Investigadores de la Universidad de Alicante desarrollarán nuevos materiales para los envases de alimentos, con plásticos de origen natural completamente biodegradables con objeto de sustituir los plásticos convencionales. Este proyecto, que se desarrollará en cuatro años, recibirá 598.364 euros de la convocatoria del Programa Prometeo de la Generalitat Valenciana.
El grupo de investigación Pirólisis y Procesado de Polímeros de la Universidad de Alicante, con la colaboración del grupo de investigación de Nanomateriales NANOBIOPOL de la UA y del Instituto Tecnológico del Juguete (AIJU), son los encargados de desarrollar este proyecto de sustituir plásticos derivados del petróleo tales como PP, PE y PVC, por materiales biodegradables para aplicaciones de un solo uso.
Con qué materiales se fabricarán estos envases biodegradables para alimentos
La investigadora de la Universidad de Alicante, Maribel Beltrán, explica que “los materiales biodegradables, como el almidón, de elevada disponibilidad y bajo precio, pueden mantenerse estables durante largos periodos y ser utilizados en sustitución de los plásticos derivados del petróleo, sin embargo, se biodegradan con facilidad en contacto con la humedad, lo que supone a su vez un problema desde el punto de vista de su aplicabilidad”, por lo que el reto consiste en, “realizar mezclas o recubrimientos de estos materiales biodegradables con otros materiales más hidrófobos”, con la finalidad de retrasar y en lo posible controlar este proceso natural.
Además, según indica, “los resultados de este proyecto supondrán una importante contribución al conocimiento del comportamiento de los polímeros biodegradables, las interacciones entre los diferentes componentes de sus formulaciones y su efecto sobre la procesabilidad, propiedades mecánicas, durabilidad y biodegradabilidad”.
Cuál es la importancia de estos envases
En este sentido, la investigadora de la UA destaca que “el desarrollo de materiales con componentes totalmente biodegradables para aplicaciones de un solo uso supondrá un importante paso adelante en los objetivos de sostenibilidad, protección del medio ambiente, economía circular y cambio climático”.
De hecho, según resalta, “también tendrán un impacto positivo en el problema de los microplásticos, ya que estos materiales son totalmente compostables y biodegradables y no contribuyen a la dispersión de pequeñas partículas de plásticos no biodegradables”.
Actualmente, estos investigadores ya han desarrollado espumas de almidón para sustituir con éxito a las espumas de poliestireno que se utilizan habitualmente en las bandejas para el envasado de alimentos. Estos materiales están formados por “ingredientes de origen natural, biodegradables e incluso comestibles”, indica Maribel Beltrán, quien señala que ahora el trabajo consistirá en optimizar su composición con objeto de mejorar la resistencia a la humedad y modular su biodegración para, de este modo, propiciar su aplicación comercial.