Alerta por el envejecimiento de la plantilla de la UMU

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Las limitaciones de la tasa de reposición del profesorado que se iniciaron en 2012 han generado una situación complicada en la Universidad de Murcia, con la falta del relevo generacional, la desaparición de la franja de docentes fijos con menos de 35 años, que ha conducido a un envejecimiento preocupante de la plantilla docente.

Así se refleja en el 2º Cuaderno de la Oficina del Dato Único (ODU), un completo informe sobre el envejecimiento del profesorado funcionario de la Universidad de Murcia a lo largo del periodo comprendido entre 2010 y 2020. Se trata de una radiografía necesaria, no solo para conocer la situación actual de las plantillas, sino para tener la información que permita poner en marcha elementos correctores en el medio y largo plazo.

El informe mide la edad media, la proporción del profesorado en edad de jubilación y el índice de envejecimiento; y los tres conceptos arrojan datos preocupantes. Los resultados se han presentado a la comunidad universitaria en un acto celebrado en el salón de actos de la Facultad de Economía y Empresa que ha contado con la presencia del rector, José Luján.

Envejecimiento en la UMU y en el conjunto de la universidad española

El rector considera que “las conclusiones del estudio revelan una realidad que afecta no solo a la Universidad de Murcia, sino a las universidades públicas españolas. Para revertir esta situación es necesaria la ayuda de los poderes públicos, ya que la situación será más preocupante en los próximos años si no se toman las medidas adecuadas”

Una de las principales conclusiones expuestas por José Colino, director de la Oficina de Dato Único, es que la edad media del profesorado funcionario de la institución creció en una década desde los 51,1 a los 55 años; un crecimiento muy similar al registrado en el resto de universidades públicas presenciales del país.

El otro dato preocupante es que el porcentaje de profesorado funcionario que tiene más de 60 años y, por lo tanto, está cerca de la jubilación, ha pasado de 20,1% en el año 2010 al 30,8% en 2020. En el caso de la media nacional la evolución ha sido de 18,2% al 31,8%.

El tercer factor del que alerta el estudio es el preocupante retraso en la edad de entrada al cuerpo de funcionarios. La pirámide poblacional del profesorado está invertida y ya no hay menores de 35 años en la plantilla. La cifra de quienes tienen entre 35 y 39 años se ha dividido entre cinco en la década analizada y quienes están en la franja que va desde 40 a 44 años se ha reducido a la mitad. En resumen, quienes en 2010 tenían menos 50 años suponían el 45% de la plantilla de profesorado funcionario, mientras que en 2020 tan solo el 26,2%.

Esta es la fotografía general, pero en algunas áreas analizadas la situación es especialmente crítica en cuanto al envejecimiento, ya que no se trata solo de que la edad media sea avanzada, sino de que hay muy poca dispersión de la media; es decir, la mayor parte de la plantilla en esas áreas se agrupa en la misma franja de edad, cercana a la jubilación.

Todos estos datos reflejan un evidente problema de relevo generacional que se inició con la estricta limitación de la tasa de reposición durante la crisis económica que comenzó 2008 y que llevó a medidas como la limitación al 10% de la tasa de reposición entre 2012 y 2014. Estas limitaciones todavía se arrastran en el relevo generacional de las plantillas.

Todo el informe completo puede consultarse completo a través de la página web de Oficina de Dato Único de la UMU.