenta la registrada en las enseñanzas afines en los últimos años y, en el caso de las que estén previstas implantarse y repitan la oferta existente en el sistema público universitario andaluz, se analizarán y aprobarán por separado y estarán condicionadas a cuestiones relacionadas con la demanda social. No obstante, el decreto de ordenación otorga una consideración especial a aquellas titulaciones que, aun teniendo poca demanda, sean necesarias para responder a las exigencias del tejido económico y productivo del territorio o la provincia en cuestión.
La Consejería de Universidad busca, igualmente, la complementariedad y el equilibrio territorial en la oferta para garantizar su sostenibilidad y evitar duplicidades y carencias significativas. Con esta condición se pretende introducir mecanismos de corrección para eliminar posibles desajustes con la demanda y actualizar el catálogo con carreras que respondan a necesidades objetivas de formación de la sociedad. De igual modo, la norma plantea atender otros criterios como la suficiencia financiera y de recursos de personal e infraestructura de las universidades y llama la atención sobre la necesidad de que el sistema universitario aborde cambios estructurales para adaptarse a una estrategia de internacionalización.
Desde la óptica de la proyección exterior, las instituciones académicas tienen que revisar sus políticas de ordenación académica determinando qué programas, dobles títulos, currículos, métodos docentes o actividades de I+D+I pueden ser más competitivas a escala global. Asimismo, se exige introducir criterios de reconocimiento profesional entre quienes acrediten el dominio de varias lenguas, establezcan redes académicas y fomenten alianzas estratégicas con otros centros de educación superior. También se reforzarán la movilidad y las estancias del personal docente e investigador fuera de España, así como la presencia de profesores e investigadores extranjeros en el territorio andaluz.
Prioridad a grados y másteres duales y a la internacionalización
El decreto prioriza la creación de los grados y másteres duales y los de carácter internacional en el sistema universitario andaluz. Para ello, “en este tipo de titulaciones se suavizarán los criterios exigidos con carácter general para el resto, sobre todo, en materia de personal docente e investigador, de infraestructuras y dotaciones y de plazos para presentar la documentación”, ha explicado Gómez Villamandos.
A su juicio, “se trata de una formación que favorece, sin ninguna duda, la empleabilidad del estudiantado y su incorporación adecuada al tejido productivo y garantiza personal cualificado a sectores que lo necesiten, además de un acceso más fácil a un primer puesto de trabajo”.
El sistema público universitario de Andalucía ofrece un catálogo de 1.646 títulos de grados, másteres y doctorados. Esto supone un incremento del 2,1% en las titulaciones en relación con el año universitario anterior 2022/2023.