El Aula María Zambrano analiza la situación de Puerto Rico y el efecto de los huracanes en la isla

El vicerrector de Política Institucional, Juan Antonio García Galindo, ha presidido este martes la presentación de unas jornadas de análisis de la situación actual de Puerto Rico, que se han visto muy mediatizadas por los efectos del huracán María, que como se sabe asoló la isla hace menos de tres meses y que dejó un rastro de destrucción a su paso. Una estela que, con el paso de los días está dejando entrever una oportunidad de refundar la sociedad portorriqueña superando algunos de los problemas que han lastrado la realidad política y social durante las últimas décadas.

La influencia del paso del ciclón María por las jornadas, la explicó el vicerrector García Galindo cuando explicó que “el Aula María Zambrano de las universidades de Málaga y metropolitana de Puerto Rico, con la colaboración de la Cámara de Comercio de España en Puerto Rico, llevábamos meses preparando unas jornadas más amplias, como de una semana de duración en la que se iban a abordar todas las posibilidades de colaboración universitaria que se abren entre Puerto Rico y España”. “Cuando estaba todo muy avanzado –continuó el vicerrector-  se cruzó el huracán más potente que ha azotado la isla en las últimas décadas y frustró nuestras expectativas, pero esperamos que sea sólo de manera temporal; quizás para la próxima primavera estemos las dos partes en condiciones de profundizar en las cuestiones que vamos abordar de manera concentrada en estas dos jornadas con las que queremos despertar el interés mutuo por la colaboración”.

En el acto de presentación, el profesor García Galindo ha estado acompañado por Juan Luis Carril, secretario general de la Cámara de Comercio de España en Puerto Rico y por Olga Figueroa, asistente del rector de la Universidad Metropolitana de Puerto Rico y directora de la sede portorriqueña del Aula María Zambrano de Estudios Trasatlánticos, que coincidieron con el vicerrector de la UMA en el interés de que estas jornadas de hoy y mañana sean una especie de prólogo de un trabajo mucho más amplio y duradero. La primera de las dos jornadas se ha celebrado en el edificio del Rectorado de la UMA, mientras que la jornada de mañana se celebrará en  el PTA.

Dos conferencias y una mesa redonda en la primera jornada

La primera jornada se ha desarrollado en torno a dos conferencias y una mesa redonda. La primera ponencia la ha pronunciado Eliseo Colón, catedrático de Comunicación y ex­decano de Comunicación Social de la Universidad de Puerto Rico, quien desarrolló una sugerente charla sobre el doble papel de “laboratorio económico  y de estrategia militar” que tiene la isla caribeña en la agenda política estadounidense y sobre la dualidad “entre el azote y el amparo que han tenido históricamente los huracanes y que puede tener maría en la actualidad”.

El profesor Colón considera que todos los huracanes que han sido destructivos, “han actuado al mismo tiempo como drenaje de los problemas que lastran la vida en las islas caribeñas y es muy posible, hay señales de ello, de que los efectos de María vayan más allá de la destrucción”. Par conocer la intensidad de los efectos sociales de María, el profesor Colón planteó tres interrogantes y apuntó respuestas, alguna de ellas parciales por el poco tiempo transcurrido desde el pasado mes de septiembre, que ayudan a perfilar el presente y el futuro de la Isla.

Las preguntas fueron. “Cuál es el escenario político con el que se afrontan los efectos de María en Puerto Rico? ¿Qué cambios ha habido respecto a la situación que dejaron los huracanes Hugo, en 1989 y Georges, en 1998? ¿Qué reconfiguración humana y solidaria se está produciendo tras esta crisis?”, se preguntó.

El escenario político actual es, cuando menos, extraño, con “un territorio que depende del Congreso de Estados Unidos, pero sin formar parte de él; con una legislación general basada en una serie de normas, como el Estatuto de 1901, con un redacción un tanto ambigua; con un problema de deuda muy importante y que se ha convertido en un laboratorio de experimentación de políticas neoliberales con un continuo proceso de redistribución del poder entre las oligarquías isleñas y un creciente desapego entre la población y los gobernantes locales”.

