¿Cómo será la universidad del futuro?

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Universidad on line, con un nivel de digitalización desconocido hasta ahora; más ágil a la hora de responder a las demandas de la sociedad; y mucho más conectada con los sectores productivos. Así será la universidad de los próximos años.

Los campus españoles han demostrado una capacidad de adaptación y agilidad sorprendentes durante esta pandemia. La obligación de mantener la distancia social ha hecho que se aceleren una serie de cambios que se sabía que iban a llegar, pero no de una manera tan abrupta.

Hacia una universidad on line

Transformaciones en la manera de dar las clases, de realizar las prácticas, incluso en el formato de los exámenes, que han puesto a prueba a la institución universitaria. La universidad se hizo on line y supo estar a la altura y su respuesta ha sido realmente ágil.

Los cambios son importantes, y con un calado tan hondo, que van a romper con el concepto que se tiene de la universidad. Se trata de innovaciones que han abierto la puerta a una digitalización mucho más intensa, para pensar en universidades on line, con la que los campus pueden ampliar su radio de acción, y ofrecer sus títulos a estudiantes de todo el mundo.

Campus digitales abiertos a todo el mundo

Las fronteras en la educación superior nunca han sido muy fuertes y se ha visto normal la movilidad internacional de investigadores y estudiantes, pero con los nuevos campus globales que están quedando con la pandemia, se han desdibujado hasta desaparecer por completo.

Esta crisis económica y social provocada por el coronavirus supone también una oportunidad para que las universidades aprovechen este periodo de revisión profunda, marcar las líneas de lo que será la universidad de la próxima década.

Las transformaciones en los campus son abundantes, de las que resultarán universidades altamente digitalizadas o casi on line, en las que el concepto de ir a clase será casi una cosa del pasado.

Carmelo Rodríguez
rector de la UAL
“La UAL ha hecho grandes esfuerzos para adecuarse a su entorno, a través de propuestas innovadoras que complementen la formación generalista de los grados, como los programas talento D-UAL y la formación en competencias transversales”.

Cómo serán las universidades ¿on line o presenciales?

Desde diversos foros se ha reflexionado sobre cómo será la universidad dentro de diez años, y sobre la mesa se han planteado varias cuestiones.
Novedades tan importantes como la docencia multimodal, un factor que multiplica las posibilidades de los campus para llegar a estudiantes alejados geográficamente; o las nuevas estrategias de transferencia de conocimiento, que las llevan a establecer relaciones muy más intensas con el sector productivo.

Sin embargo, solamente son la punta del iceberg de los cambios que necesitan los campus para ser esas fuentes de conocimiento de una sociedad tan dinámica como la actual. Cambios para que en 2030, el conjunto de campus españoles adquieran el papel que merecen, como vanguardia de la innovación y cocina de ideas nuevas, para contribuir al progreso de la sociedad a la que se deben.

CRUE Universidades Españolas impulsó una reflexión en el marco de la iniciativa Universidad 2030. Qué sociedad queremos dentro de diez años, en el que se plantean las líneas maestras de las transformaciones que la universidad tiene que asumir en los próximos diez años.

Se trata de actuaciones en pro de potenciar su papel en la sociedad como centros de docencia altamente avanzada, como espacios para la innovación y el conocimiento. Cambios con los que las universidades adquirirán la solvencia suficiente para enfrentar los problemas que se plantearán en los próximos años, en los que se va a necesitar unas instituciones dinámicas, con capacidad de reacción y a la última en el ámbito de las tecnologías de la información y la comunicación. Pero, sobre todo, flexibles.

Los cambios tan acelerados de estos tiempos exigen acabar con la rigidez que todavía presenta la universidad de este país, que afecta tanto a las titulaciones, a las vías de colaboración con el mundo empresarial y a las fórmulas de financiación.

Juan Gómez Ortega
rector de la UJA
“En el futuro, se deben desarrollar oportunidades de flexibilización de la formación universitaria, aunque los títulos tal como están definidos requieren de itinerarios muy concretos para alcanzar las competencias requeridas”.

¿Cómo serán los títulos universitarios?

