La sequía ha convertido a esta ave en una depredadora de abejas

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Pocas veces se han visto cambios tan drásticos en la naturaleza como los que está ocasionando la feroz sequía. La falta de lluvias conlleva una reducción de recursos para todas las especies, es decir, falta de alimento, que en ocasiones se traduce en un cambio de hábitos con consecuencias graves en el equilibrio natural. En esta ocasión, las víctimas son las abejas, que se han convertido en un alimento ocasional para un ave que hasta ahora no les hacía ni caso.

Lo ha denunciado el sector apícola de COAG, para quien esta ave y la sequía están causando una reducción de cosecha de de miel entre el 40 y el 50 por ciento.

Qué ave se está comiendo las abejas

El ave causante de estos desmanes en la población de abejas de la miel es el abejaruco, que ha cambiado de hábitos, para compensar la falta de insectos, debido a la escasa floración y la asusencia de charcas.

Las bandadas de abejarucos acuden a cazar abejas a los colmenares próximos y su canto espanta a las abejas, que se quedan sin salir, en el interior de las colmenas. Este comportamiento es peligroso para las colmenas a finales del verano ya que las abejas no salen hasta que los abejarucos desaparecen, perdiendo las mejores horas de pecoreo, lo que disminuye la cría y, por tanto, merma la población que ha de invernar.

Dónde se están dando más casos de abejas amenazadas por abejarucos

Por Comunidades Autónomas, destacan las pérdidas en los colmenares de Andalucía, Región de Murcia y Comunidad Valenciana, en las que se estiman una reducción por encima del 50% de la cosecha de miel.

En Andalucía, la miel de azahar se ha mantenido en la provincia de Córdoba, pero en Málaga ha sido mediocre. En Tomillo desigual, la de castaño con serias pérdidas. En la girasol, la campaña se puede calificar de buena en las zonas del bajo Guadalquivir, pero bastante mala en el Alto Guadalquivir.

Cataluña: producción de un 15-20% respecto a la de un año normal. Muchos problemas con el abejaruco.

Castilla y León: los apicultores que hicieron trashumancia a a Extremadura y Portugal tuvieron una cosecha de miel de primavera aceptable. La cosecha de miel de roble ha sido nefasta. Serios problemas también con el abejaruco.

Extremadura: producción de polen por debajo del 50% de un año normal. Poca miel de primavera. Apicultores que subieron pronto de Castilla y León pudieron recoger miel de roble y encina pero, después, prácticamente nada. Mielatos escasos. Intensa presión del abejaruco durante todo el mes de agosto.

Rioja: a pesar de las buenas expectativas, la coseche de miel de primavera ha sido decepcionante, sobre todo la de tomillo. Sin lluvias, la de roble también fallará.

Asturias: las producciones situadas en zonas costeras han sido aceptables. Destaca la de castaño. En brezo, la producción ha caído ligeramente.

Menorca: cosecha un 30-40% menor que un año normal, aunque mejor que el año pasado.

Aragón: reducción de un 30-40% cosecha respecto a un año normal. Abejaruco: se ha visto en zonas en las que antes no atacaba.

Murcia: cosecha media (50%). Miel de azahar nula, muy anecdótica. Romero nulo (también en Albacete). Sólo milflores (sobre todo de albaidas). Muchos problemas con abejarucos.

Castilla la Mancha: caída de la cosecha en torno al 30% de la producción respecto a una campaña normal.

Valencia: año desastroso. Lluvias de primavera estropearon romero y azahar y muchos enjambres. Romero perdida al 90% y Azahar muy escasa en el sur de Valencia y en el norte, algo más de la la mitad respecto a campaña normal. La miel de Tomillo se la llevó el incesante calor. Las mieles negras pueden recuperar algo. Aún así se habla de un 20-30% de cosecha respecto a un año normal.