Para el Centro, recorrer el camino, acompañados por jóvenes discapacitados de las provincias citadas, ha sido un nuevo reto, que se ha superado. La expedición partió de Mirallos, Lugo, el 14 de junio, y llegó a la Plaza del Obradoiro el 19, por la tarde, para visitar a Santiago Apóstol tras el largo trayecto cubierto, de 117 kilómetros.
Los almerienses coincidieron en su llegada con peregrinos que habían escogido otras opciones, seis, entre las que se hallaban las del Primitivo, el Portugués, el de Invierno, o el de la Plata, que llevó a un total de 536 personas a la Plaza. La actividad concluyó el día 20, en la Plaza de la Quintana, con una misa oficiada por el obispo de Santiago de Compostela para 2.200 fieles, entre los que se encontraban también familiares y discapacitados de toda Galicia.
El Camino ha presentado a los peregrinos de Los Carriles un grado de dificultad media durante la mayor parte de sus etapas, con la excepción de uno de los días, en los que la presencia de cuestas incrementó el nivel a medio-alto. No obstante, para los almerienses no se convirtió en un tramo insuperable, ni siquiera en un gran obstáculo, puesto que su entrenamiento en la zona en la que viven ha estado basado en recorrer caminos de tierra con cuestas de nivel superior a las encontradas en su peregrinar.
Los alumnos y monitores del Centro habían comenzado a preparar esta ruta que iban a emprender con tiempo prudencial y bajo el lema ‘El Camino nos Espera’, para afrontar física y mentalmente preparados su pequeña aventura. Ahora, tras la conclusión, les quedan los buenos momentos vividos, la experiencia y la gran convivencia desarrollada durante el recorrido y en Compostela, así como las nuevas amistades realizadas.