Una investigación del Instituto de Neurociencias, centro mixto de la Universidad Miguel Hernández (UMH) de Elche y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), dirigido por la investigadora Ángela Nieto, ha demostrado que unas moléculas vitales para el correcto desarrollo y organización de los tejidos en vertebrados existían ya en organismos unicelulares anteriores a los animales, en contra de lo que hasta ahora se creía.
Estás moléculas, llamadas Eph y efrinas, constituyen un sistema de señalización intracelular receptor-ligando. Este sistema de señalización influyó en la evolución de los mecanismos de adhesión celular que hizo posible la transición desde los organismos unicelulares a los multicelulares, más complejos, promoviendo la segregación de distintas poblaciones de células.
Como se explica en la investigación, el paso de un mundo poblado por células individuales microscópicas a otro en el que habitaban los primeros animales formados por muchas células (multicelulares) fue un importante salto evolutivo. En esta transición, la unión de células similares y la separación de células diferentes fue fundamental para la aparición y el desarrollo de los distintos tejidos en los animales. En este contexto, los receptores Eph y las efrinas debieron tener una función ancestral en las interacciones célula-célula que contribuyó a la formación de fronteras entre distintos tipos de células. Esta investigación, publicada en la revista Molecular Biology and Evolution, también cuenta con la participación de David Wilkinson, experto en Ephs y efrinas, del Francis Crick Institute en Londres (Reino Unido).
Según el equipo de investigadores, hasta ahora se creía que los sistemas de señalización Eph/efrinas más antiguos estaban en cnidarios, un grupo de animales relativamente simples al que pertenecen las medusas o los corales. El nuevo estudio demuestra que su origen es bastante más antiguo y que ya estaban presentes en organismos previos a la aparición de los animales. El laboratorio de Ángela Nieto, ubicado en el campus de San Juan de Alicante de la UMH, ha identificado moléculas similares en coanoflagelados, organismos unicelulares estrechamente emparentados con los animales. Además, la estructura tridimensional predicha para el receptor Eph y la efrina de estos organismos muestra que se podrían unir tal y como ocurre en animales y, por tanto, podría producirse ya una señalización Eph/efrina rudimentaria en coanoflagelados”, añade Aida Arcas, primera firmante de este trabajo.
Los coanoflagelados son un pequeño grupo de eucariotas unicelulares, a veces coloniales, que tienen una gran importancia filogenética, ya que se consideran los parientes unicelulares más próximos de los animales propiamente dichos o metazoos, que forman el reino animal. Este estudio también muestra que las esponjas, que son los animales más antiguos, poseen más del 70% de los genes que en humanos participan en las rutas de señalización de Ephs/efrinas. Por eso, es muy probable que ya en los animales más primitivos existieran mecanismos de separación de poblaciones celulares similaresa los que encontramos en vertebrados.
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