Jesús de Perceval es uno de los artistas que más presencia tiene en la ciudad de Almería. Este pintor, escultor y diseñador ha dejado su impronta en muchos rincones de Almería: la basílica de la Virgen del Mar, la plaza del Bendicho, la Fuente de los Peces, así como las innumerables pinturas repartidas por las estancias de las instituciones públicas almerienses. Sin embargo, su casa, la casa en la que vivió y que le sirvió de estudio se viene abajo sin que nadie haga nada. La historiadora del Arte, María Dolores Durán, reclamó un espacio propio para la obra de Perceval en Almería para que su memoria no se pierda.
Hablar de Jesús de Perceval es hacerlo de uno de los artistas almerienses más prolíficos del siglo XX. Su obra ha abordado muchos lenguajes artísticos y es el responsable del nacimiento del Movimiento Indaliano, un grupo artístico que plasmó la luz y el sol de Almería en sus lienzos.
Cuando se cumplen 25 años del fallecimiento de este artista, el Instituto de Estudios Almerienses quiso rendir un homenaje a este artista, y lo hizo con una conferencia a cargo de María Dolores Durán, una de las mayores conocedoras de su obra, y con una ruta por varios puntos de la capital que contienen obras de Perceval.
Durante la conferencia celebrada en la tarde de ayer, María Dolores Durán hizo un repaso de la producción artística de Jesús de Perceval. Hizo un recorrido por su evolución pictórica, partiendo de sus primeros trabajos, con una clara influencia de autores como Zuloaga o Solana, con unas pinturas oscuras, casi tenebristas, que presentan a un pintor serio.
Tras esa etapa, y coincidiendo con la Guerra Civil, Jesús de Perceval tomó partido por la contienda y se unió al bando republicano, con el que colaboró como diseñador de carteles en Valencia. Durante esta etapa, Perceval cultivó una pintura de compromiso, unas obras alegóricas que transmitían mensajes de tipo social. Fue en esta época cuando varios de sus trabajos coincidieron con el Gernika de Picasso en la Exposición Universal de París de 1937.
Tras ser detenido, volvió a Almería, donde trabajó en la reconstrucción de la ciudad. A Jesús de Perceval se le debe, entre otros muchos trabajos, la reconstrucción del interior de la iglesia de la Virgen del Mar, un trabajo poco conocido por los almerienses. Además, por esta época, Perceval actuó como un dinamizador de la cultura en Almería. Su carácter abierto y su interés por dotar a su ciudad de una actividad cultural estable, le llevó a entablar amistad con intelectuales de la época como Celia Viñas o Juan Cuadrado, con quienes constituyó una tertulia cultural. De esta tertulia nació el indalo, el logotipo que hasta ahora sirve para identificar Almería, fruto de la imaginación de Perceval.
Fue en este entonces, en los últimos años 40, cuando Perceval dio el salto creativo que le ha hecho tan conocido, como es la fundación del movimiento indaliano. Se trataba de un lenguaje pictórico novedoso, atrevido, innovador y que, sobre todo, incorporaba a los lienzos la luz y el sol de Almería.
En esta etapa, Perceval encumbró la línea frente a la forma, planteó una vuelta a contenidos neoclásicos y representó, como pocos, los iconos almerienses que lo hicieron tan famoso, como la mojaquera, los paisajes de La Chanca, la Alcazaba, el mar y el sol, el sol almeriense.
Con el surgimiento del grupo fotográfico Afal, liderado por Carlos Pérez Siquier, Jesús de Perceval se sintió muy atraído por la fotografía y fueron muchos sus trabajos artísticos en este campo, siempre con una mirada sencilla y sincera a las gentes de Almería, a las gentes de La Chanca, protagonistas de una época de penurias.
Desde los 60 a los 80, Perceval falleció en 1985, el pintor vivió su época más comercial. En esos años, las clases pudientes de Almería querían tener una obra de Perceval, lo que le permitió una vida mucho más acomodada. Fue en esta época cuando cultivó un ‘sanbenito’ que le acompañó hasta después de su muerte y era el que lo señalaba como “pintor de cabezas”, por la gran cantidad de cabezas que pintó en esta época, una producción que se debía a su incapacidad física para abordar obras de mayor entidad.
La obra de Perceval está presente por muchos rincones de Almería, sin embargo, no mucha gente conoce la importancia que este artista tuvo para la ciudad y tampoco la cantidad de obras que ha dejado en las calles de Almería. Un museo, una sala dedicada a su obra, o la rehabilitación de su casa asegurarían que Perceval se mantuviera en la memoria de los almerienses y llegara a los más jóvenes, reclamaba María Dolores Durán.