La respuesta a la segunda pregunta hay que buscarla en la crisis económica y en la debilidad del gobierno local, pero también en el cambio del papel de la Federal Emergency Management Agency (FEMA) que, desde el ataque a las torres gemelas el 11 de septiembre de 2001, ha pasado de ser una entidad de cooperación para el desarrollo a ser un apéndice del Departamento de Seguridad Nacional. “Ha perdido –explicó Eliseo Colón- su papel de trabajo para luchar contra los desastres naturales para dotarse del perfil propio de una agencia contra el terrorismo, de tal modo que en tras el paso de Maria ha habido una notable falta de recursos para afrontar los daños ocasionados por el huracán, pero se ha logrado militarizar la isla en un tiempo récord”.

Con todo, la respuesta a la tercera pregunta es la que da más pistas sobre el posible papel de cambio de estructuras que puede venir tras el paso de un ciclón tan destructivo como María. “Se ha producido un gran éxodo de población hacia Estados Unidos, pero entre los que nos hemos quedado –afirmó- está creciendo un sentimiento muy potente, alimentado en parte por la rampante corrupción que se está destapando en distintas instancias gubernamentales, lo que está multiplicando la aparición de banderas de la isla por todos los lados como símbolo de unidad y de recuperación de unos valores y una identidad propia”.

El profesor concluyó su intervención con la utilización de unas estrofas de una plena, un género musical propio de Puerto Rico, que está circulando por el país siendo utilizada su letra con evidente doble sentido: “Santa María libéranos de todo mal/ ampáranos señora de este terrible animal”. “Esperamos –concluyó el profesor- que la vorágine de Santa María pueda aportar un cambio radical en Puerto Rico”.

Tras la conferencia de apertura se celebró una mesa redonda, coordinada por el director de Relaciones Institucionales, Alfonso Cortés, sobre los efectos del Huracán Maria y las iniciativas de cooperación internacional que se han desarrollado desde el mes de septiembre hasta la fecha.

En el debate participaron Miguel Norbert, diácono en la Diócesis de Málaga y coordinador del envío de ayuda a la población puertorriqueña, utilizando las estructuras de la Iglesia: Ignacio Salinas, presidente de Iniciativa Puerto Rico-España, entidad creada para potenciar las actividades conjuntas entre ambos países, pero que en los últimos meses se ha dedicado fundamentalmente a prestar apoyo a los proyectos de ayuda puestos en marcha por Miguel Norbert; Olga Figueroa, quien hizo un relato emocionado de la vivencia en primera persona de la destrucción causada por María, que dejó sin luz, agua potable y totalmente incomunicada al 100 por cien de la población (en estos momentos aún hay casi el 40 por ciento de puertorriqueños sin luz y casi el 20 sin agua potable) y Rafael Alonso, periodista español, que fue el primer corresponsal de la Agencia Efe en Puerto Rico en el año 1978.

De las intervenciones de todos ellos quedaron patentes los problemas que ha tenido que atravesar la población de Puerto Rico para superar los efectos destructivos del huracán, en buena parte, debido al cambio en el perfil de trabajo de la FEMA y de la falta de iniciativa del equipo del gobernador, unas disfunciones que han hecho que tres meses después de la tragedia las cifras oficiales de damnificados no se aproximen ni de lejos a las cifras reales de muertos y heridos o la lentísima reparación de infraestructuras básicas como la luz y la electricidad. También destacaron la importancia de la ayuda internacional, de la sociedad civil estadounidense y de la diáspora; una ayuda que tiene más mérito si tenemos en cuenta que las autoridades de la isla nunca la solicitaron.

La primera jornada se cerró con una conferencia de Juan Luis Carril, secretario general de la Cámara de Comercio de España en Puerto Rico, que realizó una esperanzadora y motivadora exposición sobre las posibilidades “que se abrían en Puerto Rico a principios del mes de septiembre y que, desde mi punto de vista, siguen totalmente abierta tras el paso del huracán”: “Las oportunidades –explicó- afectan tanto a aspectos académicos tanto para estudiantes como para investigadores toda vez que los estudios que se imparten en Puerto Rico tienen total validez en el territorio de Estados Unidos, como a aspectos empresariales”.

“Puerto Rico – explicó- ofrece un puente de entrada en todo el continente americano con unas condiciones de estabilidad económica, fiscal, legal y reguladora que no es fácil encontrar en otros países de la zona”. “La seguridad jurídica –continuó- es un elemento básico para animar la inversión en el país, pero no es el único ya que hay sectores como el turismo y, sobre todo, la agricultura, con muy poco peso relativo en la riqueza del país y en el que hay empresas españolas que podrían generar actividad que fuera beneficiosa para ambas partes”,

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