La UCLM participa en un proyecto europeo que pretende reducir las emisiones del sector de la defensa

La Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM) está participando en el proyecto Soluciones innovadoras de propulsión para aplicación terrestres y de defensa, conocido por el acrónimo CALIPSO, con casi veinticinco millones de euros de financiación por parte de la Unión Europea, y pretende reducir las emisiones contaminantes en el sector de la defensa, de forma que pueda alcanzar los objetivos de sostenibilidad marcados por Europa.

“El proyecto allanará el camino hacia la adopción eficiente de sistemas de propulsión innovadores basados en combustibles sostenibles en los ámbitos terrestre y naval del sector de la defensa”, explican sus responsables, que añaden que también “proporcionará directrices y hojas de ruta para abordar sistemáticamente los retos técnicos y de otro tipo, como la normalización, la seguridad, la cadena de suministro y la logística”.

Qué trabajos realizará la UCLM en este proyecto para mejorar la huella ambiental de la defensa

Esta ambiciosa propuesta cuenta con la participación de treinta socios de quince países de la UE, entre los que se encuentra el Instituto de Tecnologías Química y Medioambiental (ITQUIMA) de la UCLM. Coordinado globalmente por el Centro Nacional de Investigación Científica Demokritos, de Grecia, el proyecto CALIPSO ha destinado una financiación de cuatrocientos mil euros para los trabajos en la universidad castellanomanchega, que se centrarán en la estabilidad a largo plazo de diferentes biocombustibles, así como en el crecimiento microbiano y el comportamiento en climas fríos; e investigará la mezcla y el uso de aditivos para aumentar la estabilidad a largo plazo de los biocombustibles en diferentes entornos.

Esta actividad estará dirigida por la catedrática de Ingeniería Química, Maria Jesús Ramos Marcos, del Laboratorio de Energía, Polímeros y Alta Presión del grupo de investigación TEQUIMA; y en la misma participarán también el catedrático de Ingeniería Química, Juan Francisco Rodríguez Romero, y la ingeniera química y responsable del Laboratorio de Combustibles, María del Carmen Montano Vico, así como el también catedrático de Ingeniería Química Manuel Salvador Carmona Franco.