La Universidad Politécnica de Cartagena demuestra que las viñas sombreadas por paneles solares producen vino de la misma calidad
Tan bueno como siempre. Investigadores de la Universidad Politécnica de Cartagena han comprobado que la viticultura es compatible con instalaciones fotovoltaicas en los viñedos para generar energía eléctrica. El vino producido con uvas de viñas sombreadas por paneles solares es de la misma calidad que el de las viñas no sombreadas.
La UPCT ha dado a probar, hoy durante la presentación de la nueva añada del vino Tomás Ferro, los vinos experimentales producidos para conocer si la sombra proyectada había influido en la calidad organoléptica de los caldos. “Los hemos hecho con las mismas condiciones y el resultado es que no hay diferencias significativas”, resume la investigadora agrónoma Arantxa Aznar.
Los paneles se colocaron de forma que únicamente añaden un 3% de sombra sobre el tronco de la vid y nada a las hojas ni a las uvas. El sombraje se calculó para incidir básicamente en las calles entre vides. “El objetivo es integrar la energía fotovoltaica en los viñedos sin afectar a su producción”, explica Javier Padilla, responsable en la UPCT del proyecto Enovoltaics, un grupo operativo de la Región de Murcia con financiación del Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural y de la CARM en el que participan las bodegas jumillanas Carchelo y BSI, así como la yeclana Evine, el IMIDA, la cooperativa energética La Solar, COAG y la empresa Agromarketing. Las placas solares, instaladas por la empresa de egresados de la UPCT Crusol, están a una altura que permite el paso de maquinaria.
Paneles rotatorios para reducir la insolación
Estos mismos investigadores tienen en marcha otro proyecto, ‘Solarcap’ (22248/PDC/23), que desarrolla estructuras agrovoltaicas dinámicas para la adaptación climática en viñedos, con financiación de la Fundación Séneca del Gobierno regional a través de sus ‘Ayudas a Grupos de Investigación para la Comercialización y la Explotación Industrial de Resultados bajo el modelo Prueba de Concepto’.
“En este proyecto rotamos las placas para que sí generen sombra sobre las hojas y el fruto, porque los propios bodegueros nos lo han pedido dado el calor extremo de estos últimos años”, explica Padilla. “Reducir la insolación y la cantidad de radiación podría incluso mejorar la calidad de la uva”, apunta por su parte Arantxa Aznar, responsable de la producción vitícola de la UPCT.
Uva autóctona
El padrino de la nueva añada del vino Tomás Ferro ha sido el consejero de Medio Ambiente, Universidades, Investigación y Mar Menor, quien ha podido degustar el caldo embotellado y comercializado por Bodegas Luzón tras la vinificación que siguió a la vendimia en la que participaron un centenar de voluntarios de la comunidad universitaria.
La producción de las viñas de la UPCT en su Estación Experimental Agroalimentaria ha sido similar a la de años anteriores y ha permitido elaborar 1.500 litros de vino blanco de uva Merseguera, una variedad autóctona del campo de Cartagena que la Politécnica lleva años poniendo en valor con la producción de un vino que destaca por sus aromas de fruta blanca y manzana verde.
El vino ha maridado durante la presentación con aperitivos donados por el Grupo Fuertes, Ricardo Fuentes Salazones, la Cooperativa de almendras de Fuente Álamo, Aceitunas Sabores de Cieza, la asociación de criadores de Gallina murciana Agamur y por el exprofesor Adolfo Falagán que ha aportado quesos de la denominación de origen de Murcia.
Además, la Escuela de Hostelería de Cartagena ha servido estos productos y diversas elaboraciones con gallina de razón murciana, como tortillas de patatas, guiso de gurullos, pan de calatrava y bavaroise.