Un equipo de investigadores del CSIC presenta el nuevo observatorio de rayos X que promete revolucionar la observación del cosmos: se trata de la misión NewAthena, un observatorio que utilizará la astrofísica multimensajero y contará con dos instrumentos avanzados: un detector capaz de cartografiar amplias zonas del cielo en busca de fuentes de rayos X y una unidad de campo integral, que ofrecerá datos clave sobre la composición de objetos cósmicos.
El observatorio, que está desarrollado por la Agencia Europea del Espacio (ESA), cuenta con la participación, entre otros centros nacionales e internacionales, del Instituto de Física de Cantabria (IFCA, CSIC-Universidad de Cantabria), y el Instituto de Ciencias del Espacio (ICE-CSIC). Se espera que la misión sea oficialmente adoptada en 2027, con un lanzamiento proyectado hacia 2036-2037.
Ahora, un estudio publicado en Nature Astronomy y firmado por dos investigadores españoles, Francisco Carrera, del Instituto de Física de Cantabria (IFCA, CSIC-Universidad de Cantabria), y Nanda Rea, del Instituto de Ciencias del Espacio (ICE-CSIC) y del Instituto de Estudios Espaciales de Cataluña (IEEC), define las líneas maestras de un observatorio de rayos X diseñado para multiplicar la sensibilidad y capacidades que ofrecen los instrumentos actuales.
Qué fenómenos se podrán observar con NewAthena
“NewAthena está concebida para revolucionar la espectroscopía y cartografía de rayos X, permitiendo observaciones de fenómenos cósmicos con una precisión sin precedentes”, señala Francisco Carrera, que subraya la importancia de este proyecto “para responder a algunas de las preguntas más fundamentales de la astrofísica moderna”.
La misión NewAthena no solo mejorará el estudio de los rayos X en el cosmos, sino que también abrirá nuevas puertas en la astrofísica multimensajero, un campo que combina datos de luz, ondas gravitacionales y neutrinos para explorar fenómenos extremos del universo. Según Nanda Rea, esta tecnología “nos permitirá profundizar en temas como el impacto de las estrellas en la habitabilidad planetaria, la ecuación que rige la materia en las estrellas de neutrones, la producción y distribución de metales en el cosmos, los mecanismos detrás de la evolución cosmológica de los bariones atrapados en las concentraciones de materia oscura, o los efectos de los agujeros negros supermasivos en la evolución galáctica”.
Entre sus características técnicas, NewAthena contará con dos instrumentos avanzados: un detector de gran campo capaz de cartografiar amplias zonas del cielo en busca de fuentes de rayos X, lo que permitirá estudiar las propiedades físicas de estas regiones de forma eficiente; y una unidad de campo integral, diseñada para obtener imágenes y espectros de rayos X en cada punto, proporcionando datos clave sobre la composición y el estado físico de objetos cósmicos.
Un esfuerzo internacional hacia el futuro
La misión NewAthena se basa en décadas de colaboración entre agencias internacionales como ESA, NASA y JAXA, además del trabajo científico y técnico de instituciones de todo el mundo. Para Silvia Martínez, gestora de la Oficina de la Comunidad Athena (ACO), “este esfuerzo conjunto promete abrir una nueva era en la observación astronómica, consolidando a NewAthena como un referente clave en la próxima generación de misiones espaciales”.
“Para los jóvenes interesados en ciencia espacial, esta es una oportunidad para contribuir a un proyecto que redefinirá nuestro entendimiento del universo”, concluye Carrera.