Investigadores de la UMA llaman a desmitificar la epilepsia, coincidiendo con su Día Mundial

El próximo lunes, 26 de marzo, se celebra el Día Mundial para la Concienciación de la Epilepsia, una de las enfermedades más comunes en el campo de la Neurología y que más ha avanzado en los últimos años en cuanto a reconocimiento, diagnóstico y aplicaciones terapéuticas.

La Organización Mundial de la Salud estima que cerca de 50 millones de personas de todo el mundo padecen esta enfermedad –con una prevalencia de entre 4 a 10 de cada 1.000 personas-  y en torno a 400.000 en España. Sin embargo, y a pesar de los datos, la epilepsia continúa hoy considerada como un estigma entre la población.

“Hay que desmitificar la epilepsia, ya que se trata de una enfermedad que se puede diagnosticar y curar, hasta el punto de que podría desaparecer con una medicación correcta”, afirma el catedrático del Departamento de Salud Pública y Psiquiatría de la UMA Joaquín Fernández-Crehuet, quien aclara que es un trastorno neurológico como cualquier otro.

En este sentido, el director del área de Neurología del Hospital Universitario Virgen de la Victoria, el doctor Manuel Romero, añade que esta estigmatización viene desde la Antigüedad y asegura que, aunque prácticamente no se sepa, las fuentes bibliográficas atestiguan que los dos generales más importantes de la humanidad, Julio Cesar y Alejandro Magno, fueron epilépticos. 

Precisamente, esta efeméride, también conocida como ‘Día Púrpura’ busca sensibilizar e informar de esta enfermedad neurológica frecuente, caracterizada por la presentación de crisis convulsivas, que puede producir una discapacitación en las personas que la padecen.

“El cerebro humano es como una gran orquesta que continuamente está expresando y dirigiendo una gran sinfonía, la sinfonía de todas nuestras funciones vitales, sensoriales, sensitivas, motrices, emocionales y cognitivas, tanto despiertos como en sueños”, explica Romero, que informa de que una crisis epiléptica se correspondería con una alteración funcional transitoria, por breve tiempo, de dicha sinfonía. 

Enfermedad no hereditaria

El principal problema en los pacientes epilépticos lo constituye el correcto control de sus crisis, sin embargo, según este especialista, en el 75 por ciento de los casos se controlan adecuadamente gracias a los fármacos antiepilépticos disponibles en la actualidad, que han conseguido una gran eficacia y escasa probabilidad de efectos secundarios. Asimismo, asegura que para el 25 por ciento de pacientes no controlables existen otras estrategias terapéuticas como la neurocirugía funcional.

“Se trata de una enfermedad que, en la gran mayoría de las ocasiones, no es hereditaria. De hecho, con adecuado seguimiento, una mujer epiléptica puede quedarse embarazada con escaso riesgo”, manifiesta Romero.

Desde el Departamento de Salud Pública y Psiquiatría de la Universidad de Málaga, que dirige el catedrático Fernández-Crehuet, se han desarrollado investigaciones para avanzar en el estudio del diagnóstico y del análisis epidemiológico de esta enfermedad, así como nuevos tratamientos. En concreto, tres tesis doctorales de los especialistas Jorge Romero, Manuel Romero y Maribel Chamorro.

Fernandez-Crehuet es también director de la Cátedra de Ética Médica de la Universidad de Málaga y el Hospital El Ángel.

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