La Fundación Séneca financia el desarrollo de una metodología para la selección genética de corvina, con la que se ha logrado mejorar la calidad de la carne de estas especies producidas en granjas marinas, con un trabajo de investigación que se ha desarrollado en una granja marina de la Región de Murcia.
El consumo de pescado en España en 2022 fue casi un 33 por ciento inferior al que se registró en 2008, según estudios del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. Uno de los causantes de la bajada del consumo de este alimento saludable es el precio, que ha crecido cerca de un 8% en el último año, hasta alcanzar la media de unos diez euros por kilo. Detrás de estas cifras están la subida de los combustibles y de las materias primas, pero también, la situación de los caladeros, que en algunos casos se encuentra en una situación de escasez alarmante.
Décadas de malas artes de pesca, de sobreexplotación de los recursos marinos y de no haber puesto en marcha medidas para la mejora de la sostenibilidad de una actividad que, en España, primera potencia en la Unión Europea con más de 8.700 barcos, genera 31.000 empleos directos y 150.000 indirectos.
El sector necesita una reconversión que garantice su sostenibilidad, pero también, consolidar vías alternativas, como la acuicultura que en 2021, según APROMAR, puso en la mesa de los hogares españoles un total de 327.309 toneladas de pescado y generó 629 millones de euros.
De granjas marinas proceden un volumen destacado de moluscos, casi la totalidad de corvina que se consume, así como un porcentaje destacado de dorada y lubina, entre otras especies. Es una actividad en alza, pero todavía tiene que solventar un conjunto de retos para acercarse a niveles de productividad de la ganadería de tierra tradicional, todavía a años luz.
Cómo se mejora la producción en granjas de peces
Uno de los escollos con los que se encuentran las granjas marinas está relacionado con la reproducción de las especies y, para mejorarla, la Fundación Séneca de la Región de Murcia ha financiado un proyecto, para el desarrollo de una metodología que facilite la mejora genética de ejemplares de corvina y favorezca su producción en jaulas marinas.
El proyecto se ha llevado en colaboración de la empresa Alevines del Sureste, filial del grupo Avramar, que cuenta con una granja de producción de corvina en el entorno del Cabo Cope, en aguas del municipio murciano de Águilas, donde el doctorado en Ingeniería Agrónoma por la Universidad Politécnica de Cartagena, Antonio Vallecillos, ha analizado el perfil genético de más de 700 peces alevines, con técnicas de bioinformática y de inteligencia artificial.
En qué consiste la metodología para la selección genética de peces de granja
La metodología para la selección de peces de granja se basa en la determinación del potencial reproductor de los peces, así como las características que reuniría la descendencia. Este método se basa en los resultados de los análisis de las características de los peces.
En el fondo, el método guarda bastante similitud con el trabajo en granjas terrestres, donde se seleccionan unas hembras y unos sementales con unas características determinadas, pero con el enorme inconveniente que implica trabajar en un entorno como el marino, que todavía no se acaba de conocer lo suficiente y con que en el caso de los peces, resulta imposible conocer los progenitores de cada uno de los ejemplares, ya que se producen puestas masales, en las que hembras y machos se cruzan indistintamente.
Cuáles han sido las fases de desarrollo de este método para la selección genética de corvina
Justamente por esta característica de los peces, la primera fase del trabajo ha consistido en desarrollar un panel para conocer el pedigrí, es decir, quiénes son sus progenitores, gracias a un estudio realizado con biomarcadores moleculares. Y luego, una vez identificados los ‘padres’, se pasó a realizar un catálogo con la valoración de los reproductores y su idoneidad para emplearlos para crear la siguiente generación de corvinas, que se engordarán en las jaulas que la empresa tiene ubicadas en el entorno de Cabo Cope.
En estos ejemplares de corvina, Vallecillos ha evaluado aspectos como calidad de la carne, calidad de la canal, así como parámetros de crecimiento tanto tomados manualmente como mediante un análisis de imágenes. «Esa información me ha permitido evaluar a los reproductores, y decidir qué lote ha dado mejores alevines, desde el punto de vista comercial porque presentan un buen perfil de ácidos grasos, buenos filetes… y por el contrario, en cuáles su descendencia no se ha ajustado a los criterios de calidad definidos».
Cómo se ha realizado la selección de los mejores peces
El estudio y la selección se ha llevado a cabo mediante estimaciones de parámetros genéticos, tomados de marcadores moleculares. Con estos elementos biológicos, Antonio Vallecillos ha podido calcular cómo de heredables son ciertos caracteres y si éstos están condicionados por algún otro, como por el ejemplo ocurre con la grasa del pez, que viene determinada por el tamaño que puede alcanzar.
«Y damos un paso más, para ver qué perfiles grasos hay y qué grasas queremos encontrar, porque claro, puede heredar grasa, pero si es la saturada no me interesa, ya que nos interesan las grasas de cadena corta, como Omega-3».
Toda esta información y la metodología con la que ha sido lograda ha quedado a disposición de la empresa, para que ya sea ella la que acometa una siguiente fase del estudio, con el análisis de los descendientes de los dos lotes de reproductores seleccionados, y comprobar la eficacia del método desarrollado.
Qué permitirá esta investigación sobre la acuicultura
Esta investigación, totalmente transferida ya que la Fundación Séneca ha permitido que se realice en el seno de una empresa, contribuirá al desarrollo de la acuicultura. Va a permitir ofrecer al mercado pescado con una calidad mejorada, gracias a la selección genética. Al mismo tiempo, va a reducir pérdidas económicas asociadas a la elevada mortalidad de alevines, que se mueve entre el 70 y el 80 por ciento.
En opinión de Antonio Vallecillos, la mejora de la reproducción es el gran reto que deben superar las granjas de peces. En el caso de la corvina resulta complicado, pero asumible, porque el sexo de los peces siempre es el mismo, no en las doradas, una especie hermafrodita, en las que el 80 por ciento son machos y el 20 hembras, y van convergiendo, desarrollando gónadas en función del ratio de machos y hembras.
Trabajos como el que ha desarrollado este investigador en Alevines del Sureste, gracias a la financiación de la Fundación Séneca, contribuirán al crecimiento del sector de la acuicultura y a su consolidación como una alternativa sostenible a la pesca tradicional, así como a disponer de un pescado a menor precio, que contribuya a promover una dieta más saludable.