La Universidad de Jaén coordina la Red de investigación ANDARED sobre actividad física y locomoción en personas mayores. Esta red, formada por universidades españolas y extranjeras, tiene por objetivo el intercambio de experiencias y del conocimiento científico a un nivel multidisciplinar que permita avanzar en el ámbito de la investigación en el campo del envejecimiento, la dependencia y la influencia de la locomoción activa en la mejora de la calidad de vida.
Para ello, la Red ANDARED, que cuenta con la financiación del Consejo Superior de Deportes (CSD) del Ministerio de Cultura y Deporte y está dirigida por el profesor de Didáctica de la Expresión Corporal de la UJA Pedro A. Latorre Román, establecerá estrategias de colaboración entre universidades españolas y extranjeras para precisar criterios de prescripción del ejercicio físico sobre la base de la marcha humana en personas mayores mediante asesores virtuales y el uso de dispositivos de reducido coste, como por ejemplo el número de pasos al día, la frecuencia de paso, la velocidad de la marcha con y sin sobrecarga, desnivel acumulado o tareas duales.
Entre los integrantes de esta red, además de la UJA como coordinadora, se encuentran la Universidad de Granada, la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla, la Universidad de Huelva, la Universidad de San Jorge, la Universidad de Castilla y la Mancha, la Universidad Autónoma de Madrid, UNIR y SAFA.
Andar, un importante biomarcador de salud
El aumento en la esperanza de vida en la población no siempre va acompañado de una calidad de la misma y en no pocas ocasiones va asociado con una limitación funcional que puede derivar en la aparición de sarcopenia, caídas, discapacidad y hospitalización, dando lugar al término conocido como fragilidad. Así, la inactividad física en edades avanzadas ha dado lugar a una población con problemas de obesidad, siendo ambos problemas dos de los agentes que más repercusión puede tener en la calidad de vida de los adultos mayores. Recientes investigaciones en este campo han concluido que la práctica regular de actividad física tiene una repercusión tanto a nivel físico como cognitivo, llegando a ser considerada como la medida no farmacéutica más relevante para mejora de la salud y calidad de vida en cualquier edad y en especial en nuestros mayores.
En este sentido, una de las actividades físicas más simples, pero no por ello menos eficientes es andar, el recurso más simple, económico, y universal que desde una perspectiva de salud pública se recomienda a las personas mayores para promocionar su salud. Diferentes investigaciones, han demostrado que el rendimiento al caminar es un importante biomarcador de salud ya que, una reducción en la velocidad de la marcha, una mayor variabilidad en la misma y una alteración en la longitud del paso variables utilizadas para predecir el deterioro cognitivo y el estado de salud en personas mayores.
En la última década, el profesional de la Actividad Física junto al desarrollo de la tecnología aplicada a la mejora de la condición física ha permitido el desarrollo de programas que permiten mejorar la calidad de vida de la población. A pesar de ello, la despoblación de áreas rurales y la presencia de personas mayores ajenos en parte a este desarrollo tecnológico, dificulta el acceso a estos servicios destinados a la mejora de la salud a través de la actividad física. Por todo lo anterior, la marcha es considerada como un extraordinario recurso adaptable a cualquier persona y entorno pudiendo un asesor virtual u otro dispositivo suplir en parte las funciones que realiza el profesional de la actividad física.
Todos estos aspectos fueron abordados los pasados días 22 y 23 de octubre en el Simposium Internacional organizado por la Red ANDARED en Úbeda sobre la actividad física y locomotora en personas mayores, que estuvo dirigido por el profesor de Educación Física y Deportiva de la UJA, Juan A. Párraga Montilla.