Andrés Caparrós: “Yo escribo para la gente sencilla, no puedo llegar a los eruditos”

 

 

Andrés Caparrós está contento con la acogida de su segunda novela.‘La rebelión de la estatua’ es una de esas novelas escritas con el corazón, una historia en la que sus protagonistas son capaces de conectar con el lector hasta llegar a introducirlo en la trama como un personaje más. Andrés Caparrós dibuja un universo que ahoga a Demetria, una mujer llena de hastío y que tiene todo lo que no quiere: un matrimonio sin sentido, un mal marido y una vida pasiva que la ahoga. La novela es un grito de libertad y una reivindicación personal de Caparrós como escritor y como persona comprometida con el mundo que le ha tocado vivir. Esta obra se presentará el 3 de diciembre, a las 19,30 en la Librería Picasso, en Almería.

 

En ‘La rebelión de la estatua’ aborda la soledad de una mujer hastiada por su situación, ¿por qué?

La protagonista no es lo que quiso ser, no vive con quien quería vivir, como quería vivir, donde quería vivir. En cuanto a por qué me ha interesado tanto como para esforzarme en inventar una historia como la de ‘La rebelión de la estatua’… Es que me parece que hay mucha gente así por ahí, o sea, por aquí; quizá, en mayor o medida, a cualquiera de nosotros nos costaría decir que estamos haciendo bien este trabajo de vivir como nos manda el corazón; cosa difícil si tenemos la memoria lastrada por fantasmas y frustraciones del pasado. Yo creo que por ahí andan las explicaciones de los comportamientos que estallan en esos episodios violentos de los que la televisión nos da cuenta a diario.

Demetria, ¿puede ser un reflejo de muchas amas de casa ‘acostumbradas’ a la vida que sus maridos le quieren dar?

Sí, lo es, sin duda. Pero el marido también es una víctima. A mí me parece que, en cierto sentido, hablando de la llamada violencia de género, estos asesinos son víctimas de los atavismos culturales que ahora se están en cuestión. En mi novela, desde luego, el marido es la víctima.

La figura de Eulogio aparece siempre como en un segundo plano, aunque en verdad está más presente de lo que parece ¿qué le pasa a este personaje para actuar así?

Yo no sé bien por qué Eulogio es como es; un psiquiatra podría explicarlo, sin duda. Pero es evidente que hay muchos hombres así, ruines y degradados hasta el extremo de querer forzar sexualmente a su hija; lo estamos viendo todos los días.

Con ‘La rebelión de la estatua’, ¿intenta animar a las mujeres que viven una situación similar?

Lo que he intentado es salir airoso del reto tremendo, para mí al menos, que supone situarte ante el ordenador para demostrarme si soy capaz de crear una historia más o menos prototípica, reconocible, plausible. Si he tenido tanto éxito como para que alguna persona sienta que su lectura le sacude, o le estremece la conciencia, mejor, ¿no?.

¿A quién quiere llegar con este libro?

Desde luego a todas las personas que podrían sentirse concernidas de tal manera que descubrieran que una página o un párrafo, una metáfora, una frase, le hace diana en el corazón. No sé, no puedo escribir para eruditos. Yo canto para la gente, hablo para la gente y escribo para la gente sencilla, como pretendo llegar a ser yo.

En la novela, las descripciones de los sentimientos y el ambiente ocupan un gran papel ¿qué intenta transmitir con esta forma de presentar la historia?

No es nada premeditado. Creo que un autor se encuentra con dos compromisos ineludibles: el de penetrar el alma de cada personaje, meterse en el alma y en el cuerpo de cada personaje, con tesón, casi con desesperación, porque es imperativo hallar la explicación de sus actos, la coherencia de sus actos, en ese lance el autor se juega la vida; y el otro compromiso sería el de avanzar en el desarrollo de la propia personalidad, como escritor y como simple ser humano, desde luego. Estoy convencido de que el rigor, el grado de compromiso con que cada uno vaya y haga cada día su oficio, lo realiza, lo conforma y lo consolida como persona. Claro, depende del oficio que se elija. El mío no es de los peores. 

La apuesta por una editorial pequeña ¿a qué se debió?

Nadie nace grande; se consigue con el tiempo y con la elección de las mejores opciones. Deseo y espero que Editorial Círculo Rojo y yo nos ayudemos mutuamente avanzando, creciendo, en la dirección correcta.

¿Dónde podremos ver a Andrés Caparrós? ¿Volverá a hacer televisión?

Volver o no volver, al ser o no ser que significa estar o no en televisión, no depende de mi. Me temo que las oportunidades van disminuyendo a medida que pasa el tiempo, mi tiempo. Pero no estoy resentido, sólo entristecido por lo que vemos. Salvo algunas excepciones, la tele está tan llena de nada… Yo le diría a la gente que se acerquen a RLM – Radio La Marinera. Muy pronto llegaremos prácticamente a toda la provincia. Mis hijos y yo tenemos hambre de Almería. Espero que Almería no se harte de mi. 

 

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