La mayor parte de los pulgones de América del Sur han llegado de otros continentes

Los pulgones son unos insectos que entrañan un cierto peligro para los cultivos y las masas vegetales, debido a su capacidad para reproducirse rápidamente y generar plagas difíciles de controlar. En el mundo hay registradas unas 5.650 especies, una cifra que llama la atención por lo elevada y por no estar muy lejos de las más de 6.200 especies de mamíferos existentes. Ahora, investigadores de la Universidad de León (ULE) han completado un proyecto de tres décadas, en el que han estudiado la población de pulgones de América del Sur. Este equipo científico ha comprobado que la mayoría ha llegado de otros continentes, debido a la acción de los seres humanos.

El trabajo donde se recogen las conclusiones de este estudio ha sido publicado por la Asociación Española de Entomología, en el suplemento de su boletín un artículo titulado ‘Tres estudios taxonómicos sobre pulgones’. En él, Juan Manuel Nieto Nafría, Pilar Mier Durante y Jaime Ortego, presentan los resultados del trabajo sobre los géneros Sitobion, Uroleucon y Aphis (Hemiptera, Aphididae) presentes en América del Sur, realizado a partir de material conservado en la colección de áfidos de la ULE.

En el caso del género Sitobion el artículo aporta nuevas especies, reubicaciones de otras y una hipótesis sobre el origen del género; para el Uroleucon se incorporan novedades taxonómicas, bionómicas y de distribución en Argentina y Chile, y finalmente para Aphis se describen doce nuevas especies en Sudamérica austral.

Se trata de un trabajo que constituye el colofón a una larga y productiva trayectoria investigadora, ya que como se explica en el prólogo del artículo, los autores han estudiado durante los últimos 30 años “la afidofauna de América del Sur, principalmente de Argentina y de Chile (Hemiptera, Aphididae), a partir de especímenes colectados por nosotros mismos o por otras personas, que se conservan en la colección afidológica de la Universidad de León o en la particular de J. Ortego”.

Qué novedades se presentan en este estudio sobre los pulgones de América del Sur

“En esos estudios, -añaden-, se ha confirmado que la afidofauna de esos dos países, como la de América del Sur en su totalidad, está integrada mayoritariamente por especies de origen exoamericano, presuntamente llegadas al continente por acción antrópica, a pesar de la importante cantidad de nuevas especies que se han establecido durante estos años”.

Por citar tan solo los datos más relevantes, el trabajo de los investigadores de la ULE a lo largo de tres décadas ha aportado a la ciencia 83 nuevas especies de pulgones, 4 nuevos géneros, una decena de actuaciones taxonómicas relevantes, dos docenas de novedades faunísticas continentales y numerosas de carácter nacional.

Cómo son los pulgones o áfidos

Los pulgones o áfidos son insectos que se alimentan de la savia. Suelen ser muy específicos de sus especies de plantas hospedadoras, pero los hay polífagos, que pueden alimentarse de casi dos centenares de especies de plantas. Según el último registro hay 5.650 especies en el mundo, cifra que llama la atención por ser tan elevada ya que, según el mismo catálogo, no está muy lejos de la del total de mamíferos (6.234 especies).

El investigador Juan Manuel Nieto, en la actualidad profesor emérito honorario de la ULE, explica que son unos insectos muy raros porque durante la mayor parte del año (a veces y si el clima y las plantas lo permiten durante todo el año) se suceden generaciones de hembras (¡sólo hembras!) que son partenogenéticas y vivíparas”.

La partenogénesis, que fue descubierta por Charles Bonnet en 1744, es una peculiar forma de reproducción basada en el desarrollo de células sexuales femeninas (óvulos), no fecundadas.

Nieto añade que son más raros aún porque “pueden empezar a gestar nada más ser paridas, y en algunas especies se ha demostrado que incluso durante su desarrollo embrionario, por lo cual el crecimiento demográfico de sus poblaciones es vertiginoso”.

La importancia de los pulgones radica en que pueden transmitir virus vegetales de unas plantas a otras, y además pueden producir daños en plantas de interés económico (plagas) ya que consumen savia y producen malformaciones.