Invernaderos contra el cambio climático

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Invernaderos nevados en el Campo de Dalías

La cubierta de plástico de los invernaderos ha sido la causa más probable de la disminución de la temperatura media del Poniente almeriense en las últimas décadas, debido al aumento de albedo o reflectancia superficial, amortiguando así los efectos del calentamiento global en esta comarca. La agricultura protegida bajo plástico se perfila como un modelo de generación de renta y alimentos capaz de mitigar el cambio climático a nivel local y global, una vez se solventen problemas de sostenibilidad en el uso de agroquímicos, tratamiento de residuos y gestión del agua. Los investigadores Pablo Campra y Yolanda Cantón de la Universidad de Almería, Mónica García de la Estación de Zonas Áridas (EEZA-CSIC), y Alicia Palacios, de la Universidad Politécnica de Madrid, hemos aportado las primeras evidencias científicas sólidas de que los invernaderos de la Comarca Litoral del Poniente de Almería pueden haber amortiguado los efectos del cambio climático en la zona, provocando una disminución de la temperatura media anual desde principios de los 80. 

Este estudio ha sido publicado el pasado mes de septiembre bajo el título “Surface temperature cooling trends and negative radiative forcing due to land use change toward greenhouse farming in southeastern Spain” en la prestigiosa revista científica Journal of Geophysical Research, editada por la American Geophysical Union, tras un riguroso proceso de revisión técnica.

Esta investigación de la UAL ha tenido una importante difusión en medios de noticias internacionales, entre ellos la revista New Scientist, número uno en divulgación científica mundial, y la agencia global de noticias Reuters.La idea surgió al considerar la semejanza de esta superficie con los casquetes polares, al reflejar gran parte de la radiación solar que reciben (lo que hemos denominado como ‘efecto albedo’).

Este elevado albedo contribuye a enfriar las temperaturas y está disminuyendo en el ártico conforme los hielos van disminuyendo su extensión. ¿Tendría el mar de plástico almeriense un efecto refrigerante similar?Comúnmente se ignora que el aumento de emisiones de gases de efecto invernadero no es el único agente modificador del clima originado en las actividades humanas. El cambio de uso y propiedades físicas del suelo tiene una mayor influencia sobre el clima local y comarcal y puede orientarse para compensar el conocido efecto invernadero, lo que se conoce como geoingeniería climática.

Comúnmente se ignora que el aumento de emisiones de gases de efecto invernadero no es el único agente modificador del clima originado en las actividades humanas. El cambio de uso y propiedades físicas del suelo tiene una mayor influencia sobre el clima local y comarcal y puede orientarse para compensar el conocido efecto invernadero, lo que se conoce como geoingeniería climática.

Un creciente número de científicos sostienen que la mitigación del cambio climático no puede basarse exclusivamente en la reducción de emisiones globales de gases sino que debe tener en cuenta otros efectos de los cambios de uso del suelo que pueden influenciar los climas locales y regionales.

La investigación geofísica.

La investigación se planteó en dos fases. En la primera se analiza la evolución en las últimas décadas de las temperaturas medias anuales registradas en tres estaciones meteorológicas de la provincia de Almería: Aeropuerto de Almería (AEMET) y dos estaciones agroclimáticas del Campo de Dalías: la Mojonera (IFAPA, Junta de Andalucía) y Las Palmerillas (Fundación CAJAMAR).

Para leer el artículo completo puedes descargar Nova Ciencia  Nº41. Invernaderos contra el cambio climático

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