Consiguen aumentar un 30% el bioetanol obtenido de los restos de olivo gracias a la E. coli

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La E. coli, detrás del aumento de la producción de bioetanol.La bacteria E coli fue tristemente protagonista por los casos de contaminación alimentaria producidos en Alemania y que tanto daño hicieron a la agricultura almeriense. Pero ahora, la bacteria que se presentó como una amenaza de la salud puede ser una aliada del medio ambiente, después de que un equipo científico de la Universidad de Jaén haya comprobado que gracias a su actuación se incrementa en un 30 por ciento la producción de bioetanol con restos de poda de olivo.

El grupo de investigación Ingeniería Química y Ambiental, de la Universidad de Jaén, ha conseguido aumentar en un 30 por ciento la producción del etanol obtenido a partir de restos de poda del olivo. El incremento se debe a la participación en el proceso de la bacteria E. coli que, mediante la fermentación, es capaz de convertir en este biocombustible todos los azúcares contenidos en los residuos agrícolas. Con estos resultados, los expertos han dado un paso más en la mejora de aquellos procedimientos que buscan sustituir la gasolina por un producto sostenible derivado de materias primas renovables.

El proceso para convertir cualquier resto forestal o agrícola, como los que genera la poda de olivares, en bioetanol se basa en la fermentación, es decir, la transformación de azúcares en combustible. Para ello, se suelen utilizar las levaduras. Sin embargo, la mayoría de estos microrganismos presentan una desventaja: sólo pueden fermentar unos determinados tipos de azúcares presentes en la materia prima, principalmente la glucosa, mientras que otros como la xilosa no son convertidos en etanol. “Puesto que estos compuestos químicos pueden representar hasta un tercio de los azúcares sería muy interesante, desde el punto de vista de la eficiencia del proceso, que también fueran transformados”, explica a la Fundación Descubre el investigador principal de este proyecto, Eulogio Castro, de la Universidad de Jaén.

Para alcanzar este objetivo, los expertos han sustituido las levaduras por una bacteria, concretamente, la Escherichia coli. “El rendimiento de fermentación de este microorganismo es bastante alto. Su gran ventaja es que aprovecha todos los azúcares consiguiendo mejorar la producción de etanol un 30 por ciento. Para que nos hagamos una idea, por cada 100 gramos de materia prima, se obtienen unos 13,2 gramos de bioetanol”, continúa el responsable del estudio.

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