Dieciséis alumnos de la UPCT exponen sus trabajos de arquitectura estos días

Un total de 16 proyectos integrales, que abarcan desde lo conceptual hasta los elementos de detalle y suponen la culminación de la carrera, están siendo presentados desde hoy por otros tantos estudiantes del grado de Arquitectura de la Universidad Politécnica de Cartagena (UPCT) y pueden verse expuestos en la sala de ideación de su Escuela, la ETSAE.
 
“Son proyectos muy completos, que abarcan desde lo conceptual hasta los elementos de detalle”, subraya uno de los profesores del tribunal que los evalúa, Pau Natividad, “en los que demuestra su capacitación en todas las competencias que exige la profesión de arquitecto: urbanismo, construcción, estructuras, instalaciones, proyección…”, enumera. “Manteniendo la doble visión técnica y humanística del oficio, que obliga a implicarse en el entorno y la sociedad”, añade el docente de la UPCT Antonio Cerezuela, que preside un tribunal en el que también están la profesora Vicenzina La Spina y el premiado arquitecto Fernando de Retes, en representación del COAMU.
 
Así, la quincena de proyectos busca dar respuesta a distintas demandas sociales, proponiendo nuevos usos para edificios y hasta caseríos abandonados y sugiriendo iniciativas para reactivar la vida socioeconómica desde múltiples perspectivas. 
 
Algunos proyectos tienen emplazamientos comunes, como el Palacio de la Encomienda de Caravaca, para el que, por ejemplo, María Teresa Rubio Ruiz ha ideado un centro de artesanía “intergeneracional”, concebido como espacio divulgativo y de transmisión de conocimientos y diseñado con una simbiosis de materiales tradicionales, como la cerámica, y contemporáneos, como el acero. Para el mismo edificio Francisco Joaquín Giménez González ha proyectado una hospedería con reminiscencias medievales, como el tamizado de luz, que sirve también como centro de visitantes y escuela de turismo.
 
También es común en varios proyectos la isla de Tabarca, en la que se sitúan propuestas como la de Ángela Franco García, que ha ideado un centro de buceo y arqueología subacuática para descubrir el campo de ánforas dejadas por los pecios fenicios y romanos hundidos, o el balneario con estanques “flotantes” de David Barrero Herreros, que reproduce con piscinas en forma de aljibe y agua salina la esencia de la isla. 
 
Otros proyectos se ubican en lugares específicos, como el que idea una rehabilitación de la antigua cárcel de Murcia a través de la horticultura y la gastronomía, o el que sugiere la creación de un centro deportivo junto a la pasarela Manterola de la capital regional. Un edificio administrativo en Santiago de Compostela, un campo de golf en la costa y un hospital psiquiátrico en Cieza son también ideas desarrolladas por los alumnos de la UPCT, que han apostado igualmente por combatir el despoblamiento rural con propuestas como un centro multiconfesional en un caserío abandonado del municipio de Caravaca y un centro docente alternativo en Pozohondo (Albacete). 
 
“Dar las mismas oportunidades a los habitantes del mundo rural” es el objetivo de este último proyecto, ideado por Rocío Hernández Gálvez, que ha emplazado en la localidad de origen de su familia un colegio basado en el aprendizaje a través de proyectos, con metodologías de enseñanza personalizada y colaborativa, en la que conviven en clase alumnado de distintas edades. Para ello ha diseñado un conjunto arquitectónico que “se mimetiza con el pueblo”.

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