En el campo de los títulos, la universidad actual presenta demasiada rigidez, sobre todo en grados. A pesar de que los títulos se renuevan con cierta periodicidad, mediante procesos de reacreditación, todavía se puede llegar mucho más lejos en este sentido, según se recoge en este informe, para ofrecer a la sociedad unos grados universitarios que se ajusten a las necesidades de la sociedad, pero que, al mismo tiempo, sean abiertos a fusiones o hibridaciones, que faciliten la formación de profesionales con una perspectiva más multidisciplinar que la actual. Al mismo tiempo, la universidad debe fortalecer su parcela de formación en competencias transversales, una preparación exigida por un mercado de trabajo muy dinámico.

Otro de los rasgos distintivos de la universidad en los próximos años, que la enlaza con el concepto de universidad on line, será la apuesta por la formación a lo largo de la vida, con programas dirigidos a profesionales, que les permitan la actualización de conocimientos para no quedarse atrás en el ámbito laboral, así como contribuir al desarrollo de propuestas innovadoras en el campo de las empresas. Y todo ello, según la CRUE, con “garantía de calidad”.

En este sentido, la formación on line está llamada a ganar terreno, ya que las universidades verán cómo se incrementa el número de profesionales que recurrirá a ellas, y a los que les será muy complicado compaginar la actividad laboral con la asistencia física a las clases.

Universidades interactivas y participativas

En los próximos diez años, la docencia tendrá que darle más protagonismo al alumnado y será más interactiva y participativa. Esto implica también itinerarios más abiertos, multidisciplinares, con propuestas como la formación dual que ahora se está implantando en muchos campus y que está suponiendo un avance importante tanto desde el punto de vista de la formación del estudiantado como de la inserción laboral.

Estos retos de ahora serán la normalidad en cuestión de unos años, de ahí que los campus estén dando pasos para comenzar a afrontarlos.

José Luján
rector de la UMU
“Para implantar una formación dual se necesitan una financiación adecuada y unas ventajas fiscales que favorezcan la implicación empresarial. Y tener en cuenta la experiencia en este sentido en la campu de las Ciencias de la Salud”.

Cómo es la formación para el empleo de la universidad on line

En relación al mercado de trabajo, a pesar de que el contacto con las empresas se ha multiplicado en los últimos años, todavía se les achaca a las universidades ofrecer una formación que está alejada de las necesidades de los sectores productivos.

La universidad se enfrenta al dilema de ofrecer una formación sólida que mire al futuro o centrarse en unos títulos que resuelvan los problemas más urgentes. Sin embargo, la solución está en un término medio. En unos títulos de grado que aporten una base de conocimientos generales, que se irán ampliando a lo largo de la vida, a través de másteres y cursos de especialización.

Opinión de los rectores sobre la universidad del futuro y on line

“La formación universitaria proporciona las herramientas necesarias, además de los conocimientos, también las habilidades, para poder adaptarse a diferentes entornos de trabajo y a los nuevos retos que se le presentarán a lo largo de su trayectoria profesional”, opina el rector de la Universidad de Jaén, Juan Gómez Ortega.

Desde su creación, esta universidad ha tenido muy clara su vocación como servicio público y actuar como punta de lanza de la innovación en su entorno. Esto implica un conjunto de esfuerzos en la preparación de los nuevos estudiantes, para que tiren del carro del progreso social y económico, que se materializa en programas de formación transversal, con los que se complementan los conocimientos específicos trabajados en los grados y en los másteres.

Formación transversal

“En el caso concreto de la Universidad de Jaén, proporcionamos, además de la necesaria e imprescindible formación académica, una formación transversal que aborda distintos aspectos, desde la cultura del emprendimiento, a las habilidades de comunicación, el trabajo en equipo, etc. Todo ello bajo el paraguas del programa de formación complementaria denominado FoCo Generación UJA, que articula todas las actividades formativas de manera homogénea para ofrecer al estudiantado una formación integral y adaptada a sus necesidades”, explica el rector de Jaén.

Esta universidad están en la línea que siguen el conjunto de campus, que han visto cómo necesitan, además de formar a buenos ingenieros, prepararlos para que sepan desenvolverse en un escenario económico complejo y muy cambiante. “Precisamente, en la Universidad de Jaén acabamos de poner en marcha una nueva herramienta, denominada TalentoUJA, donde de forma individualizada se analizan las capacidades y competencias del estudiantado con un doble objetivo: proporcionar el ajuste de sus capacidades a diferentes ofertas de trabajo existentes, o bien, indicar aquellos aspectos que debería perfeccionar para mejorar su empleabilidad. Un mercado laboral tan dinámico, al igual que el resto de la sociedad, nos obliga a que no dejemos de innovar, mejorar día a día y estar en una continua adaptación”, argumenta Juan Gómez Ortega.  

