La desalación de agua no se sostiene por el alto coste

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La desaladora de Almería lleva años inactiva.La situación de crisis hídrica instalada en Almería ha obligado a las diferentes administraciones a buscar una solución para paliar el déficit, cifrado hace unos seis años, en 320 hm3. Tras descartar el trasvase del Ebro, el Gobierno central acometió la construcción de la desaladora de Carboneras. Sin embargo, esta solución tampoco es la mejor, ya que la infraestructura de distribución es deficitaria y el metro cúbico de agua desalada es muy caro, tanto que se mueve en torno a los 50 céntimos.

La Plataforma Acuíferos Vivos organizó un encuentro entre el antiguo delegado de Medio Ambiente y actual director de Acuamed en Almería, Juan José Luque, y representantes de grupos conservacionistas para debatir sobre la situación de los acuíferos y de la desalación como una alternativa para solventar el déficit hídrico de la provincia. Además, este acto sirvió para presentar las conclusiones de las Jornadas de Desalación organizadas en la Universidad de Almería.

Sobre la mesa se pusieron temas de hondo calado, pero, sin duda, el más destacado fue la sobreexplotación a la que se ven sometidos los acuíferos de la provincia de Almería. Esta situación ha llevado a que las distintas administraciones apuesten por la construcción de plantas desaladoras. Sin embargo, estas centrales se encuentran con un problema fundamental, destacato por el propio director de Acuamed y por el máximo responsable del Grupo Ecologista Mediterráneo, Pepe Rivera, y no es otro que el alto coste energético que supone desalar un metro cúbico de agua.

Esta situación se suma además a que la red de distribución dista mucho de ser eficaz. Aún no se dispone de una red que lleve agua desde Carboneras al resto de la provincia, un sistema de distribución que, diseñado como una gran T, llevaría agua hasta la pedanía nijareña de Venta del Pobre, donde se bifurcaría hacia el este y el oeste de la provincia.

El director de Acuamed anunció que la sociedad estatal espera tener listas dos desaladoras más, una en Cuevas del Almanzora, con una capacidad para desalar 30 hm3; y otra en Dalías capaz de tratar 20 hm3 más. Estas cantidades se sumarían a los 42 que puede producir la actual planta de Carboneras, una vez que alcance el cien por cien de su capacidad y no el veinte, como actualmente produce.

Acuamed situó el coste de m3 de agua desalada en unos 50 céntimos para consumo humano y en 30 cuando su destino es la agricultura, y aclaró que cada m3 cúbico producido ha gastado unos cuatro mw de energía. Estos datos hacen que el agua desalada no goce de buena fama entre los agricultores y, en muchos casos, sigan extrayendo agua de los acuíferos porque les resulta mucho más barato.

Otro planteamiento que salió en el debate fue la necesidad de implantar una cultura del ahorro que permita valorar el agua y que se encamine a su conservación y, sobre todo, a su reutilización. Un ejemplo de las malas prácticas en el consumo de agua es el desarrollo de los municipios costeros ha elevado la demanda hasta límites prácticamente insostenibles, y hacen que la necesidad de desalar agua sea cada vez más elevada.

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