El grupo de Biología Molecular y Fisiología Vegetal del Instituto Botánico de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM), junto con el grupo de Biotecnología Aplicada de Plantas de la Universidad de Lérida, han generado plantas de tabaco con pigmentos de azafrán.
El trabajo describe que, mediante el uso de herramientas de biotecnología, es posible obtener plantas de tabaco capaces de sintetizar y acumular crocinas en diferentes especies de Nicotiana. Las crocinas, explican los investigadores, son compuestos que están limitados a unas pocas especies de plantas, entre ellas el estigma de azafrán”, a la vez que señalan que el interés éstos, desde un punto de vista biomédico, está ampliamente descrito debido a sus propiedades analgésicas y sedantes, protección neurológica y actividades anticancerígenas.
Además, continúan, las crocinas son “poderosos neutralizadores de radicales libres, lo que se asocia con la amplia gama de sus beneficios para la salud”.
El interés en las propiedades terapéuticas de las crocinas está aumentando. “Los ensayos clínicos indican que las crocinas tienen un efecto positivo en el tratamiento de la depresión y la demencia”, afirman, mientras indican que, desde un punto de vista industrial, la producción de estos principios activos para su uso farmacéutico está limitado por el propio coste de la especia.
Por ello, el grupo de investigadores seleccionó la planta de tabaco como plataforma de producción de crocinas, debido a su alta versatilidad metabólica y a su alta producción de biomasa, “por tanto, la planta de tabaco la convierte en una de la biofábricas más prometedoras para la producción sostenible de metabolitos de alto valor”.
Los análisis metabólicos de estas plantas mostraron la acumulación de estas sustancias nutritivas alcanzando en Nicotiana glauca casi 400 ug/g de peso seco. Este sistema abre una nueva vía para la producción de dichos pigmentos a gran escala y su posible aplicación en la industria farmacéutica.