Una de cada tres personas ha padecido trastornos del sueño, que no suelen ser diagnosticados

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Alrededor de un 80% de los trastornos del sueño no son diagnosticados, pese a que afectan a una de cada tres personas, según los expertos de la Cátedra de Investigación del Sueño de la Universidad de Granada-Lo Monaco.  La falta de diagnóstico se da principalmente porque: o no se busca ayuda, ya que es difícil percibir o saber identificar los síntomas; o porque cuando el paciente llega a su primera consulta hay dificultades a la hora de presentar el caso y las características más relevantes del mismo.

“A menudo, la persona ofrece una serie de datos que no son importantes para el caso, obviando otros elementos imprescindibles. Y por otro, por ejemplo, si la persona duerme sola no puede percibir algunos de los síntomas clave como roncar, hablar o moverse continuamente”, apunta el Dr. Alejandro Guillén Riquelme, experto de la Cátedra de Investigación del Sueño de la UGR-Grupo Lo Monaco.

Primeramente, se debe acudir al profesional correcto. Por ello, en una fase inicial, sería conveniente acudir al médico general, ya que, aunque el trastorno del sueño sea el origen de la demanda, este puede estar producido por otras causas que son las que debieran tratarse en primer lugar. Este hecho es especialmente relevante cuando los problemas de sueño surgen de forma aguda; es decir, que aparecen repentinamente en lugar de hacerlo de forma gradual y siendo más problemáticos con el paso del tiempo. Sin embargo, muchas personas no saben cuándo es el momento de buscar ayuda.

Recomendaciones para la identificación de síntomas:

¿Duermes acompañado/a?

La primera fuente de información para determinar posibles problemas es la que proviene de los demás, ya que, en muchas ocasiones las alteraciones no se pueden percibir por uno mismo al estar dormido y sí por la persona que duerme a nuestro lado. Si dormimos acompañados en alguna ocasión podemos haber escuchado ‘Roncas mucho, ‘no dejabas de hablar’ o ‘te mueves continuamente’.  

Estas situaciones aunque comunes y anecdóticas, nos están informando de la posible existencia de un problema real de sueño. Nuestro acompañante puede percibir muchos ronquidos, movimientos de piernas continuos o incluso que nos quedamos sin respiración(como si nos asfixiáramos). Cabe prestar atención a esta información, ya que, a menudo, puede ser la primera fuente para iniciar una evaluación del síndrome de apnea del sueño, síndrome de piernas inquietas, somniloquio, etc.

¿Y si dormimos solos?

Si por el contrario se duerme solo, puede ocurrir que nos despertemos con sensación de asfixia, que nos cueste mucho iniciar el sueño (tardamos más de una hora de forma sistemática para dormirnos) o que tras un despertar nocturno sea imposible volver a conciliar el sueño. Además, podríamos sufrir continuos despertares durante la noche o que percibamos que nuestro sueño ha sido ‘muy ligero’. De la misma forma si el tiempo de sueño habitual varía drásticamente produciendo una reducción notable, sería interesante acudir a un profesional para evaluar si la situación es clínica y tratarla.

Por otro lado podría ocurrir que no percibamos ningún problema en la noche, pero que durante el día nos sintamos cansados, somnolientos o necesitemos el consumo de cafés o bebidas estimulantes para sentirnos despiertos. En estos casos es posible que exista un problema de sueño que podría desembocar en otros problemas diurnos (como la falta de eficacia en el trabajo, la irritabilidad con las personas con las que tratamos, ansiedad, etc.).

Por tanto, es importante buscar la causa de nuestros problemas de sueño, ya sean ambientales (calidad de nuestro colchón, temperatura de la habitación, niveles inadecuados de luz o exposición a sustancias no favorables), o intrínsecos (padecer realmente un trastorno del sueño).

En el Centro de Investigación Mente, Cerebro y Comportamiento (CIMCYC) y la Cátedra de Investigación del Sueño de la UGR-Grupo Lo Monaco, puestos en marcha con la colaboración de la Universidad de Granada y la compañía líder en descanso, llevan a cabo de manera conjunta investigaciones basadas en el estudio, evaluación, diagnóstico, tratamiento y seguimiento de aspectos relacionados con el sueño.

El Laboratorio del Sueño de la Universidad de Granada es el mayor centro de investigación de Europa de estas características.

Gracias a esta colaboración sellada, Lo Monaco participa proporcionando financiación económica y capital humano, que irán destinados a contribuir con las investigaciones que se realicen en el marco de la misma. Además, el Laboratorio del Sueño de la UGR cuenta con material donado por la empresa para su uso en las instalaciones de la Cátedra.

La Cátedra de Investigación del Sueño de la UGR-Grupo Lo Monaco realiza trabajos centrados en el desarrollo de proyectos conjuntos de investigación; financiación de contratos, becas y ayudas a personal investigador y en prácticas; redacción de trabajos de investigación y de tesis doctorales y otras publicaciones; transferencia de resultados de la investigación a la empresa e impulso de la publicación de patentes u organización de cursos, seminarios, conferencias u otras actividades formativas y de divulgación, entre otros.

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