¿Cómo se consigue que los océanos absorban más CO2?

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Más de medio centenar de científicos de siete países diferentes se encuentran actualmente en el puerto de Taliarte, en Gran Canaria, realizando un experimento en aguas costeras para conocer hasta qué punto el océano puede ayudar a absorber el exceso de dióxido de carbono (CO2) de la atmósfera debido al cambio climático.

Se trata del proyecto europeo ‘OceanNETS’ (Tecnologías Oceánicas de Emisiones Negativas), en el que participan cuatro investigadores del departamento de Ecología de la Universidad de Málaga: Leonardo Pozzo-Pirotta, Librada Ramírez y Víctor Vázquez, estudiantes de posgrado, bajo la dirección de la profesora de la Facultad de Ciencias María Segovia.

Liderado por el instituto alemán GEOMAR (Centro Helmholtz de Investigación Oceánica de Kiel), cuyo investigador principal es el profesor Ulf Riebesell, y por la Universidad de Las Palmas de Gran Canarias, con el profesor el Javier Arístegui como responsable; el objetivo de este estudio internacional de un mes y medio de duración es analizar si la alcalinización oceánica aumenta la capacidad del océano de almacenar CO2 y, de manera paralela, contrarresta su acidificación. Asimismo, esta investigación es esencial para saber si este tratamiento tiene efectos secundarios en la vida marina.

Laboratorio bajo el mar

Para ello se está realizando un experimento con ‘mesocosmos’, unas grandes bolsas de plástico sumergidas en el mar, en las que se pueden albergar hasta 8.000 litros de agua, que se someten a distintas condiciones de alcalinidad, para hacer un seguimiento del fitoplancton y el zooplancton.

Igualmente, este proyecto servirá para estudiar si la alcalinización contrarresta la acidificación oceánica. “Provocar que el océano sea más alcalino, es decir, volverlo más básico, aumentará su capacidad de almacenar CO2 y neutralizará su acidificación, causada por el descenso de pH”, explica Segovia, quien, en este sentido, asegura que el uso de estas Tecnologías Oceánicas de Emisiones Negativas (NETs) es necesario para borrar la huella de carbono humana que, de otra manera, tardaría miles de años por procesos exclusivamente biogeoquímicos.

“Los resultados que se obtengan con esta investigación constituirán la base para tomar decisiones sobre el posible uso de estrategias de eliminación de CO2, en busca de mitigar el cambio climático de manera sistemática y significativa”, continúa.

Posibles efectos en el plancton

En concreto, el equipo científico de la Universidad de Málaga es el encargado de analizar el estrés celular, la actividad fotosintética y los cambios en el conjunto de proteínas de los organismos (proteómica), para esclarecer si las NETs tienen algún efecto secundario perjudicial para el plancton a nivel molecular.

Este trabajo se está llevando a cabo en paralelo con otros estudios sobre la posible capacidad de la alcalinización para alterar la naturaleza de metales esenciales para los organismos acuáticos, por ejemplo, el hierro; en colaboración con los profesores del grupo ‘QUIMA’ de la ULPGC Magdalena Santana y Melchor González.

‘OceanNETs’ está subvencionado con fondos del programa Horizonte 2020 de la Comisión Europea. Cuenta con infraestructura de la Plataforma Oceánica de Canarias (PLOCAN), cofinanciada por el proyecto ‘AQUACOSM-plus’ de la Unión Europea y por el proyecto ‘Ocean Carbon Dioxide Removal’ (Ocean-CDR) de la Asociación Helmholtz.

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