La vicerrectora de Coordinación y Calidad de las Enseñanzas de la Universidad de Jaén, Hikmate Abriouel, cuenta en esta entrevista cómo ha sido la respuesta de la UJA ante la crisis sanitaria y el proceso de adaptación a la enseñanza virtual realizado, prácticamente, de un día para otro.
¿Cómo ha sido la adaptación al formato no presencial?
Hemos tenido que adaptarnos de un día para otro. El profesorado y el estudiantado no tienen esa mentalidad, porque es una universidad presencial, y cambiar el chip de un día a otro es muy difícil, pero la respuesta ha sido muy positiva. Tanto alumnado como profesorado se han implicado para adaptarse a esta modalidad no presencial. Saben que tienen que cerrar el curso de la mejor manera posible, no perder el curso y adquirir las competencias establecidas en los planes de formación.
¿Cómo ha reaccionado el profesorado?
El profesorado ha hecho un gran esfuerzo para adaptarse, no solo haciendo clases on line, sino preparando otros materiales específicos, como grabaciones de voz, participación en foros… mecanismos que estaban ahí y que se utilizaban, pero en mucha menor medida. Ahora es la única manera de hacerlo y el alumnado igual. Pero debemos tener en cuenta que no todo el alumnado tiene estos recursos tecnológicos y esta capacidad.
¿Cómo se le ha ayudado a profesorado?
Nos hemos encontrado con problemas, por supuesto, pero hemos ido resolviéndolos sobre la marcha, transmitiendo indicaciones básicas, sobre cómo hacer una videoconferencia, cómo hacer la adaptación de los contenidos… y les han sido de gran utilidad.
¿Cómo está siendo el seguimiento de las clases?
Muchos profesores me indican que tienen más asistencia en clases virtuales que en presenciales. Y en parte puede deberse a la novedad, pero también por el compromiso de los propios estudiantes para acabar el curso de la mejor manera posible.
Esta mayor asistencia, ¿hará que se introduzcan cambios en el formato de las clases?
Yo creo que el profesorado se está planteando cambios en su forma de dar la clase. En cambiar la clase de toda la vida presencial, para introducir cambios y novedades que la enriquezcan. Yo tengo claro que el año que viene voy a incorporar esta metodología y dedicar las clases presenciales a debate, discusión… que enriquece mucho al alumnado, porque las clases de toda la vida han pasado a otro plano con la tecnología que tenemos, y el alumnado exige otro tipo de aprendizaje. Debemos cambiar y esta etapa nos ha servido para darnos cuenta de las posibilidades de la virtualización.
Puede haber sido un empujón importante para incrementar la actividad virtual, ¿no?
En el vicerrectorado estábamos trabajando en un plan de virtualización y esto que ha pasado ha venido a reforzarlo y a avanzarlo más. En primer lugar, hay que preparar al profesorado. A medida que vamos adquiriendo competencias se puede avanzar en virtualización de algunas asignaturas. Lógicamente, algunas prácticas no. Y se puede hacer tanto en grado, como en máster. Además aumentaremos la oferta de títulos totalmente on line, esto nos permite ampliar el ámbito de captación de alumnado, que pasaría a ser ya internacional.
¿Incluso ofrecer grados on line?
Si es factible, por qué no ofrecer grados on line. Depende de la tipología, porque en los más experimentales sería complicado. Hay otros que sí se puede plantear el salto a la virtualización, pero no va a ser ahora, iremos paso a paso virtualizando asignaturas, para más adelante dar el salto y hacer el título entero on line.
¿Cómo se están haciendo las prácticas?
Muchas de las prácticas se han adaptado a la modalidad virtual, de manera que la evaluación será similar a la de la parte práctica. Las prácticas que no han podido ser impartidas, su evaluación también se dejará sin realizar. Para prácticas de larga duración, tal y como se estableció en el documento marco de las universidades andaluzas, se pueden realizar hasta diciembre de 2020, aunque seguirán perteneciendo al 19-20.
¿Qué se puede sacar en positivo de esta crisis?
Vamos a salir reforzados y nos hemos dado cuenta de que podemos pasarnos al formato virtual de un día para otro, aunque con mucho esfuerzo. Aprendemos a adaptarnos a cualquier situación y a buscar alternativas. Por ejemplo, en el caso de salud muchas son prácticas presenciales, pero lo hemos sustituido por vídeos que están dando resultados adecuados y permiten acabar el curso con las competencias establecidas.
