Más del 90% de las acciones de gobierno de todo el año cumplidas; la aplicación de un modelo de gobernanza regido por la inclusión, la participación y la transparencia, y una gestión de máxima eficiencia para afrontar las dificultades derivadas de la incertidumbre financiera. Estas son las grandes líneas del informe de gestión expuesto esta semana ante el claustro de la Universidad de Almería (UAL) por el rector, José Céspedes, en la presentación de la memoria de su primer año al frente de la institución universitaria.
Un año en el que se han materializado hasta 273 de las 303 acciones de gobierno (279 planificadas y 24 adicionales) para el ejercicio de 2024, con un grado de ejecución del 90,1%, según refleja, de manera pormenorizada, el documento de la memoria, consultable en la página web de la UAL. Estas acciones se han desplegado en cada uno de los once ámbitos en los que se estructura la acción general de gobierno de la UAL para atender a todos los colectivos que conforman la comunidad universitaria −estudiantes, PDI, PTGAS− y a la relación con el entorno social y económico, y que incluyen docencia y formación (56 acciones); investigación (30); transferencia e intercambio de conocimiento (27); cultura (34); gobernanza participativa (33); igualdad, inclusión y conciliación (20); internacionalización (102); transformación digital (45); vida universitaria y bienestar (26) y campus sostenible (27).
Algunas de las acciones cumplidas este primer año del mandato del rector de la UAL
Entre las actuaciones que se han llevado a cabo en este primer año destacan algunas que han venido a satisfacer reivindicaciones de la comunidad universitaria o a mejorar sustancialmente la oferta y servicios de la institución, como la actualización y ampliación de la oferta de másteres y grados, los planes de formación de PDI y PTGAS, los planes de estabilización de personal docente e investigador y concurso de plazas del personal técnico, de gestión, administración y servicios o el incremento de las becas a estudiantes.
Estrechar la relación con el entorno social y económico almeriense ha representado a lo largo del año una de las grandes prioridades de la acción de gobierno, dirigida a hacer llegar la presencia e influencia de la Universidad a toda la provincia de Almería. Desde el aumento del número de cátedras y seminarios permanentes, fruto de la colaboración directa con empresas y entidades, a la extensión de los cursos de verano a más municipios, pasando por muchas otras medidas, la gestión de la UAL busca reforzar el liderazgo de la Universidad en el desarrollo económico, social y cultural de la provincia de la que forma parte, a través de sus funciones esenciales: generación de conocimiento, investigación y transferencia desde y hacia el entorno.
Cuál ha sido la línea de trabajo seguida para cumplir con los compromisos
Toda la acción desarrollada a lo largo del año 2024 por la Universidad de Almería solo ha sido posible aplicando el principio de máxima eficiencia en la gestión de los recursos disponibles, dadas las dificultades económicas que ha generado el que no se hayan ingresado todavía, en la fecha de presentación del informe de gestión, los fondos consolidables pendientes, derivados del modelo de financiación y de los compromisos adicionales para el pago de los complementos retributivos, por parte de la Consejería de Universidades de la Junta de Andalucía. Estos incumplimientos afectan a las nueve universidades públicas de Andalucía y son la causa de las demandas expresadas públicamente de manera conjunta por la rectora y los rectores en las últimas semanas.
En el caso particular de la Universidad de Almería, a este escenario común de dificultad e incertidumbre, que también se ha trasladado a la elaboración del presupuesto para 2025, se le suma el hecho de estar más afectada por la situación, al contar con un ingreso por estudiante, derivado del reparto de los fondos del modelo de financiación, por debajo de la media, lo que perjudica particularmente a la institución y a la sociedad almeriense. Según ha advertido el rector, José Céspedes, esta situación estrecha cada vez más el margen de maniobra para aplicar las políticas e iniciativas que demandan la sociedad almeriense y la comunidad universitaria y que son necesarias, habida cuenta que la eficiencia en la gestión también tiene un límite.
Es por ello que el presupuesto de 2025 de la Universidad de Almería, aprobado el pasado viernes por el pleno del Consejo Social previo informe favorable del Consejo de Gobierno, refleja el escenario de incertidumbre y se ha elaborado aplicando el principio de prudencia, al tiempo que el de confianza en el cumplimiento tanto del modelo de financiación como de los compromisos adquiridos por la Consejería de Universidades para hacer frente a los incrementos adicionales del gasto. A su vez, la Universidad de Almería ha hecho durante el último año, y prevé seguir haciéndolo en el nuevo ejercicio, un esfuerzo en la gestión de otros recursos económicos al margen del modelo de financiación, que se acercan al 30% del presupuesto total.