El Archivo General de la Región de Murcia ha catalogado y digitalizado el fondo musical del archivo de los franciscanos de Murcia, compuesto por 28 cajas y libros de partituras de los siglos XVI al XX, además de rehabilitar un documento del siglo XVIII, en lengua española y maya.
Hace unos días la Guardia Civil entregó al Obispado de Cartagena varios documentos de entre los siglos XV y XIX recuperados por la Guardia Civil
El director general de Patrimonio Cultural, Patricio Sánchez, entregó hoy a Francisco Martínez Fresneda, guardián de la Fraternidad de La Merced, el voluminoso fondo musical, que fue depositado en 2018 en el Archivo General para su identificación, clasificación y organización, lo que ha permitido seleccionar aquellos documentos musicales de mayor interés.
Sobre esta selección, que incluye 438 partituras, principalmente manuscritas, se centraron los trabajos de descripción y digitalización, en los que, además del personal (archivero, de restauración y de digitalización) del Archivo, han participado alumnos de musicología del Conservatorio Superior de Música de Murcia.
Del archivo franciscano, con un arco cronológico entre el siglo XVI y 1968, se han catalogado y digitalizado un total 365 documentos, especialmente partituras manuscritas, originales y copias, de obras de carácter religioso y también laico, utilizadas, sobre todo, para la formación y estudio de los religiosos de la antigua Provincia Franciscana de Cartagena.
La mayor parte son para voces solas, voces con acompañamiento de piano u órgano o para voz y orquesta, entre otras. También incluye tres libros cantorales de canto llano (con liturgia de Domingo de Ramos antes de la misa, con vísperas del común de los santos y vísperas, maitines y laudes del Oficio de Difuntos y con liturgia de Semana Santa).
Entre los autores de las composiciones (originales o arreglos) identificados se encuentran los padres franciscanos Samuel Prats, Isidoro Rodríguez, Berardo Zamora, Julio Munuaga González, Miguel de Mauth o Manuel Mola. También hay composiciones de Manuel García Ferrer, Mariano García López o Jerónimo Oliver, así como de dos compositoras: Margarita Castrillón y Butler y Soledad Callejón González.
A través de las improntas de sello de tinta estampadas en algunas partituras se han podido identificar las distintas procedencias y centros de formación franciscanos, antes de su concentración en el Archivo Franciscano de Murcia: Coristado de Padres Franciscanos de Hellín (Albacete), Convento de Santa Ana del Monte de Padres Franciscanos de Jumilla, Colegio Seráfico de Padres Franciscanos de Cehegín, Residencia de Padres Franciscanos de Almería y Convento de Santa Ana de Padres Franciscanos de Orihuela (también Coristado de Padres Franciscanos de Orihuela).
Entre las partituras franciscanas se identificó, catalogó y digitalizó el fondo del compositor alicantino Miguel Barberá Botella, miembro de las Bandas de Música Municipales de Almería y Alicante y director y profesor de solfeo de la Banda de Música de la Cruz Roja Española de Alicante. Contiene 73 partituras manuscritas, fechadas entre 1904 y 1936, correspondientes a obras originales y arreglos para banda, piano y grupo instrumental de todos los estilos musicales de la época (valses, polkas, marchas, fados o pasodobles).
Tanto las catalogaciones como las imágenes digitales del archivo musical franciscano están disponibles para su consulta en el catálogo web del Archivo General de la Región de Murcia.
El director general de Patrimonio Cultural, Patricio Sánchez, aseguró que “esta nueva colección viene a enriquecer el importante conjunto de fondos musicales de compositores, intérpretes e instituciones musicales murcianos que conserva el Archivo General, incluido como centro de referencia regional en el Mapa del Patrimonio Musical en España que mantiene el Instituto Nacional de las Artes Escénicas y de la Música”.
Asimismo, destacó el trabajo del Archivo “dotado del equipamiento y del personal técnico especializado que permite mejorar la conservación de nuestro patrimonio para las futuras generaciones y evitar pérdidas irrecuperables de documentos que forman parte de nuestra historia”.