Julián Garde
rector de la UCLM
“Los nuevos modelos docentes suponen una oportunidad de incrementar el número de potenciales estudiantes y mejorar su internacionalización, pero como una forma más a considerar, para determinados tipos de formación y no como la única posible”.

Cambio en la universidad y en el modelo productivo

El cambio en la universidad viene de la mano de la transformación del modelo productivo, afirma el rector de la Universidad de Murcia, José Luján. Considera que la universidad, “como ente vivo”, tiene la obligación de adaptarse a la realidad y a los “profundos cambios“ que experimenta el entorno laboral.

En la realidad actual no vale apartarse de la sociedad, sino todo lo contrario. Las universidades tienen que “detectar qué ocurre más allá de sus muros”, afirma José Luján, para dar las respuestas adecuadas que, en su caso, pasan por una oferta formativa ajustada a la realidad empresarial, con quien debe tender puentes de diálogo y cooperación.

Una universidad más dialogante

La universidad de los próximos años será todavía más dialogante con su entorno, sobre todo porque adolece de dinamismo para ajustar la oferta de títulos a la demanda de las empresas, algo que todavía es mayor en el caso de los grados y másteres oficiales, afirma el rector de la Universidad de Castilla-La Mancha, Julián Garde.

De ahí que una de las estrategia por las que se está apostando fuertemente ahora, y se hará todavía más en los próximos años, es la de dotar a los campus de “una oferta de postgrado y títulos propios flexible orientada a la especialización en ámbitos concretos, títulos de menor duración para generar las capacidades necesarias surgidas en un periodo determinado, y con metodologías híbridas -semipresenciales- para poder acometer una formación continua dirigida a profesionales en activo”, opina Julián Garde.

Los esfuerzos de los campus son destacados en este sentido, pero las universidades echan en falta una regulación más avanzada, que les permita afinar más en el diseño de sus títulos. “Hacen falta más reformas en nuestra legislación para potenciar esa respuesta más inmediata. Por un lado, la definición de buenos itinerarios profesionales que una adecuadamente la formación profesional con los grados y másteres universitarios; por otro, potenciar y desplegar de una vez por todas las potencialidades de la formación dual”, asegura el rector de la Universidad de Almería, Carmelo Rodríguez.

Docencia, clave en la nueva universidad y la universidad on line

Por lo visto durante la pandemia, una de las parcelas de la universidad que en diez años se parecerá bien poco a lo que ha habido hasta ahora es la de la docencia.

La implantación de la tecnología de teledocencia ha abierto nuevas oportunidades a las universidades y también a los propios estudiantes. Estos cambios, estos modelos de docencia multimodal, han llegado para quedarse. Y por mucho que se diga que las universidades no van a renunciar a su carácter presencial, tampoco están dispuestas a desaprovechar las ventajas que trae esta tecnología.

Docencia multimodal: on line y presencial

La docencia virtual ha llegado para quedarse, mejor dicho para convivir con la presencialidad. Hay que seguir profundizando en estas modalidades de enseñanza, con el aumento de títulos de postgrado mediante la enseñanza semipresencial u online, fundamentalmente para dar servicio a un perfil de estudiante al que la universidad presencial no alcanza”, dice Carmelo Rodríguez.

De hecho, tal ha sido la aceptación de la teledocencia que se ha reforzado la idea de que las universidades apuesten definitivamente por ofertar algunos títulos de grado en formato totalmente on line, algo que se viene haciendo con los másteres desde hace años.

”Ahora estamos en una situación en la que podemos valorar cómo ha sido ese cambio y ver dónde y cómo podemos mejorar: estamos en una situación ideal para valorar de primera mano cómo, dónde (en qué títulos) y cuándo implantar esas modalidades de docencia (online y semipresencial) con cierta garantía de éxito”, afirma el rector de la Universidad de Castilla-La Mancha.

Títulos de grado y máster totalmente on line

Pero hay quienes van más allá y hablan claramente de incorporar a su oferta de títulos grados totalmente on line, como la Universidad de Jaén, cuyo rector afirma que “es previsible que se plantee desde el profesorado y los órganos competentes, avanzar hacia la virtualización total de algunas asignaturas e incluso titulaciones”, y también reconoce que buena parte del profesorado integrará algunas de las herramientas de teleformación en su docencia habitual.

