Los estudiantes cogen batuta en el Curso de Verano de Taller de Dirección de Orquesta  de la UAL

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Taller de Dirección de Orquesta, Banda y Wind Ensemble para instruir sobre los aspectos generales y el estudio técnico del repertorio para orquesta, además de realizar varias sesiones prácticas hasta ser el encargado de ponerle punto y final, el próximo viernes, a esta sexta edición del seminario, la más internacional desde sus orígenes

La primera en ‘subir a escena’ fue la estadounidense Andrea Brown, de la Universidad de Maryland, siendo Banda la agrupación musical de inicio de este curso de verano. A ella se sumó Wind Ensemble, con el catedrático José Miguel Rodilla, también ocupando la atención del día inaugural.

Puesta en marcha con éxito esta sexta edición del taller, en su segunda jornada el foco se ha situado en la orquesta, y se ha hecho de la mano del polaco Piotr Sułkowski, que será protagonista cada día hasta el cierre. De hecho, será el encargado el próximo viernes, a partir de las 20.00 horas, de guiar el Concierto de la Orquesta Diesis, dirigido por los alumnos del curso, con el que se pondrá punto y final.

Antes de ello, el director de la Orquesta de Warmia y Mazury, en su Polonia natal, y experto docente en la Academia Superior de Música de Bydgoszcz, está poniendo su talento a disposición de todos los inscritos en el Taller de Dirección de Orquesta, Banda y Wind Ensemble que un nuevo año llega a los Cursos de Verano de la UAL y que se ha convertido en una de las propuestas decanas de los mismos. Feliz de regresar a España, tenía conocimiento la propuesta tan consolidada que realiza la Universidad de Almería y, de hecho, ha apostado por este formato: “Los cursos combinados con sesgo internacional son una muy buena idea, porque son una actividad muy provechosa, animan a los estudiantes a continuar con su trabajo y observar sus efectos durante el aprendizaje, a la vez que se van conociendo a si mismos”.

Este mismo año ha participado en una master class organizada por Juan José Navarro, director de este taller junto a Juana María Fernández, en la Región de Murcia, y ahora ha pasado a formar parte del elenco de grandes profesionales que jalonan la historia de esta tradicional formación estival, satisfecho de que “el carácter internacional le da prestigio a esta formación”.

Ha insistido en la idea de que “el curso en el formato propuesto, que combina varios grupos, es la mejor solución, porque ofrecen un contexto en el que, al mismo tiempo, los alumnos aprenden diferentes repertorios orquestales y distintas formas de trabajo e interpretación con agrupaciones más pequeños y más grandes”.

Respecto a los demás ponentes con los que está haciendo equipo durante estos días, puesto que igualmente se sigue adelante con la formación de banda y wind ensemble, ha destacado que “es una gran ventaja de este programa que el profesorado cuente con una amplia experiencia profesional y pedagógica”. Es por ello que el nivel del curso está siendo muy elevado: “Su experiencia seguro que ha ayudado a elegir los temas a tratar en el programa del taller, que no solo son interesantes, sino también muy importantes, especialmente en el trabajo del joven director”. En su caso particular, “siempre trabajo al 100% y comparto mis muchos años y amplia experiencia como director”, textualmente.

Y es que se ha definido a si mismo como “una persona apasionada” a la que le gusta mucho “trabajar con personas interesadas en desarrollar sus conocimientos”. Ha contextualizado que sus clases en la UAL están siendo eminentemente prácticas: “Es por eso que animo a los estudiantes a ser muy activos, porque durante las clases intento dar una oportunidad fantástica no solo para aprovechar la experiencia y encontrar las soluciones técnicas del director, sino también para presentar sus ideas y conceptos, que se pueden verificar en la práctica”.

Los aspectos generales y el estudio técnico del repertorio han ocupado sus dos primeras sesiones, pasando desde este miércoles a las sesiones prácticas, especialmente de orquesta de cuerda y conciertos para solistas. Después trabajará la Sinfonía 40 de Mozart y finalmente se llegará al concierto de cierre, con él también dispuesto a aprender: “El polaco es muy diferente al español, pero gracias al lenguaje universal de la música expresamos nuestras emociones, nuestra creatividad e incluso rasgos de personalidad de manera muy similar, y aunque el programa no incluye piezas de compositores polacos, intentaré mostrar nuestro temperamento eslavo y la forma en que trabajamos con jóvenes directores en Polonia”.