Manuscrito bilingüe en español y en la legua quiché
Asimismo, se entregó un importante documento histórico que ha sido tratado en el laboratorio de restauración del Archivo General, un libro manuscrito bilingüe, en español y en la legua quiché (un dialecto maya hablado en Guatemala), titulado ‘Cuaderno para administrar todos los sacramentos en lengua quiché’, escrito por un religioso franciscano en 1791, de gran interés lingüístico, etnológico e histórico.
El manuscrito se divide en tres partes: una primera, dedicada a la administración de los sacramentos en esa lengua, un ‘Arte de la lengua quiché’ con cuestiones gramaticales y un ‘Vocabulario español-quiché’. Forma parte de la colección de libros manuscritos en lenguas nativas centroamericanas que se conserva en el Archivo Franciscano de Murcia, como fruto de la labor evangelizadora realizada por la Orden durante siglos en aquellas tierras.
Documentos de entre los siglos XV y XIX recuperados por la Guardia Civil
El Gobierno regional también entregó hace unos días al Obispado de Cartagena tres documentos históricos, datados entre los siglos XV y XIX y recuperados en su día por la Policía Judicial de la Guardia Civil, en un acto, celebrado en el Archivo General de la Región de Murcia.
La Unidad de Policía Judicial entregó en 2019 estos documentos al Archivo General de la Región, en depósito, para que emitiera un informe pericial con el fin de autentificar y determinar la originalidad, su titularidad (pública o privada), el grado de protección y su consideración como patrimonio documental.
Tras dictaminar que tales documentos eran originales y pertenecían al Obispado de Cartagena, la Dirección General de Patrimonio Cultural ordenó que se reintegrasen a los archivos históricos de la Diócesis.
Los tres documentos son:
- La escritura de concordia entre el obispo y el cabildo Catedral sobre la tenencia de la torre y lugar de Alguazas (año 1453);
- Cuatro cuadernos del libro de notas o protocolo de la Audiencia Episcopal de Cartagena (años 1463-1477);
- Un cuaderno en el que constan las obligaciones de los ministros y sirvientes de la Santa Iglesia de Cartagena, en virtud de acuerdos y determinaciones del deán y el cabildo de la misma (años 1755-1823).
escritura de concordia entre el obispo y el cabildo Catedral sobre la tenencia de la torre y lugar de Alguazas (año 1453)
El primer documento hace referencia a la conocida como ‘Torre Vieja’, ‘del Obispo’ o ‘de los Moros’, un edificio del siglo XIV declarado Bien de Interés Cultural y localizado en la huerta de Alguazas, que sirvió, entre otros usos, como cárcel durante la Edad Media, cuando la localidad pertenecía como señorío eclesiástico al Obispado de Cartagena.
La concordia, entre el obispo Diego de Comontes y el deán y cabildo catedralicio, establece cómo se debían repartir entre ambas partes los gastos generados por el alcaide y los soldados que guarnecieron la torre durante la guerra civil que asoló el territorio, en el contexto del enfrentamiento entre distintas ramas de los Fajardo por el control del Adelantamiento del Reino de Murcia.
Cuatro cuadernos del libro de notas o protocolo de la Audiencia Episcopal de Cartagena (años 1463-1477)
En cuanto al segundo, se trata de un conjunto de cuatro cuadernos ,datados entre los años 1463 y 1477, donde los notarios apostólicos recogían y asentaban de forma abreviada los asuntos relacionados con la Audiencia episcopal como poderes de procuradores, órdenes de prisión, matrimonios eclesiásticos, asuntos económicos y otros temas sobre los que tenía jurisdicción la Diócesis.
cuaderno en el que constan las obligaciones de los ministros y sirvientes de la Santa Iglesia de Cartagena (1755-1823)
El último documento es un cuadernillo donde se fueron anotando las obligaciones de los distintos cargos y empleos de la Catedral (como los de veedores, sacristanes mayores y menores, maestros de ceremonias, campaneros, entonadores o canicularios, entre otros), acordadas por el cabildo y el deán entre los años 1755 y 1823.
Desde que comenzó hace más de diez años la estrecha colaboración entre la Dirección General de Patrimonio Cultural, a través del Archivo General de la Región de Murcia, y las distintas unidades de la Policía Judicial de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado en operaciones de recuperación del patrimonio documental, los técnicos de archivos han informado pericialmente sobre unos 640 documentos o conjuntos de documentos históricos, de los que buena parte de ellos se han podido reintegrar a sus legítimos propietarios.