La Universidad de Almería (UAL) ha entregado sus becas destinadas a estudiantes con la condición de refugiados. En total, han sido 19 ayudas financiadas a través del Plan Propio de Cooperación Internacional 2024 y del Ministerio de Universidades, en su caso enmarcada esta acción en el Plan de Acción Universidad-Refugio. José Carlos Redondo, vicerrector de Proyección Internacional, ha dirigido unas cálidas palabras a los estudiantes al reconocerles que “es una alegría, pero también al mismo tiempo con un eco de tristeza, en el sentido de que es gente que viene de guerras, de conflictos, y que están en una especie de diáspora forzada”.
“Participamos de esta iniciativa y es un momento de orgullo y un momento de satisfacción para la Universidad de Almería y para toda la comunidad universitaria, pues es una muestra de solidaridad y de apoyo a gente que realmente lo necesita”. En concreto, se han dividido en tres modalidades y se han entregado, así, siete ayudas para matrícula de estudios oficiales en la UAL, de grado, de máster oficial o de doctorado, siete al alojamiento y manutención en Almería para asistir al campus de la UAL a realizar estudios y cinco para cursos intensivos de español en el Centro de Lenguas, de 120 horas de clase, el coste del material docente y una prueba de certificación.
Los países de procedencia de los beneficiarios de las ayudas en esta convocatoria son cinco, “Ucrania, Colombia, Palestina, Libia, Venezuela”, tal y como ha precisado el vicerrector, para el que la cofinanciación de las becas “es muy interesante, porque ha sido lo que ha permitido que existan”. Redondo ha añadido que “el mantenimiento en el tiempo de estas ayudas fortalece el compromiso de la UAL con la sociedad de su entorno y con la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030 aprobada por Naciones Unidas, tan esperada y tan ansiada sobre todo por la gente que realmente lo necesita”. Ha finalizado dando relevancia a esa idea de que “es un gran placer, en el sentido en el que nos sentimos plenos por la cooperación y por la solidaridad; creo que es una de las herramientas de la UAL donde demuestra que estamos ahí, que estamos en la brecha”, textualmente.
Lo ha acompañado parte de su equipo y también una alta representación del Centro de Lenguas, con su directora, Carmina García, y su subdirectora, Esther González. La primera ha manifestado igualmente su satisfacción por la participación en estas ayudas, toda vez que la barrera idiomática puede ser un gran problema: “Van a dar un curso especial de español en lengua extranjera dedicado totalmente a la destreza lingüística y comunicativa, pero también al aspecto cultural”. Ha mostrado su convencimiento de que “una vez más, porque es ya la octava edición de estas becas, harán un buen aprovechamiento y compartiremos con ellos y con ellas esta oportunidad que les da la Universidad de Almería”.
En nombre del Centro de Lenguas ha expresado la “ilusión” con la que se abordan “este tipo de becas y de colaboraciones hacia el aspecto más social de la universidad pública”, precisando que encaja perfectamente con la atmósfera particular del centro, tanto de intercambio como de apertura de mente: “Tenemos una población de estudiantados de muy diversos países, algo que quizá no se conoce tanto como cuando se está allí, y para nosotras forma parte del esfuerzo diario y de la satisfacción que debe suponer atender a este tipo de demandas en las que estamos todos y todas implicados, colaborando; somos una universidad pública que, dentro de los medios y de las necesidades que hay hoy en día, atendemos este tipo de demandas, y supone una satisfacción muy grande”.
Kateryna Solodskykh, de Ucrania, que lleva cuatro años estudiando en la UAL el Grado en Estudios Ingleses y se dispone en breve a realizar su TFG, ha contado su experiencia: “Estoy muy agradecida como estudiante por esta ayuda, porque contribuye de una manera significativa a mi carrera y a mi vida aquí; estoy muy contenta con mi vida universitaria, tengo muchos amigos, los profesores son increíbles”. Es “voluntaria de Erasmus”, y le encanta la Feria de la Naciones, “una oportunidad única de enseñar la cultura de mi país”. También ucraniana es Yulia Petrova, quien con el español dominará “cinco idiomas” siendo su proyección profesional la traducción. Vive en España desde hace dos años y “esta beca es una muy buena oportunidad para proyectar mi carrera aquí, ya que quiero trabajar y vivir en España”. Además, por un problema de homologación de título que la llevará a Ucrania para poder resolverlo, “esta ayuda me vendrá muy bien para empezar desde cero”. Lo tiene claro, aquí “el clima, la gente y el país, todo, es maravilloso y estoy muy, muy feliz”, textualmente, “y quiero aportar a España”. No olvida “el ‘tiempo duro’ de la guerra”.