Un modelo transgénico de pez cebra, clave para entender cómo se origina el glaucoma juvenil

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El glaucoma juvenil es una enfermedad es una enfermedad hereditaria que causa una importante pérdida visual y tiene su origen en la alteración progresiva del nervio óptico, provocada por la proteína miocilina, aunque hasta ahora no se conoce bien cómo actúa. Un grupo de investigación de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM) puede dar la respuesta, gracias a la nueva generación de peces cebra transgénicos, con los que podrá estudiar la acción de esta proteína.

Ejemplar de pez cebra.

La obtención de este pez cebra transgénico ha corrido a cargo del grupo de Genética Molecular Humana, de la Facultad de Medicina de Albacete, cuyos responsables consideran que estos ejemplares transgénicos representan una herramienta para investigar la función biológica de la miocilina.

El trabajo forma parte de las líneas de investigación de este grupo y de la tesis doctoral de Raquel Atienzar Aroca, dirigida por los profesores de la UCLM, José Daniel Aroca y Julio Escribano.

Qué se ha conseguido con el pez cebra transgénico para estudiar el glaucoma juvenil

La investigación, publicada recientemente, ha permitido obtener la primera línea de pez cebra desarrollada en un laboratorio que produce un exceso de miocilina, causa del glaucoma juvenil que, como indica el profesor Julio Escribano, es una enfermedad hereditaria y “representa una causa importante de perdida visual y tiene su origen en la alteración progresiva e irreversible del nervio óptico”.

Esta proteína fue descubierta hace más de veinte años, con participación de investigadores del Grupo de Genética Molecular Humana de la Facultad de Medicina, y a pesar del trabajo realizado por numerosos grupos de investigación de todo el mundo, todavía no se conoce bien su función.

La proteína del pez cebra, como se recoge en el trabajo, se parece en muchos aspectos a la proteína humana, “por lo que este animal es un buen modelo experimental para su estudio”, afirman desde el grupo. Los resultados obtenidos muestran el papel de miocilina en los tejidos de la parte anterior del ojo y en la biología de la retina de pez cebra.

Ejemplar de pez cebra, empleado en la ciencia por ser transparente.

Qué ha demostrado este estudio sobre el glaucoma juvenil

“Concretamente, en este estudio se ha demostrado que el exceso de miocilina altera la retina, origina el sobrecrecimiento del iris, produce el engrosamiento de las capas corneales y disminuye la visión de los peces”. Alteraciones que, como añaden, aparecen solamente en peces machos y adultos.

Confiamos en que este nuevo modelo animal nos ayude a desentrañar su función normal en el organismo y el mecanismo por el que ciertas mutaciones genéticas causan glaucoma, conocimiento necesario para desarrollar nuevos tratamientos y métodos diagnósticos”.

El estudio realizado ha sido financiado con fondos procedentes de la UCLM, el Instituto de Salud Carlos III y la Consejería de Educación de la JCCM.