En astronomía hay descubrimientos que generan más incógnitas que respuestas, y el que acaba de hacer un equipo internacional con participación española pertenece a esta categoría. Los observatorios de rayos X XMM-Newton de la Agencia Espacial Europea (ESA) y Chandra de la NASA han detectado tres estrellas de neutrones jóvenes, que presentan unas características que han desconcertado a los científicos.
Después de los agujeros negros estelares, las estrellas de neutrones son los objetos más densos del universo. Cada estrella de neutrones es el núcleo comprimido de una estrella gigante que quedó después de que la estrella explotara en una supernova. Tras quedarse sin combustible, el núcleo de la estrella implosiona bajo la fuerza de la gravedad mientras sus capas exteriores son lanzadas al espacio.
Qué característica de estas tres estrellas de neutrones ha desconcertado a los científicos
Al comparar sus propiedades con diferentes modelos de estrellas de neutrones, un equipo de astrónomos del Instituto de Estudios Espaciales de Cataluña en el Instituto de Ciencias del Espacio (ICE-CSIC) y la Universidad de Alicante (UA), ha concluido en un estudio publicado en Nature Astronomy que estas tres estrellas presentan un temperatura inusualmente baja para la edad que tienen.
El trabajo ha contado con la participación del investigador del Departamento de Física Aplicada de la Universidad de Alicante, José A. Pons, como colíder del estudio, y con la investigadora postdoctoral de esta misma institución Clara Dehman.
Qué se sabe de las estrellas de neutrones
La materia en el centro de una estrella de neutrones está tan comprimida que la comunidad científica aún no sabe qué forma adopta. Las estrellas de neutrones reciben su nombre por el hecho de que, bajo esta inmensa presión, incluso los átomos colapsan: los electrones se fusionan con los núcleos atómicos, convirtiendo los protones en neutrones. No obstante, podría ser todavía más extraño, ya que el calor y la presión extremos pueden estabilizar partículas más exóticas que no sobreviven en ningún otro lugar, o posiblemente fundir partículas en una especie de sopa de sus quarks constituyentes girando en espiral.
Lo que ocurre en el interior de una estrella de neutrones se describe por la ecuación de estado, un modelo teórico que describe procesos físicos que pueden ocurrir dentro de una estrella de neutrones. El problema es que todavía se desconoce cuál de los cientos de modelos de ecuaciones de estado posibles es correcto. Mientras que el comportamiento de las estrellas de neutrones a nivel individual puede depender de propiedades como su masa o la velocidad de giro, todas las estrellas de neutrones deben regirse por la misma ecuación de estado.
Al analizar los datos de las misiones XMM-Newton de la ESA y Chandra de la NASA, el equipo ha descubierto tres estrellas de neutrones excepcionalmente jóvenes y frías que son entre 10 y 100 veces más frías que otras de su misma edad. Comparando sus propiedades con las velocidades de enfriamiento predichas por diferentes modelos, el equipo concluye que la existencia de estas tres estrellas de neutrones descarta la mayoría de las ecuaciones de estado propuestas.
A qué se atribuye la temperatura baja de estas estrellas de neutrones
“La corta edad y la fría temperatura de la superficie de estas tres estrellas de neutrones sólo pueden explicarse apelando a un mecanismo de enfriamiento rápido. Dado que un enfriamiento aumentado solo puede activarse mediante determinadas ecuaciones de estado, esto nos permite excluir una parte significativa de los posibles modelos”, explica la astrofísica Nanda Rea, investigadora en el Instituto de Ciencias del Espacio (ICE-CSIC) y el Instituto de Estudios Espaciales de Cataluña (IEEC) y directora de la investigación.
Descubrir la verdadera ecuación de estado de la estrella de neutrones también tiene implicaciones importantes para las leyes fundamentales del universo. Es sabido que los investigadores en física todavía no han podido unir la teoría de la relatividad general (que describe los efectos de la gravedad a grandes escalas) con la mecánica cuántica (que describe lo que sucede a nivel de las partículas). Las estrellas de neutrones son el mejor campo de pruebas para esto, ya que tienen densidades y gravitación mucho mayores que cualquier cosa que pueda ser creada en la Tierra.
Las tres particulares estrellas de neutrones son tan frías que son demasiado débiles para que las vean la mayoría de los observatorios de rayos X. “La magnífica sensibilidad de XMM-Newton y Chandra hizo posible no sólo detectar estas estrellas de neutrones, sino también recolectar suficiente luz como para determinar sus temperaturas y otras propiedades”, afirma Camille Diez, investigadora de la ESA.
Sin embargo, las medidas fueron sólo el primer paso para poder sacar conclusiones sobre lo que estos “bichos raros” significan para la ecuación de estado de las estrellas de neutrones. Para ello, el equipo de investigación de Nanda Rea en el ICE-CSIC combinó la experiencia de los investigadores Alessio Marino, Clara Dehman y Konstantinos Kovlakas, así como Daniele Viganò, coautor del código de simulaciones de campos magnéticos.
En concreto, Clara Dehman, la investigadora postdoctoral de la UA, lideró el cálculo de las “curvas de enfriamiento” de las estrellas de neutrones para las ecuaciones de estado que incorporan diferentes mecanismos de enfriamiento. Esto implica representar lo que predice cada modelo sobre cómo cambia con el tiempo la luminosidad de una estrella de neutrones, una característica directamente relacionada con su temperatura. La forma de estas curvas depende de varias propiedades diferentes de una estrella de neutrones, y no todas pueden determinarse con precisión a partir de observaciones. Por esta razón, el equipo calculó las curvas de enfriamiento para un rango de posibles masas de estrellas de neutrones e intensidades de campos magnéticos.
“Dado que las estrellas de neutrones más masivas tienen más partículas, podrían desencadenarse procesos especiales que hacen que las estrellas de neutrones se enfríen más rápidamente”, señala la coautora Dehman. “Es como tener algunas de las respuestas de un crucigrama ya disponibles: hace que completar el resto de las respuestas sea mucho más fácil”, añade.