La UAL identifica el patrimonio como motor de desarrollo del mundo rural en la recta final de sus Cursos de Verano

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Vélez Rubio salta del marketing digital a la cultura tradicional, doblando como sede de la propuesta formativa estival de la Universidad de Almería en este año 2021, pone en valor la riqueza patrimonial desde un punto de vista global que incluye lo tangible y lo intangible, e invita a una mayor protección de los elementos identificadores de una comunidad.

De nuevo el tema abordado se ha visto enclavado en un espacio muy adecuado para su estudio, tal y como se ha procurado desde la organización de unos Cursos de Verano de la UAL que no han dejado nada al azar y que han superado con solvencia la complejidad de volver a lo presencial en tiempos de pandemia. Lo han hecho, además, con valentía y ambición, ya que se ha llegado a más lugares que nunca. “La idea es que proyecten a la Universidad de Almería en la provincia, y este año hemos hecho un esfuerzo muy grande con ocho sedes presenciales más una selección de cursos virtuales”, ha destacado María del Mar Ruiz, vicerrectora de Comunicación y Extensión Universitaria, en la última inauguración de esta vigésimo segunda edición que ha presidido. Lo ha manifestado con un sesgo de agradecimiento: “Todos los municipios en los que tenemos sede se han volcado, su predisposición ha sido buenísima y han dejado notar que quieren que la Universidad de Almería esté presente en ellos, lo que nos facilita mucho el trabajo de organización”.

Habrá tiempo para el balance definitivo, pero a falta de pocas horas para el término de los Cursos de Verano 2021 la vicerrectora ha adelantado un “estamos muy contentas con los resultados, rondando las 840 matriculaciones y llegando a los 311 ponentes”, lo que ha unido a que “todo el esfuerzo que estamos haciendo merece la pena”, textualmente. En todo caso, sí ha querido poner en consideración que no resulta sencillo: “En tiempos de COVID exige una planificación especial para mantener normas sanitarias, hay que cuidar muchos detalles, y si ya de por si somos muy autoexigentes en cuanto a la organización, ahora con esta situación se complica más”. Así lo ha reconocido durante la apertura del seminario ‘Cultura tradicional y cambio. Efectos socioeconómicos y culturales en el mundo rural’. La Biblioteca Municipal de Vélez Rubio acogerá hasta el viernes una propuesta muy necesaria: “La provincia de Almería no está tan adelantada como otras zonas de España donde hace ya tiempo que entendieron que el patrimonio cultural es una riqueza que hay que cuidar, no solamente para los vecinos, sino como atracción turística; entonces, este entorno es ideal para valorar el patrimonio, material o inmaterial”.

María del Mar Ruiz ha insistido sobre su preservación al definirlo como “motor de desarrollo de los municipios”, ensalzando el diseño de una cita que ha nacido con la vocación de continuidad en ediciones próximas de los Cursos de Verano de la UAL. A ello se ha comprometido Concepción Pérez, diputada delegada de Deportes y Juventud de la Diputación de Almería y concejala de Cultura de la localidad velezana, que además ha agradecido la alineación de intereses con la universidad: “Como diputada, tanto la misión como el empeño de la Diputación es llevar todas las actividades a los 103 municipios de la provincia, así que el hecho de que estos cursos se puedan hacer aquí, en Vélez Rubio, que es la primera vez que los acoge, es una satisfacción y el cumplimiento de uno de nuestros objetivos”. En calidad de edil, “se pone a esta localidad en el mapa de la universidad”, contenta de la temática tratada, “cultural, histórica… tan de nuestras tradiciones y nuestras costumbres, también poner en valor la vida tradicional de los municipios pequeños, dar valor a algo que tradicionalmente ha estado denostado, y que gracias a la UAL ahora se estudia”.

Francisco Checa, catedrático de Antropología Social de la Universidad de Almería y director del curso ha asegurado que: “La zona de Los Vélez es una de las partes de la provincia de Almería que mantiene mejor el patrimonio, que lo respeta y que lucha por defenderlo, incluso que tiene en sus orígenes el mantener el turismo activo, desde un punto de vista de turismo rural, basado en el patrimonio, y ese es el origen del diseño de este curso de verano, dar una visión general de qué es el patrimonio desde una perspectiva de teoría, con aspectos concretos, como la ‘piedra seca’, una técnica propia de la provincia de Almería, aspectos folclóricos, como son los encuentros de cuadrillas, y los museos”.

Sobre esos “pilares” se busca “que la gente conozca no solo el patrimonio de Los Vélez, que sí, sino qué significa el patrimonio como un recursos turístico”. Checa ha abundado en la idea que mueve esta formación estival buscando la movilización a partir de la toma de conciencia: “Que se entienda que el patrimonio es un elemento identificador de una comunidad que hay que proteger, que hay que mantener, que hay que exponer; tiene que haber un recurso histórico, un recurso teórico, un recurso de comprensión global, de que el patrimonio se inserta en aspectos concretos, pero que hay que estudiarlo desde un punto de vista más global, por eso el curso es teórico y concreto, una parte que nos ilumina sobre cómo se debe estudiar el patrimonio y otra expositiva”.

La jornada ha continuado con la ponencia de Práxedes Muñoz, doctora en Antropología Social y profesora en la UCAM: “Mostrar las diferentes visiones del campo que debemos de tener para intentar que sea intergeneracional, ver cómo se está patrimonializando el campo, ver los pros y los contras, para que lleguemos a toda la población, cómo hacer que ese campo se pueda ver desde su identidad, desde su autenticidad, pero antes hay que tomar conciencia de cómo se está haciendo esa patrimonialización, de cómo se está folclorizando, y a la vez abrir espacios nuevos del campo desde nuevas visiones”. En ese sentido, se ha referido a la “búsqueda de culturas alternativas, ecológicas, a sistemas comunitarios nuevos, o sea, aprender de lo de antes, pero con esa visión no solo tecnológica, sino integradora, y el nuevo concepto de la población rural inmigrante, que nos está cambiando los paisajes, la forma de trabajar en el campo, de relacionarnos con el patrón y los jornaleros, tener una memoria histórica también, reconocer qué causas nos han llevado a tener este momento, o una visión de género… hacer análisis de todo para poder avanzar”.

Ha reconocido que en la situación actual “tenemos la esperanza de que se está valorando más el campo, pero queda la estructura, y hay que ver cómo hacer que eso no se quede en algo de ocio, sino valorizarlo y darle un espacio económico, social…, no es lo mismo a pasar un día, o tener unas gallinas, a vivir y a depender de la economía”. Ha presentado como necesario “adelantarnos a que no haya despoblamiento” y ha valorado muy positivamente la organización de este curso, “interesantísimo”, ya que echa en falta “más estudiantes”, en el sentido de “que el alumnado entienda que hay que salir al campo, ver la realidad, escuchar, hacen falta estudiantes con capacidad de innovación, aporte de ideas para hacer una patrimonialización común. Un sistema para lograr tal meta es “intentar que ese contacto se haga desde la formación”, reconociendo que “hay mucho por hacer”. Ha finalizado con la afirmación de que “esta iniciativa es estupenda, venir y hacer talleres etnográficos con los estudiantes… me encanta”, dejando claro que es merecedora de “que se apueste por ella”.

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