Calar Alto establece criterios para implantar sistemas de alumbrado que reduzcan la contaminación lumínica

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Los desarrollos recientes en tecnologías de iluminación, están llevando a la renovación de multitud de infraestructuras de alumbrado para que sean compatibles con la preservación de la calidad del cielo nocturno. El Observatorio de Calar Alto establece una serie de criterios orientados a la reducción de la contaminación lumínica.

La sierra de los Filabres disfruta de los cielos con mejor calidad natural de Europa. La limpieza del aire de Almería actúa como motor de desarrollo en distintos ámbitos como la industria turística o el desarrollo de las tecnologías de energía solar. Este factor explica también esta zona cuente además con los mejores emplazamientos para el estudio del universo, y justifica la existencia de infraestructuras de primer nivel internacional como el Observatorio de Calar Alto, con todo su potencial para la generación de cultura, conocimiento, actividad empresarial de base tecnológica y desarrollo turístico sostenible.

La calidad del cielo nocturno se ve perjudicada por instalaciones de alumbrado inadecuadas. El diseño de sistemas de alumbrado sostenibles en la zona de influencia del Observatorio de Calar Alto, es una condición indispensable para que la sierra de los Filabres y su entorno continúen siendo un referente astronómico a nivel mundial.

Con el fin de identificar, y reconocer públicamente, las reformas de alumbrado sostenibles, Calar Alto establece una serie de criterios. Se trata de ocho reglas sencillas, orientadas a los equipos técnicos responsables del diseño de las instalaciones, que abordan los aspectos fundamentales del problema.

Destaca el interés por revertir la tendencia a sobreiluminar. Durante las últimas décadas se ha impuesto una corriente que ha favorecido instalaciones de alumbrado con intensidades claramente excesivas, e invertir esta inercia, manteniendo sistemas funcionales y de calidad, resulta muy importante.

También se presta atención a no emitir luz directamente hacia el cielo: los puntos de luz deben iluminar el suelo y, en concreto, el área objeto del proyecto, evitando la intrusión lumínica en viviendas, fincas u otras zonas del entorno. 

Es de la máxima importancia frenar la tendencia a utilizar luz blanca, con gran componente de luz azul, porque resulta la más perjudicial para el cielo nocturno, aparte de ser la más agresiva para el medio natural o, incluso, para la salud de las personas. Por eso los criterios de Calar Alto establecen el fomento de la luz dorada, tradicional en nuestro entorno, perfectamente funcional y mucho más respetuosa con el medio que la luz muy blanca traída por modas recientes.

El cumplimiento de estas reglas permitirá la preservación del cielo como parte del patrimonio natural, con sus ventajas asociadas, contribuirá al desarrollo cultural, científico-técnico y económico del entorno del Observatorio.

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