Los cambios de uso del suelo ponen en jaque a la carraca europea en el sur de España

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Ejemplar de carraca europea.

La PCAEH ha cartografiado casi 300 parejas reproductoras en Andalucía. 

– El estudio identifica los principales problemas de la especie: cambios radicales del uso del suelo como implantación de cultivos de leñosas y regadío o la instalación de plantas fotovoltaicas. 

– Solo el 5,5 % de la población de carraca se encuentra en zonas protegidas para las aves (ZEPA). 

La carraca europea (Coracias garrulus) es una especie de espectacular plumaje común hasta hace poco en nuestros campos, sobre todo en las estepas cerealistas y leñosas. Actualmente no existen datos oficiales sobre sus poblaciones y tendencias, pero existen evidencias que señalan un marcado declive de la especie tanto a nivel nacional como andaluz. 

Durante 2020, miembros de la PCAEH y científicos, en colaboración con naturalistas, asociaciones ciudadanas (62 informantes en total) y las plataformas eBird España y Observado.es, han iniciado un estudio sobre la distribución y abundancia de la carraca en Andalucía. 

Los resultados preliminares muestran que: 

  • Se han detectado 390 parejas, de las cuales sólo en 292 se ha podido confirmar la reproducción reciente. 
  • Aun no habiéndose muestreado todas las zonas apropiadas para la especie, la cifra está muy lejos de las 1.500 parejas estimadas en 2001 según el Libro Rojo de los Vertebrados Amenazados de Andalucía. 
  • Se han identificado zonas especialmente importantes para la reproducción de la carraca, como el campo de Tabernas y la Comarca de los Vélez (Almería), el norte de la provincia de Granada (entorno de Guadix y Baza), la zona centro de Córdoba (Vega del Guadalquivir) y las campiñas de la zona este de Sevilla. En el mapa adjunto (Imagen 4) con la gradación amarillo – rojo, la intensidad de color señala las zonas dónde se ha observado una mayor densidad de la especie. 
  • Es necesario realizar estudios exhaustivos en zonas que fueron importantes para la carraca en años recientes, pero de las que se desconoce su situación actual, como áreas de la campiña sevillana (entorno de Estepa y La Lantejuela), campiñas del sur (Porcuna) y centro de Jaén (Úbeda y Linares), campiñas Este y oeste de Córdoba, así como las comarcas del Alto Guadiato y Valle de los Pedroches. 
  • Se han detectado como principales problemas de la especie en Andalucía la transformación de cultivos herbáceos de secano en cultivos leñosos y de regadío, así como la expansión de plantas fotovoltaicas (ver Serrano et al. 2020). A modo de ejemplo, en el centro-oeste de la Vega del Guadalquivir en Córdoba se ha perdido aproximadamente el 20% de la población de carracas y las plantas fotovoltaicas aprobadas hasta la fecha en el campo de Tabernas afectarán al menos al 10% de la población de carracas. 
  • También es preocupante la desaparición de sitios de nidificación (ej. cortijos y otras construcciones humanas). 

La PCAEH 

recuerda que: 

– Es obligación de la Administración con competencias en medioambiente hacer un seguimiento de las especies para poder valorar si se debe cambiar su catalogación, y para informar a la Unión Europea sobre sus tendencias poblacionales. 

– Existe poca información fiable y actualizada sobre la distribución y tendencias de la carraca, lo que impide tomar decisiones informadas para su conservación. 

– Esta falta de información no puede servir de excusa para no proteger a ésta y otras especies de manera adecuada. 

La PCAEH solicita a la Administración: 

– Que se haga un seguimiento exhaustivo de la especie en nuestra comunidad autónoma. 

Que regule los cambios de uso de suelo que afecten a esta especie, en consonancia con las medidas propuestas por el Plan de Acción Internacional para la carraca, que ya señalaba en 2017 la pérdida de hábitats como una de las principales amenazas. 

Que se protejan las poblaciones conocidas de la especie estableciendo un área de conservación alrededor de los nidos según los criterios establecidos científicamente (Catry et al. 2017). 

Que, siguiendo el principio de precaución recogido en el artículo 2 de la Ley 42/2007 del patrimonio Natural y de la Biodiversidad, estas zonas sean reconocidas como área de exclusión para cambios radicales de uso del suelo (ej. plantas fotovoltaicas). Se adjunta (imagen 4) un mapa indicativo de aquellas zonas de mayor interés según los datos recabados por la PCAEH. 

Que en base a la evidencia existente (disminución de la población en otras comunidades, así como los datos recogidos hasta la fecha), se eleve la categoría de amenaza de la carraca a la de VULNERABLE, de forma similar a lo realizado en Castilla-La Mancha y Extremadura, incluyéndola en el “Catálogo Andaluz de Fauna Amenazada”

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