Ya el borrador del real decreto que regula la docencia universitaria y que se aprobará, previsiblemente, una vez finalizado este curso, establece los formatos de grados y másteres, que podrán ser presenciales; híbridos, con hasta el 60% de los créditos no presenciales; o virtuales, en los que al menos el 80% será no presencial.

De la misma manera que en este texto también se hace referencia a la formación ‘a la carta’, con itinerarios académicos abiertos en carreras de ámbitos afines. Sin embargo, el rector de la Universidad de Murcia considera que el diseño del currículo a medida es más propio del ámbito de posgrado y de la formación continua, “donde es más coherente la intensificación de la formación en áreas muy concretas en las que se realiza una especialización dentro de un campo de conocimiento y donde en realidad ya hay una formación a la carta”.

Grados con itinerarios abiertos

Los itinerarios abiertos entre grados de la misma familia de conocimiento facilitan el paso por la universidad al estudiantado que está indeciso entre varias carreras. Esta fórmula les permite cursar durante los dos primeros años académicos asignaturas básicas y obligatorias de más de un grado, de manera que estos estudiantes pueden conocer a fondo cada una de las titulaciones por las que están interesados y definir mucho mejor su perfil profesional.

“Con estos itinerarios se reduciría considerablemente la tasa de abandono, además de que se favorece la atracción de estudiantes internacionales y se mejora el intercambio universitario”, afirma el rector de la Universidad de Almería.

Otra cuestión a tener en cuenta es la posibilidad de integrar en un solo título un grado y un máster, una opción “interesante para titulaciones profesionalizantes”, opina Julián Garde, de forma que el estudiantado adquiera las competencias de ambos títulos “en un tiempo óptimo” y simultaneando la finalización del trabajo fin de grado con el inicio del máster.

Nuevos modelos de títulos universitarios

La universidad española está obligada a seguir pisando el acelerador en la innovación docente y la puesta en marcha de títulos atractivos, capaces de satisfacer las demandas tanto del estudiantado como de los sectores productivos.

En la actualidad están saliendo al mercado de la formación superior títulos diferentes, como por ejemplo los que planea Google, que espera equiparar a los grados, o microgrados, como el de Historia de España, que ha puesto en marcha la UNED, con una carga lectiva total de 46 créditos, y que se presenta como un punto de partida, para luego ingresar en uno de los grados de 240 créditos de esta misma rama del conocimiento.

En este sentido, el rector de la Universidad de Jaén opina que la universidad “debe avanzar e innovar para lograr convertirse en una universidad flexible, adaptada, innovadora e interconectada”. Sin embargo, esto no significa que deba perder su esencia, sino que su oferta de títulos cumpla “con los criterios de calidad en el EEES – Espacio Europeo de Educación Superior – , independientemente de su modalidad de impartición, persiguiendo así la calidad del proceso enseñanza-aprendizaje”.

Y, como explica Julián Garde, la manera de competir con estos títulos nuevos ofertados por instituciones no necesariamente universitarias se tiene que realizar a través de “una oferta de títulos propios de corta duración, amplia y ajustada a las demandas de las empresas”.

Colaboración de las empresas en el diseño de títulos

En esta parte también entran en juego las empresas, que deben establecer colaboraciones con las universidades en el diseño de los programas de estudios, pero sobre todo, con su apoyo en los programas de formación dual, en los que el estudiantado realiza la parte final del grado en una empresa.

En esta línea, la Universidad de Almería es una referencia, ya que entre este año y el próximo, se convertirá en la primera universidad de España en ofrecer a todos sus títulos de grado una experiencia dual, además de una parte importante de másteres. Y participa en la primera experiencia de titulo oficial dual que se implantará en el Sistema Universitario Andaluz. Un éxito para el que se ha necesitado el compromiso del sector productivo y para el que se reclama más financiación.

La universidad en 2030 va a ser muy diferente a lo que se tiene en la actualidad, posiblemente más cercana a la universidad on line, porque los retos que tendrá que afrontar también serán distintos. La digitalización, la capacidad de reacción y el diálogo con los agentes sociales serán clave para construir la universidad que necesita este país.

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