Aproximadamente el 90-95% de los abortos espontáneos se producen durante el primer trimestre de embarazo. Es un problema de salud que afecta entre el 10 y 20 por ciento de embarazos. El motivo de muchos de esos abortos espontáneos parecía no tener respuesta científica, sin embargo, un estudio publicado por la clínica MARGen de Granada en la reconocida revista Frontiers in Reproductive Health, da las claves de a qué se debe.
La probabilidad de embarazo y del parto de un niño sano mediante las técnicas de reproducción asistida se puede aumentar multiplicando controles hormonales después de la transferencia de embriones. Y es que, a pesar de que se producen muchos abortos relacionados con la calidad de los embriones transferidos, hay otras perdidas de embriones, totalmente sanos, sin ninguna explicación aparente.
Cuál es uno de los motivos del aborto en los tres primeros meses de embarazo
La clínica MARGen ha descubierto que uno de los motivos del aborto prematuro está asociado a los bajos niveles de progesterona, el cual impide el desarrollo normal del embarazo, concentrándose el riesgo principal en los primeros meses de gestación.
Por ello, algunos expertos recomiendan un control de progesterona una semana después de la transferencia de embriones y seguir cada 7 días durante los 3 primeros meses de gestación. Incluso si los niveles de progesterona tuviesen valores normales el día de transferencia, su bajada abrupta en los días siguientes puede provocar el aborto.
Qué tipo de tratamiento reciben las pacientes
En cuanto al tratamiento de las pacientes, por norma general, reciben cápsulas blandas de progesterona Utrogestan o Progeffik por la vía vaginal desde 3 días antes de la transferencia de embriones. El nivel de progesterona se tiene que controlar el mismo día de la transferencia. “Si resulta bajo, hay que reaccionar inmediatamente. Primero, se puede aumentar la dosis de progesterona por la vía vaginal. Segundo, se puede añadir progesterona por la vía oral. Y tercero, la progesterona se puede administrar mediante inyecciones subcutáneas. Las tres modificaciones se pueden aplicar a la vez”. Según el científico, el aumento de la dosis vaginal suele ser suficiente en la mayoría de los casos.
Y como señala el director de la clínica MARGen Jan Tesarik, «el riesgo principal está entre el segundo y el tercero mes de embarazo. Por lo cual, no hay que parar los controles, por lo menos una vez cada 2 semanas”.