Como cada final de curso, comienzan a aparecer varias clasificaciones internacionales sobre universidades y se puede comprobar qué comunidades autónomas han conseguido situar a más universidades en la élite mundial. En esta ocasión, la lista corresponde a la elaborada por el ranquin CWUR (Center for World University Rankings – Arabia Saudí), que sitúa a Andalucía como la región española que más universidades consigue incluir en esta lista de prestigio internacional.

Concretamente, la comunidad andaluza ha logrado situar a las nueve instituciones académicas entre las 2.000 que aparecen en esta clasificación internacional, para la que se analizan cerca de 21.500 instituciones de todo el mundo. Las primeras universidades españolas son la Autónoma de Barcelona, en el puesto 126 a nivel mundial, seguida de la Universidad de Barcelona, la Complutense de Madrid, la Universidad de Valencia y la Autónoma de Madrid.
Qué posición ocupan las universidades andaluzas en el ranquin CWUR
Las instituciones académicas ocupan posiciones relevantes a nivel nacional. La Universidad de Granada aparece en el sexto puesto a nivel nacional y en el 350 mundial y la de Sevilla en el noveno puesto entre las españolas y el 414 global. Les siguen, en este orden, las universidades de Málaga (19 nacional, 672 mundial), Córdoba (24 nacional, 789 mundial), Cádiz (37 nacional, 1.067 mundial), Pablo de Olavide (40 nacional, 1.186 mundial), Jaén (41 nacional, 1.237 mundial), Almería (46 nacional, 1.369 mundial), y Huelva (48 nacional, 1.704 mundial). Las nueve universidades públicas andaluzas se encuentran entre las 53 instituciones españolas incluidas entre las 2.000 más destacadas del mundo y se sitúan entre el percentil del 98% y 92% a nivel mundial tomando en consideración los parámetros analizados por esta institución para la elaboración de su clasificación.
El ranking mundial lo lideran las universidades estadounidenses de Harvard, el Instituto Tecnológico de Massachusetts y Stanford, seguidas de las británicas de Cambridge y Oxford.
Cómo se evalúan las universidades
Este sistema evalúa a las instituciones académicas del mundo mediante un enfoque cuantitativo basado en siete indicadores objetivos agrupados en cuatro grandes áreas: producción investigadora, calidad de la educación, empleabilidad y calidad del profesorado.
Precisamente, todas las universidades públicas andaluzas destacan en el bloque relativo a la producción investigadora. Este criterio, con un peso relativo del 40%, se subdivide en cuatro bloques con un valor del 10% cada uno: producción científica, es decir, número total de artículos publicados en revistas científicas en las principales áreas del conocimiento; publicaciones de alta calidad, número de artículos publicados en el 25% de las revistas mejor valoradas; influencia, publicaciones en el 5% de las revistas más influyentes a nivel mundial; y citas de alto impacto, número de artículos ubicados en el 1% más citado en su disciplina.

La calidad de la educación, con un peso del 25%, se mide a través de los logros académicos de antiguos alumnos que han recibido premios y distinciones de prestigio internacional, ponderado por el tamaño actual de la universidad. Este criterio contabiliza sólo premios como el Nobel y otros similares, por lo que ninguna de las universidades andaluzas y sólo cinco de las españolas puntúa en este apartado.
La empleabilidad, con otro 25%, evalúa la cantidad relativa de egresados que han ocupado cargos ejecutivos en las 2.000 empresas más grandes del mundo desde 2011, ajustado por el tamaño del estudiantado actual. En este parámetro, la Universidad de Sevilla entra entre las 2.000 primeras.
La calidad del profesorado, con un peso del 10%, contempla el número de profesores que han recibido alguno de los premios internacionales que también se tienen en cuenta en el parámetro de calidad de la educación, teniendo en cuenta el momento de la distinción y su vinculación con la institución. En este parámetro, las universidades andaluzas no puntúan y sólo cinco españolas se clasifican entre las 2.000 más destacadas del mundo.
Cada indicador se normaliza y pondera para calcular una puntuación global. Esta metodología permite una comparación rigurosa y transparente del rendimiento de las universidades a escala internacional, sin depender de encuestas ni de datos enviados por las propias instituciones, aunque presenta como principal sesgo que los parámetros de calidad en la educación, la empleabilidad y el profesorado otorgan un alto peso a parámetros de éxito alejados de los objetivos académicos de las universidades andaluzas.